DESPERTANDO EL ALMA
MAY 06. REFLEXIÓN DEL DÍA.
(Cristóbal Castro)
Hay una parábola muy interesante y es la parábola del trigo y la cizaña donde encontramos una gran enseñanza para nosotros.
Mateo 13:24-30
Aquí nos Revela que:
Jesús es el Sembrador
i. El campo donde Siembra es el Mundo
ii. Y la Buena Semilla SOMOS NOSOTROS
NOSOTROS SOMOS BUENA SEMILLA
Desde el mismo momento que nos Entregamos a Jesús, fuimos transformados, en Sus Manos
En los versículos 24-25 nos dice: "El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue."
Nosotros estamos acá en la Tierra con el fin de dar buenos frutos, pero durante ese proceso de fructificación la cizaña se encarga de evitar que eso acontezca, y ¿Cómo lo hace? Imitando lo que DIOS hace con nosotros sus hijos.
Nosotros somos semillas que DIOS ha plantado en este mundo para dar buenos frutos para la gloria de Él. Pero muchas veces no nos damos cuenta el potencial que tenemos y el privilegio de ser semillas de DIOS. Para empezar cuando la biblia habla de la palabra "semilla" proviene del griego "sperma" que significa "descendencia" y es la misma palabra que se ocupa cuando hablamos del esperma masculino. Así como la semilla de la patilla proviene de la patilla y como la semilla del mango proviene del mango, así nosotros tenemos una procedencia, ¿Sabes de dónde venimos verdad? Pues ¡claro! de nuestro DIOS, eso quiere decir que no somos cualquier clase de semilla, estamos hablando que somos semillas del Rey de Reyes y Señor de Señores. ¡No eres cualquier semilla¡
Y como toda semilla, está obligada a dar frutos, pero mientras eso sucede hay puntos de ataque que el enemigo siempre se encarga de dañar:
LA SEMILLA: como nosotros somos la semilla, el diablo siempre se encargará que no pasemos de ser una simple semilla, a como dé lugar tratará de destruirnos para no alcanzar nuestros sueños.
EL CRECIMIENTO: durante nuestro crecimiento como creyentes siempre se impedirá que nuestro desarrollo del mismo vaya por buen camino. El hecho que seamos cristianos no nos garantiza que el enemigo dejará de molestarnos, o que los problemas ya no llegarán; al contrario llegarán, pero si estamos bien agarrados de nuestro Padre saldremos victoriosos.
EL FRUTO: cuando comienzas a dar tus primeros frutos, el enemigo se encarga para que ya no sigas produciendo la misma calidad, el único propósito por el cual estamos acá es para dar buenos frutos, porque somos buenas semillas.
Por más desanimado que te encuentres, nunca dejarás de ser una buena semilla. DIOS te mandó para hacerte grande, si no, cual es la gracia de ser sus hijos, si venimos a Él es porque creemos en sus promesas, y sabemos que alcanzaremos sus favores y bendiciones. Ya tienes que saber los frutos que estas produciendo, y lo más interesante es que tú no disfrutas los frutos sino otros, así como el árbol no puede disfrutar sus mismos frutos, así ocurre con nosotros. A nuestro alrededor las personas disfrutarán nuestros frutos, y estos pueden ser: tu profesión, tu servicio en tu iglesia, tus cualidades, dones, entre otros. Sigue produciendo buenos frutos que al final la recompensa viene de nuestro DIOS.
Que DIOS bendiga tu vida.
CUMANÁ, 06-05-2021
Twitter: @aragonzal