César Guillén
Citterio
EL COMUNISMO,
RAICES DE UN FRACASO. (10)
La idea básica
del comunismo, es la “igualdad del hombre
en su totalidad” Los atenienses desde la antigüedad, afirmaban
acertadamente que somos iguales solo ante las leyes. El igualitarismo conduce a
soluciones desastrosas. El “igual trabajo, igual salario”, sin importar la calidad
y la cantidad, fue la causa de la debacle económica de la Unión Soviética y de
la china de Mao. La historia lo ha registrado.
La otra premisa era la de “la
lucha de clases” y se basa en que la historia de la humanidad esta
cimentada en ellas. El desarrollo histórico fue producto de
las confrontaciones, antagonismos y guerras cuyas razones están profundamente
ligadas a las necesidades y a la ambición, no a la lucha de las clases. Marx y
Engels al concluir que el socialismo y el comunismo son etapas históricas de
esas luchas, erróneamente asumen un desarrollo de la Humanidad a partir de su particular interpretación.
El “Materialismo histórico”, otro de sus
fundamentos: “No es la conciencia del
hombre la que determina su ser, sino por el contrario es el ser social lo que
determina su conciencia”. Marx al decir que el individuo no es
responsable de su historia, recurre a
igualarnos a todos y subordina a la persona al resto, negando el papel del
individuo y evade la responsabilidad individual frente a la sociedad. Por ende
niega el liderazgo que es su condición natural. Tales contradicciones la vemos
en la historia de los propios líderes comunistas: Ególatras, individualistas, autoritarios, nada sociales ni mucho
menos democráticos.
La última
consideración es la llamada “contradicción Capital-Trabajo”.
El capital existe desde que existe el trabajo, el capital es dinero acumulado.
El capital y el trabajo conforman una dualidad complementaria no
contradictoria, pues uno necesita del otro. Es la visión particular del
inicio de la revolución industrial que presencia Marx. Diferentes a las modernas
condiciones de trabajo del capitalismo actual, mejores a las condiciones casi
esclavas de las empresas bajo el régimen comunista.
Cesar
Guillen cesarguillencittrerio@gmail.com