La leña estaba lejos, pero todos los días el viejo que vivía
en el desierto cruzaba parte del arenal para ir a buscarla. A mitad del arenal
había un oasis con juncos, palmeras y una fuente de agua pura y fresca.
El viejo se aguantaba las ganas de beber, por hacer un
sacrificio, y pasaba de largo junto al oasis. Entonces, en el cielo, DIOS
encendía una estrella por el sacrificio que había ofrecido. Esto sucedía todas
las tardes.
Un día lo vino a visitar un joven y los dos se encaminaron a
buscar la leña. Cuando iban por el arenal, el joven caminaba con los labios
resecos. De pronto vio el oasis y exclamó:
- ¡Mira! ¡una fuente! ¡agua!
Enseñanza: El sacrificio es valorable, pero más valorable es
la caridad; en el sacrificio voluntario puede encontrarse algún rastro de propia
voluntad o disimulado egoísmo o complacencia; pero en la caridad todo es
gratuidad y complacencia del hermano.
LO SIENTO; POR FAVOR, PERDÓNAME, TE AMO, GRACIAS
SOMOS AMADOS Y APRECIADOS MUCHÍSIMO Y PARA SIEMPRE
NO TENEMOS NADA QUE TEMER
NO HAY NADA QUE PODAMOS HACER MAL
YO SOY HIJO DE DIOS Y POR LO TANTO HEREDERO DE TODAS LAS
RIQUEZAS DEL UNIVERSO
Arsenio González
El Negro e’ Macha
Twitter: @aragonzal