Por: Tcnel. Omar Salazar Aguado
Lo sucedido en Venezuela con la juramentación ante la ilegitima Asamblea Nacional
Constituyente de los gobernadores recién electos, todos del partido político Acción
Democrática, demuestra la visión a corto plazo que la dirigencia de esa organización
política tiene sobre la situación del país, aunque entendiendo su ADN, ello no deja
de ser una forma de acción característica de la misma de cara a las casi dos
décadas de gobierno Chavista.
Henry Ramos Allup, hasta hace un año un paladín de la oposición por la irreverente
actitud que para ese momento asumió desde la presidencia del legislativo ante el
gobierno nacional, desvirtúa y desmotiva con este acto la lucha de una sociedad y
en especial una juventud que a pesar de no conocer la otra Venezuela, la que hoy
la mayoría de quienes la vivimos añoramos, contra todo pronóstico y dejando en
algunos casos la vida en ello, se volcó a la calle desinteresadamente contra un
régimen empeñado en acabar con la vida democrática y en consecuencia, con su
futuro. Ramos Allup demuestra su escasa o ninguna ética moral, liderazgo y peor
aún, una visión egoísta de la política, ya que, según él, es más importante sus
ambiciones de ser presidente y su partido, para lo cual necesita contar con el apoyo
económico y financiero de la plataforma electoral que esas gobernaciones le pueden
proporcionar a futuro; esto a la larga decretara su sepultura política.
Las características del régimen, esencialmente delincuente, exigen que la
genuflexión, colaboracionismo y agendas particulares queden de lado; pareciera
que con toda la sapiencia política que este proceso que comenzó en 1992 con un
golpe de Estado debería haber dejado, la dirigencia opositora no ha aprendido nada.
Hoy, sus acciones han creado un sentimiento de desesperanza, desmotivación,
escepticismo y en consecuencia conformismo en una sociedad que no ve otra
escapatoria a la crisis que salir a mal vivir en cualquier parte del mundo que no sea
Venezuela, convirtiéndose, en semejanza a la población cubana, en una suerte de
ganado, con la diferencia que, al salir en la mañana a comer, su dueño, que es el
gobierno, no puede garantizarle donde va a conseguir el alimento. De tal manera,
ha decretado Ramos Allup, la permanencia, si no eterna, por lo menos bastante
duradera de la crisis y dictadura venezolana.
24 de octubre de 2017, 15:48
NOTA DE REMISIÓN:
Saludos mi coronel, por
medio de la presente, me permito enviarle un articulo de mi autoría para su
consideración y posible publicación en su respetado blog. Un gran abrazo y mis
mejores deseos, reiterando a sus gratas ordenes.
Tcnel. (GN) Omar José Salazar Aguado
IMAGEN SUPERIOR: Por cortesía de CRITICA 24