30 ENERO 2018
NARRACIONES HISTÓRICAS
CONTEMPÓRANES---IX
HUMBERTO MARCANO RODRÍGUEZ
LOS CORSARIOS EN LA GUERRA
INDEPENDENTISTA
De acuerdo con
El Diccionario de La Real Academia
Española (DRAE), Se entiende
por corsario, tanto la
embarcación armada en corso, como quien la manda para hacer la guerra por
cuenta de una nación contra otra,
la palabra corsario viene
del latín “Cursus”, carrera, y es
el apelativo que se le da al que practica la guerra marítima por cuenta
de una nación contra un país
oponente, debidamente permisado, así
los corsarios en sus
actuaciones estaban bajo las leyes de
guerra marítima del país que les otorgaba la Patente de Corso, obligándose a
actuar dentro de ella,
dedicándose a sabotear el trafico y el comercio de la nación
contraria. La diferencia entre
los corsarios y los piratas, es
que estos últimos actuaban
sin bandera y por su propia cuenta
contra cualquier nación, de igual manera
no tenían resguardo de ninguna legislación
y podían ser apresados y juzgados por
cualquier estado, mientras que los corsarios actuaban bajo un manto de legalidad al
enarbolar la bandera de la nación que les otorgaba el permiso, pero cuando un corsario violaba las normas establecidas en la patente
de corso, eran perseguidos, apresados y juzgados al igual que los piratas, mientras los piratas actuaban en todo momento y contra cualquier
embarcación, los corsarios solo lo
hacían en tiempo de guerra y contra la, o las naciones contrarias a la que le otorgaba el permiso.
Cuando se inicia el proceso independentista en
Venezuela, tanto españoles como
los patriotas se acogieron a la figura
del corso, siendo en realidad los patriotas los que más
los utilizaron dado lo exigua que
al principio era la armada republicana,
situación que les impedía atender las
operaciones navales, el transporte y la introducción de armas, artículos de guerra
y soldados, de esa manera
garantizaban una línea de
comunicación con otras naciones extranjeras para la traída
de las armas y los
suministros necesarios.
Los
corsarios al servicio de los
patriotas tenían como misión perseguir y dar caza a los buques
realistas y aquellos “neutrales”
donde se consiguieran que transportaban
armas, suministros y tropas para la
causa realista, estos apresamientos eran
juzgados por el Tribunal correspondiente, La Corte
del Almirantazgo, quien decidía
sobre las presas tomadas, además
del hostigamiento al
comercio enemigo, los corsarios
cumplían misiones de transporte
de armas y soldados y hasta participaban en acciones de guerra contra naves
armadas de los realistas, bloqueaban puertos y formaban parte de
expediciones y desembarcos, de igual manera
fueron ampliamente usados en la toma y liberación de Guayana, pero
también hubieron corsarios que se excedieron
en sus funciones y de ellos se puede nombrar a José Bianchi y Luis Aury
ambos de triste figuración, de igual manera patriotas venezolanos pusieron
sus naves privadas al servicio del corso como Luis Brión,
Nicolás Joly, Juan Bautista Arismendi,
José Antonio Rosales y Bernardo Ferrero.
En marzo de 1817, el Libertador Simón Bolívar Desde
Barcelona, emite el decreto mediante el
cual se establecía oficialmente las reglas
del corso y en el preámbulo
de este decreto dice: “ Considerando los excesos que algunos
buques armados en corso han cometido contra indefensos
neutrales, deseoso el Gobierno de la
República de acreditar que
sus intenciones son de vivir en paz y buena amistad con sus vecinos y las
demás naciones que no toman
parte activa en la guerra injusta y
sanguinaria que nos ha declarado la
orgullosa y tiránica España, hemos
decretado y decretamos. Este
decreto consta de 39 artículos y en ellos se detallan
minuciosamente el actuar de los
corsarios con sus
correspondientes derechos y las
obligaciones que les correspondían para
con Venezuela y por el mismo quedaban sometidos a las leyes
de la República, en el artículo 36
nos encontramos con lo siguiente
“Cuando la patria esté declarada en peligro todo ciudadano debe
contribuir a su salvación, y así los corsarios
particulares quedarán por el hecho mismo a la disposición del
Almirante, él que los proveerá de
víveres, armas y municiones por el
tiempo en que estén en requisición. En otro artículo
se detalla, que todos los corsarios están obligados a obedecer las órdenes de los comandantes de los buques de la República en cualquier pasaje
o situación en que se hallen, siempre y cuando sea para el servicio del estado, so pena de ser privados de la Patente y nunca más poder mandar buques con bandera venezolana, de ello se
desprende lo estricto de este
Decreto que regía todo lo
concerniente a los corsarios y sus
actuaciones en Venezuela.
Grande y de vital importancia fue la participación de los corsarios en la guerra
naval independentista en Venezuela, sembraron terror en la
armada española así como
en el comercio ejercido por la marina mercante española, sin embargo es poco lo que nuestros historiadores han escrito
al respecto, como tampoco Las Fuerzas Navales se han ocupado en realidad de ensalzar como se
merecen esta pléyade de héroes,
salvo algunos más
que otros. héroes casi todos
olvidados, y que por su contribución
a la lucha independentista merecen el et yerno reconocimiento de la patria, brillantes oficiales de marina
extranjeros que vinieron de allende
los mares en sus propias
embarcaciones a ofrecerse y día
tras día arriesgaron sus vidas por
nuestra gesta de la independencia, de hecho la mayoría
terminaron enrolándose en la naciente
armada nacional y ofreciendo no
solo sus personas sino también
sus embarcaciones y sus caudales,
no eran principiantes, eran
veteranos ya forjados en el arte
de la guerra y la navegación de
países como Holanda, Inglaterra, Estados
Unidos, Brasil, Curazao, Portugal, Italia, Córcega, Francia, Malta y Santa Lucía,
vinieron como corsarios y ávidos de aventuras, pero casi todos terminaron formando parte de la escuadra patriota y adquiriendo por
propia voluntad la nacionalidad
venezolana-
Entre estos
hombres que han de ser de grata recordación, destacan El
Contralmirante Renato Beluche, General de Brigada de Infantería de Marina Ricardo Wright, Capitán de navío Juan
Bautista Bideau, Capitán de Navío
Nicolás Joly, Capitán de Navío Juan
Daniel Danels, Capitán de navío Gualterio Chitty, Capitán de Navío Sebastián Bougier, Capitán
de Navío José Antonio Rosales,
Capitán de Fragata José Antonio Caminaty, Capitán de Fragata Juan Woods,
Capitán de Fragata Jaime Bluck, Capitán de Fragata Marcos Markin,
Capitanes de Infantería de Marina Isaac
Hawley, Guillermo Cark entre otros tantos
que haría muy larga
la lista a nombrar, pero todos
merecedores de los honores que se merecen y sacarlos del olvido
donde se les mantiene, sin
olvidar que el único
Almirante en Jefe que existo
durante la guerra independentista
fue precisamente Luis Brión, holandés nacido
en Curazao, venezolano por propia voluntad, quien no solo
consumió su vida y toda sus
riquezas en la lucha por la independencia,
sino que murió arrastrando
grandes deudas contraídas para mantener la flota patriota, falleciendo
en Curazao en la casa de un amigo donde tras retirarse dado
su grave estado de salud fue acogido y cuidado con cariño y respeto hasta
su muerte acaecida varios días después
de su llegada a la Isla donde había nacido.
Humberto Marcano Rodríguez
Bibliografía
consultada:
Historia Naval de Venezuela Francisco
Alejandro Vargas
La Armada de
Venezuela en la Guerra de Independencia
Hadelis Jiménez López
Bolívar y las armas en la guerra de Independencia Guillermo García Ponce
Historia Constitucional de Venezuela J. M. Siso
Martínez
IMAGEN SUPERIOR: Por cortesia de tedejo2.wordpress.com