Las irresponsables declaraciones de Maduro
I
Fernando
Ochoa Antich.
Estoy convencido que Nicolás Maduro se
engaña a sí mismo con las masivas campañas de propaganda que, a través de todos
los medios, realiza el gobierno nacional. Es la única explicación que encuentro
a sus inaceptables declaraciones. Atreverse a decir, conociendo que en nuestro
país hubo cerca de 25.000 asesinatos en el año 2014, que si triunfa la
oposición se incrementará el delito; o mantener, en medio de una inflación
cercana al 200 %, que contra Venezuela existe una campaña financiera que busca
desestabilizar su gobierno o sostener que el desabastecimiento, o la falta de
luz eléctrica y de agua que sufren nuestros hogares son consecuencia de la
guerra económica, de los paramilitares o del saboteo de la oposición es, para
decir lo menos, sorprendente. También llego a pensar que su falta de percepción de la realidad puede surgir de
una ortodoxa visión ideológica que no le
permite interpretar el significado de la caída del Muro de Berlín en la década
de los noventa del siglo XX y, ahora, el reinicio de las relaciones
diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos.
En mi anterior artículo mantuve que el
delicado fenómeno de las “megabandas” tenía su origen en la desacertada forma con
la cual el chavismo había enfrentado la delincuencia. Los venezolanos conocemos
perfectamente bien que el indetenible
incremento de la violencia se origina por dos razones fundamentales: la
permanente prédica de odio y resentimiento mantenida por los gobiernos
chavistas; y la equivocada política de
seguridad, caracterizada por los ineficientes
operativos y las permanentes destituciones de los ministros del
Interior. Las consecuencias están a la vista: Venezuela superará doloromente
este año los 24.980 asesinatos ocurridos en el 2014. Uno de los retos que tiene la oposición democrática
es demostrar que el delito se puede combatir. Hacerlo exige tomar las medidas
que han venido recomendando los más
reconocidos criminólogos venezolanos y extranjeros. El primer paso es aplicar
una profunda reforma en nuestro sistema educativo que permita sembrar
importantes valores que fortalezcan la unidad nacional y la cohesión social.
Venezuela tuvo al inicio de los
gobiernos civiles una de las más prestigiosas y eficientes policías de
investigación criminal de la América Latina y del mundo. Me refiero a la
Policía Técnica Judicial, su primer nombre y como realmente se recuerda
popularmente. Su eficiencia se logró
mediante el respeto de un conjunto de valores y normas. La primera, reconocer
la capacidad técnica y el mérito como los únicos elementos exigidos para
obtener ascensos y cargos. La segunda, limitar al máximo su vinculación con los
partidos políticos. La tercera, una conveniente asignación presupuestaria que
permitía garantizar buenos salarios y el fortalecimiento de los necesarios medios
de trabajo, tales como laboratorios y equipos para ser verdaderamente
eficientes en las investigaciones criminales. Cuarto, perseguir cualquier
factor que pudiera ser considerado como un elemento de corrupción, tanto en las
investigaciones como en el funcionamiento de la organización policial. En
verdad, sus investigaciones fueron tan exitosas que hicieron historia.
Repetir esta experiencia en toda la
estructura que lucha contra el crimen es el único camino posible para poder
transformar la dolorosa situación que vive actualmente Venezuela. El sistema de
represión del crimen comienza con la prevención del delito por las policías
uniformadas, continúa con la apertura de la investigación por la Fiscalía
correspondiente en caso de ocurrir un delito grave, el cual debe ser investigado por la policía científica
a objeto de poder determinar las pruebas que comprometen la responsabilidad
personal para que el juez de la causa sentencie
la pena que corresponda a objeto de ser cumplida en un centro penitenciario. En
nuestro país, esa estructura está profundamente debilitada por una total
pérdida de sus valores institucionales, una absoluta politización de sus
miembros y una creciente corrupción administrativa. La oposición democrática
cuenta con suficientes especialistas, en cada uno de estos campos, para poder
transformar esta realidad en un relativo corto tiempo. El primer paso es lograr
un gran cambio político en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre…
Caracas,
11 de octubre de 2015.
@FOchoaAntich