La Guardia Nacional de Venezuela
Enrique Prieto Silva
Jueves, 04 de agosto de 2016
A pesar de todos los avatares, la
descomposición social, la desinstitucionalización generalizada y la
desconfianza en el porvenir, no tenemos duda de que el futuro siempre será como
pensamos y queremos: ¡Una patria libre, próspera y confiada, donde la paz impere
y fortalezca los ánimos de nuestro pueblo! Así la vemos y queremos, por ello,
nuestro ánimo a vivir para disfrutarla; y por ser hoy el día aniversario de
nuestra querida Institución del “honor como divisa”; una vez más narramos los
hechos que la ubicaron en la historia y en nuestros corazones. Nuestro interés,
porque la juventud, un poco marginada y confundida, deje a un lado la
maledicencias creadas por algunos “jefones”, que creyeron en la virtud
mesiánica del “difunto eterno” y siguen creyendo que vive.
Desde los primeros años de creada
la Guardia Nacional, surgió el espíritu de cuerpo en sus integrantes, que
siempre quisieron enaltecerla resaltando sus atributos y el orgullo de
integrarla, a sabiendas de que habría un futuro para hacerla prestigiosa, y sin
pensarlo, sus fundadores y pioneros, siempre elevaron su voz, unida al servicio
patriota, para formarla y estructurarla a semejanza de su modelo: “la Guardia
Civil española”. Fue obvio, que nadie entonces se pudo haber imaginado el
destino de esta nobel institución, que, a pesar de lo rudo y aciago del medio
de su desempeño, surgió como el ave Fénix de las cenizas, ubicándose en el
contexto institucional de Venezuela como es conocida hoy: una Institución con
estructura militar por conveniencia, que desde su creación fue destinada a
cumplir funciones de policía administrativa especial, tal como se estableció
como integrante del Servicio Nacional de Seguridad, atendiendo a la ley de
creación; como se estableció, para “…el mantenimiento del orden público y el
resguardo de las fronteras.”
Hoy, no podemos dejar de observar
la mayor desviación sufrida en toda su vida institucional. Fue incorporada como
un componente militar de la FAN, se le restringieron sus funciones
tradicionales para las que era preparada, se creó un cuerpo para suplirla y
reemplazarla llamada Policía Nacional; y de mayor gravedad, se desvirtuó su
estructura, creando un adefesio llamado “Guardia del Pueblo”, sin ninguna
motivación funcional, solo un capricho de Chávez para engañar al pueblo.
Para no desviar la historia,
debemos recordar que fue Rufino Blanco Fombona (poeta, escritor y diplomático
venezolano), quien sugiere al general López Contreras, presidente de los
Estados Unidos de Venezuela, la idea de crear un Cuerpo semejante a la Guardia
Civil Española, siguiendo el ejemplo de años antes, que fue creada la Guardia
Civil de Perú. La Guardia Nacional, vendría a integrar un novedoso cuerpo
policial en nuestro país como cuerpo componente del Servicio Nacional de
Seguridad, junto con el Cuerpo de Investigación, dependientes del Ministerio de
Relaciones Interiores, y, a tenor de lo establecido en la reformada Ley
Orgánica del Ejército y la Armada (posterior LOFAN), pasó a constituirse como
un servicio de las fuerzas activas del Ejército, y en tiempo de paz, funcionaba
como una dependencia del Ministerio de Relaciones Interiores, de quien tenía su
dirección y empleo, correspondiendo su organización, instrucción y armamento al
entonces Ministerio de Guerra y Marina.
Su denominación de FUERZAS
ARMADAS DE COOPERACIÓN data de junio de 1946, cuando por decreto ejecutivo pasa
a constituir una Fuerza con esta denominación, dirigido su esfuerzo, al apoyo
de las Fuerzas Militares (Ejército, Marina y Aviación) y de a las Fuerzas
Armadas Policiales (organización que nunca fue implementada); y desde 1958
fungió como Fuerza, con autonomía administrativa y operacional. Situación que
fue ratificada jurídicamente, al contemplarla, al igual que a la Aviación, como
Fuerzas independientes y autónomas en la reforma de la Ley Orgánica de las
Fuerzas Armadas promulgada el 26 de septiembre de 1983.
Nuestro interés hoy, es resaltar
la ridícula actitud de sus mandos, quienes solo insisten en resaltar la figura
del difunto expresidente Chávez, como si realmente hubiera sido un personaje
hacedor de patria, que por el contrario, destruyó la que teníamos y desencadenó
con su ignorancia e incapacidad, el desastre político y económico que tenemos.
@Enriqueprietos