Presidente Maduro,
no más mentiras, renuncie
Fernando
Ochoa Antich.
En
la mañana del miércoles 3 de agosto me encontraba reflexionando sobre el tema de mi artículo
cuando escuché una intervención de
la ministra Gladys Requena, en la cual trató de justificar
el inmenso fracaso del régimen
chavista-madurista con la risible tesis
de la Guerra Económica, la cual es dirigida, según ella, “por el imperialismo
norteamericano y los apátridas de la oposición” a través de lo que se conoce como la Guerra No
Convencional. No tengo duda, que tan falaces argumentos fueron diseñados por el
muy ineficiente grupo de propaganda del gobierno nacional, en el cual debe de
haber algunos cubanos enviados por los
Castro para tratar de engañar a nuestro pueblo. Me impresionó, de manera
particular, su total falta de imaginación. En el caso de la ministra Requena la
vi totalmente fanatizada en sus creencias marxistas leninistas. Lo único
cierto, es que la tragedia venezolana se ha producido por la imposición de un
régimen político que siempre ha conducido a los pueblos al hambre, a la pérdida de la libertad y a la
tragedia de varias generaciones…
Nicolás
Maduro debería conocer que la absurda manipulación del concepto de Guerra Económica lo único que ha logrado es
incrementar la indetenible caída de su popularidad, la cual sólo alcanza una aceptación positiva del 13
%, y la del propio Hugo Chávez que
apenas lo supera con 23,2 %. De manera sorprendente, Nicolás Maduro, en lugar
de pensar en alguna solución honorable para salir del gobierno, ha diseñado
una peligrosa ofensiva política tratando
de fortalecer al sector marxista-leninista del PSUV. Esas radicales acciones pueden terminar en
una tragedia nacional. Veamos: la primera, impedir por cualquier medio que el
Referendo Revocatorio se realice este año y en caso que la oposición decida
hacerlo el año que viene, designar al general Padrino como vicepresidente para
que la oposición se desmoralice ante esa opción y prefiera que él continúe en
la presidencia para no tener que enfrentar políticamente a un general y a la
Fuerza Armada Nacional. Esta acción terminará en un inmenso fracaso. El
Referendo Revocatorio se realizará este año. Los inaceptables retrasos del CNE
no lograrán su objetivo…
La
segunda acción del presidente Maduro busca enfrentar a la Asamblea Nacional
hasta doblegarla. Su última gracia fue quitarle el presupuesto de
funcionamiento. La respuesta de Henry Ramos Allup fue firme y decidida: “El
gobierno está aprovechando cualquier cosa que esté haciendo el Parlamento para
desconocerlo. Haga lo que haga,
esta Asamblea Nacional va a seguir
funcionando, así nos corten el agua, la luz o no nos paguen el sueldo”… Aparte
del abuso del Tribunal Supremo de Justicia al calificar de inconstitucionales
la mayoría de las leyes aprobadas por el Parlamento, ahora tratan de ilegitimar
la elección de los diputados del Estado Amazona para impedir que la oposición
obtenga la mayoría calificada, olvidando que esos diputados se desincorporaron
por su propia voluntad para evitar que la Asamblea perdiera su legitimidad ante
una medida cautelar realizada por la candidata perdedora Nicia Marina
Maldonado. Ahora, la situación es distinta. Han pasado más seis meses sin que
el Tribunal Supremo de Justicia haya dictado sentencia y el CNE haya convocado
a una nueva elección, con lo cual ha quedado en evidencia la verdadera
intención del régimen madurista..
La
tercera acción de Nicolás Maduro buscó, al designar al general Néstor Luis
Reverol como ministro del Interior y
Justicia, responderle a los Estados Unidos ante la decisión tomada por la
Fiscal General Loretta Lynch, y ratificada por la Corte Federal del distrito
Este de Nueva York, de ordenar su detención internacional por supuestas
vinculaciones con el narcotráfico. No es fácil de explicar esta imprudente
decisión de realizar tan cuestionado nombramiento. Pienso que realmente lo que
busca es fortalecer la absurda tesis de la Guerra Económica para tratar de
justificar el estruendoso fracaso del régimen chavista-madurista. Además, intenta
satisfacer a un sector radical del PSUV liderado por el gobernador del estado
Aragua, Tareck El Aissami. Esa irresponsable actitud puede traerle delicadas
consecuencias a nuestro pueblo
ya
que jugar de esa manera en el campo internacional puede tener graves
consecuencias. Piensen, mis amables lectores, en una sola medida. Imagínense,
que en respuesta a esa provocación los Estados Unidos decidan no comprarle más
petróleo a Venezuela. Nos moriríamos de hambre…
La cuarta acción se
orienta a debilitar aún más la institucionalidad de la Fuerza Armada al
designar a un número mayor de oficiales activos en la Administración Pública.
Lo sorprendente es que el general Padrino y los actuales Altos Mandos lo
acepten y evalúen positivamente conociendo
el daño
que se le hace a la Institución Armada.
La tesis de la “unión cívico militar” ha sido manipulada desde los
tiempos de Hugo Chávez, ya que ese principio fundamental de la defensa nacional
debe interpretarse como la integración de los ciudadanos al esfuerzo bélico, en
el área de competencia de cada uno, para la defensa de la Nación, ante una
amenaza externa. Las consecuencias
están a la vista: la Institución Armada ha visto disminuir gravemente su
prestigio y aceptación en el sentimiento popular. La quinta acción se orienta a
radicalizar el régimen chavista-madurista imponiendo, de nuevo, el fracasado Plan de la Patria y dejando sin
efecto el reciente proyecto económico que buscaba reimpulsar la producción
nacional mediante la inversión extranjera y el reintegro de las empresas
expropiadas a sus anteriores dueños. El símbolo de esa acción fue la
destitución de Miguel Pérez Abad del
ministerio de Industria y Comercio y la designación del ingeniero Carlos Faría,
un reconocido marxista leninista… Presidente Maduro, los venezolanos repudian
su gobierno. Renuncie…
Caracas,
7 de agosto de 2016.
fochoaantich@gmail.com
@FOchoaAntich