Oposición versus oposición
Opinión | julio 14, 2020 | 6:30 am.
Eddie A. Ramírez S.
El déficit de confianza es uno de los principales puntos débiles que tenemos los venezolanos. Esta rémora nos dificulta salir de la dictadura totalitaria y visualizar el futuro. Hace ya varios años el francés Alain Peyrefitte escribió La société de confiance, postulando que para poder avanzar un país requiere que su gente tenga confianza en sí misma, en los otros y en la estrategia. Hoy, más que nunca, requerimos aumentar el grado de confianza en los otros o, mejor dicho, eliminar la gran desconfianza que reina sobre todo en el área política.
Frecuentemente se escucha que hay una oposición dentro de la oposición pero no nos ponemos de acuerdo en identificar cuál es la verdadera oposición o al menos cuál es la más sensata. ¿Es la del Frente Amplio Venezuela Libre? ¿La de María Corina y Ledezma? ¿La de Nicmer Evans y los disidentes del chavismo? Aparentemente solo estamos coincidiendo en que los integrantes de la nanomesa, es decir Falcón, Fermín y Timoteo, están del lado del régimen. A continuación nos permitimos resumir algunos puntos de vista.
El Frente Amplio Venezuela Libre divulgó un comunicado el 29 de junio en el que denuncia al mundo que en la Venezuela de Maduro no hay elecciones, sino farsas y manipulaciones. Exige elecciones libres, justas y verificables. Hace un llamado a todos los partidos y líderes del mundo a ayudarnos en nuestra lucha y a no aceptar nada menos de lo que estuvieran dispuestos a aceptar para sus propios pueblos. En dicho comunicado se detallan esas condiciones. Es decir, su posición es luchar por las condiciones exigidas y, en declaraciones de varios voceros, no acudir a votar si no se dan.
Por su parte en un comunicado de este 7 de julio, titulado Al servicio de la verdad, firmado por María Corina, Ledezma, Carlos Ortega, Humberto Calderón Berti, Ennrique Aristeguieta Gramcko y Diego Arria, se afirma que nuestro Estado es hoy una farsa, que una de las características es el secretismo y la opacidad. También efectúan un igual y severo llamado de atención al gobierno colegiado interino, a fin de que respete y acate con celo las exigencias de la transparencia. Al respecto plantean quejas sobre la falta de información referente a varios hechos y nombramientos. Finaliza el documento reiterando a la comunidad internacional que solos no podemos. En declaraciones de los respetables ciudadanos citados, los mismos han sostenido que la salida del régimen por elecciones no es realista.
Es evidente que la principal diferencia es que un grupo piensa que la mejor estrategia es luchar por condiciones para aceptar ir a elecciones y el otro sostiene que es utópico que el régimen acepte elecciones transparentes, a lo cual se añade la injerencia de actores foráneos, por lo que se requiere intervención extranjera, ya que solos no podemos.
Además hay una diferencia, no de fondo, pero que quizá pesa más por esa característica humana de resentirnos cuando no nos toman en cuenta.
Cabe mencionar que Nicmer Evans, disidente del chavismo, realizó críticas a la conducta de los principales partidos y Elías Pino recomendó a Guaidó desmantelar la cúpula amistosa y clientelar.
Pareciera que muchas cosas pueden mejorar si el G4 y el presidente (e) Guaidó deciden escuchar a quienes tienen el mismo objetivo, pero piensan que el camino a tomar es diferente. Desde luego que también quienes critican al G4 y a Guaidó deben tomar conciencia de que lo deseable no es siempre posible, así como del grado de respaldo que tienen en la población.
La decisión de votar o no votar no es sencilla. Algunos recuerdan que en 1952 los ciudadanos votaron a pesar de la dictadura y ello obligó a Pérez Jiménez a desconocer el resultado, con su natural desprestigio entre los demócratas. Sin embargo las condiciones son diferentes. En ese entonces los miembros del Consejo Electoral eran decentes, renunciaron y tuvieron que asilarse. Por otra parte ningún gobierno desconoció al dictador. Hoy 58 países, el Parlamento Europeo y la OEA desconocen a Maduro y a unas elecciones en los términos planteados por el régimen. Si no cambian las condiciones, votar sería desconocer ese apoyo internacional y un suicidio político. En cuanto a la opción de esperar una intervención extranjera que vaya más allá de las sanciones es utópico y sus proponentes tienen que saberlo. Los ciudadanos claman por una sola oposición con una misma estrategia. Todos contra el régimen.
Como (había) en botica: Un principio básico de ética es no atacar a alguien que es preso político de una dictadura y tiene limitaciones para defenderse. Los ataques a Leopoldo López, sin entrar a juzgar si tienen o no base, desmerecen a quienes los realizan. Felicitaciones a Leopoldo López Gil por su participación en el excelente acuerdo del Parlamento Europeo. Merecida la designación de Horacio Medina en la directiva ad hoc de Pdvsa. Lamentamos los fallecimientos de nuestros compañeros de Gente del Petróleo y Unapetrol Gilberto Delgado y de Jesús Uviedo. También del diputado Hernán Alemán ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!