RECORDANDO ALTAMIRA CII
RATIFICACIÒN DEL CÒNCLAVE URGENTE POR LA UNIDAD
14 agosto 2020
Carta abierta a los;
Respetados, superiores, compañeros y subalternos
FUERZA ARMADA NACIONAL DE VENEZUELA
En Venezuela, en el exilio, en la diáspora y a la ciudadanía en general.
Respetados compatriotas, retomando el imprescindible tema de la unidad y luego de haber compartido con excelentes amigos la anterior exhortación, y de la innegable polémica que ha generado el reciente comunicado de la CEV, me es inevitable insistir dada la urgencia extrema, en cuanto a lograr la Unidad.
En momentos en que Venezuela necesita avanzar en la recuperación de su democracia y la refundación del Estado y sus instituciones, haciendo un análisis honesto de la situación nos encontramos con una absoluta dispersión de criterios, objetivos y estrategias que pugnan por imponerse. La proyección que hoy, los factores que luchan por la democracia venezolana, ofrecen al mundo entero es de total y absoluto desacuerdo y división.
No es fácil para quienes han ofrecido su apoyo a la causa de la democracia en Venezuela, concebir que el logro de tal objetivo pudiera sostenerse en el tiempo bajo una situación de pugna permanente entre los factores que se supone están llamados a consolidarlo y ésta, por las razones que fueren, es la realidad que no nos está permitiendo avanzar.
Cada día se hace más evidente la necesidad de un ente que inspire la suficiente confianza en el pueblo venezolano que asuma el rol de mediador entre las facciones verdaderamente opositoras presentes dentro y fuera de la Asamblea Nacional y que lideran a las diferentes corrientes de opinión en pugna.
De las pocas instituciones que han acrecentado su credibilidad popular en estos tiempos de anarquía y absoluta confrontación, está la Iglesia Católica que ha sido enfática en solicitar lo más pronto posible una solución política, económica, social, moral y yo añadiría también militar a la crisis que nos atañe.
Por tanto, aún hoy, reitero como una idea necesaria y útil solicitar a la Conferencia Episcopal Venezolana su intermediación como moderadora de una discusión y resolución obligadas, para lograr un acuerdo dentro del estamento político en momentos en que Venezuela necesita de un esfuerzo honesto, desprendido y trascendental de su actual dirigencia.
Es una demanda nacional que la oposición venezolana dé al país una respuesta concreta, posible, realizable y acorde con las estrategias en curso y alineadas con nuestros aliados internacionales. En momentos en que se sigue mencionando la necesidad de convocar a las FFAA venezolanas a unirse al rescate de la democracia por la vía constitucional, que mejor mensaje para nuestros militares que un acuerdo sostenible entre la dirigencia política democrática desde su concepción hasta que logremos llegar nuevamente a un proceso electoral transparente y apegado a la ley.
Si aspiramos a recibir apoyo más contundente de la comunidad internacional, deberíamos por lo menos escuchar los mensajes que en reiteradas oportunidades nos han hecho llegar en declaraciones, análisis y en general, sobre la importancia vital de unificar criterios, objetivos y estrategias.
Son muchas y diversas las voces que manifiestan que el respaldo internacional ha sido boicoteado por la propia dirigencia. Unos y otros se empeñan en imponer sus criterios sin intentar llegar a un acuerdo.
Por todo lo expuesto, reitero la invitación a mis compañeros de las FFAA activos y retirados, dentro y fuera del país a que se unan a esta solicitud que ya es del clamor nacional y de todos los ciudadanos venezolanos, que desde sus trincheras hagan lo imposible porque nuestra Iglesia asuma este rol y la dirigencia venezolana nos demuestre madurez y consciencia de su responsabilidad histórica.
Creo firmemente, como muchos, que de no lograrse un acuerdo entre las facciones opositoras que hoy parecieran confrontadas, terminaremos por perder los apoyos que internacionalmente se nos ofrecen y que son indispensables para recuperar al país.
Contralmirante
A.R.V.
(Jamás arbv)