Persecuciones, negociación y elecciones
¿Hay alguna relación entre las persecuciones recientes, la negociación entre el régimen y representantes de los demócratas, y las próximas elecciones? Según algunos, el objetivo de la dictadura es sabotear la negociación. Según otros es para desincentivar que los ciudadanos acudamos a votar. En ambos casos el argumento es que al régimen no le conviene negociar y que tampoco haya una votación masiva. Cabe preguntar ¿acaso las persecuciones, es decir los asesinatos, torturas y encarcelamientos son algo nuevo? ¿Podrían las recientes persecuciones impedir la negociación y desincentivar el voto?
¿ A quiénes persiguen? La política de este régimen es intentar perpetuarse en el poder aterrorizando a todos los sectores. Por eso atropellan a quienes defienden su propiedad; a articulistas que critican; a jueces que no se doblegan; a periodistas que informan la verdad; a políticos que luchan para restablecer la democracia; a defensores de derechos humanos que denuncian las injusticias; a tuiteros que divulgan abusos; a manifestantes que protestan por la escasez de productos y servicios; a militares considerados peligrosos y a quienes realizan labor social. Seleccionan a representantes de cada sector. Algunos muy conocidos, otros no tanto. Actúan como terroristas. Para perpetrar sus fechorías, los esbirros armados con fusiles cuentan con la colaboración de esbirros de toga y birrete, es decir de fiscales y jueces.
¿Les importa algo? ¿Acaso les importó dejar morir a Franklin Brito quien solo pedía que le dieran un pedazo de papel reconociendo su derecho sobre una pequeña parcela? ¿Acaso les importó asesinar a cientos de ciudadanos durante manifestaciones pacíficas, entre ellos a José Manuel Vilas, Evangelina Carrizo, Maritza Ron, y a los jóvenes Génesis Carmona, Juan Pablo Pernalete y Rubén González ? ¿Acaso les importó asesinar a ciudadanos presos como a Juan Carlos Sánchez, al capitán Acosta Arévalo y a Fernando Albán? ¿Acaso les importó torturar a la jueza Afiuni y a otros cientos de presos políticos? ¿Acaso les importó detener a miles de ciudadanos, civiles y militares, sin ninguna prueba, entre ellos a la tuitera Inés González, al comunicador social Roland Carreño, al defensor de derechos humanos Javier Tarazona, al dirigente político Freddy Guevara y al teniente coronel Igbert Marín, estos últimos cuatro actualmente secuestrados en las ergástulas del régimen? ¿Acaso les importan los cinco millones y medios de venezolanos que tuvieron que huir del país en búsqueda de seguridad y de mejores condiciones de vida? ¿Acaso les importa la hiperinflación y la escasez de gasolina, diésel y gas?
La negociación A ciencia cierta nadie sabe si el régimen cederá en lo fundamental, como es permitir elecciones regionales acordes con normas internacionales de transparencia y la realización del referendo revocatorio presidencia sin trabas para la recolección de firmas, así como soltar a los presos políticos. Si no fuesen talibanes entenderían que está en su interés ceder, pero quizá se mantendrán en sus trece. Debemos apostar que sean ellos quienes se pongan en evidencia, una vez más, ante la comunidad internacional. Nada perdemos los demócratas con permanecer en la mesa el tiempo que sea necesario. Cierto que el régimen quiere ganar tiempo, pero nosotros no tenemos otra opción a mano.
Las elecciones regionales Las elecciones tendrán lugar. A las mismas acudirá el sector rojo, los alacranes colaboracionistas y también los nuestros. ¿Cuántos de estos últimos? En estos momentos no se sabe. Hay argumentos válidos tanto para abstenernos, como para votar. El principal argumento para no votar es que eso sería reconocer al Consejo Nacional Electoral que no es independiente y a una Asamblea Nacional que lo designó y que no es legítima. Quienes quieren votar alegan que como los demócratas somos una mayoría aplastante, no importa el sesgo del CNE, siempre y cuando tengamos testigos en todas las Mesas. Lo sensato sería esperar a ver si la presión internacional logra condiciones electorales acordes con estándares internacionales. Si no se logran, la dirigencia tendrá que decidir si de todos modos convocará a votar. Un punto para considerar es que, nos guste o no, ya hay candidatos en la calle que son de oposición. También, evaluar si los ciudadanos se guiarán por lo que digan los políticos. Además, si no presentamos candidatos buenos apoyados por todos, el régimen no necesitará hacer trampas.
Las persecuciones son de vieja data y obedecen a que en una dictadura del siglo XXI solo se acepta una pequeña dosis de disidencia para intentar guardar las apariencias, siempre que no ponga en peligro su usurpación del poder. Solo tienen relación con las negociaciones y con las elecciones en la medida en que los demócratas comamos casquillo. Quizá sea oportuno parafrasear a Churchill: negociar y votar son las peores opciones, a excepción de todas las demás.
Como (había) en botica: No estamos de acuerdo con la posible extradición de Rafael Ramírez Carreño, expresidente de Pdvsa. Hay suficientes motivos, pero en la Venezuela actual no tendría un juicio justo, como el que tiene derecho todo ciudadano. Tenemos que ser consistentes. Solidaridad con los pueblos de Cuba y Nicaragua que exigen democracia. Estudios sobre Petróleos de Venezuela y la industria petrolera nacionalizada 1974-2021, es otra importante contribución del distinguido jurista Allan Brewer-Carías. Está disponible en su Blog. El coronel Rubén Darío Bustillos acaba de publicar Guerra entre narcos: el holocausto venezolano. Contiene importante información, está en Amazon. Para quienes gustan de las novelas, el abogado José Luis Méndez publicó Techos rojos, también en Amazon. Lamentamos los fallecimientos de Alba Carreño de González, Richard Rojas, Antonio Briceño Ruíz y Norbis Africano, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!