LAS TIRANÍAS MUTARON
Actualmente el mundo se alista para una nueva guerra, porque un hombre tiene un sueño de unificación de la vieja URSS o por lo menos ese es el pretexto, en tanto, el resto de las naciones arguyen necesidad de recursos minerales para mantener sus economías, sin embargo, nadie toma en cuenta al ser humano como ente central de esta ecuación. ¡Que tristeza! Desde siempre han existido crisis, tragedias e inequidades en el mundo en estos últimos diez mil años de historia casi conocida. Pero ¿Será que la estupidez humana es cíclica? Porque todos sabemos que la fortaleza de los que ostentan el poder radica en la apatía, división e inacción del resto de la población. Un ejemplo de esto, son los conflicto de algunos países y regiones del mundo: Siria (Tras muchas rondas de consultas entre gobierno y oposición en el que han intervenido demasiados actores no se han logrado avances); Libia (existe un enfrentamiento entre dos bandos apoyados: unos por Rusia y otros por Turquía); Yemen (es de vieja data y la guerra civil empeora cada año); Palestina versus Israel (el eterno conflicto étnico-religioso); Sáhara, Marruecos y la política exterior de España (desde noviembre de 2020 se rompió el alto el fuego pactado entre Sáhara y Marruecos y el Frente Polisario que ha bombardeado puestos militares marroquíes, del lado contrario, se han lanzado más de un millar de misiles contra objetivos saharauis); Etiopía (en noviembre de 2020 estalló otra vez la guerra, donde los rebeldes de Tigray luchan contra fuerzas gubernamentales); Mozambique (la violencia ha empujado a miles de personas a huir de sus hogares, debido a la recuperación de territorios y a la dispersión de los grupos terroristas); Nicaragua, Cuba y Venezuela (aquí el totalitarismo como forma de gobierno es más descarado y la población muy pasiva); Rusia contra Ucrania (en el 2014 el territorio ucraniano de Crimea fue anexionado por la fuerza, a Rusia. Aquí juega un papel importante una visión geoestratégica, advirtiendo de la probabilidad muy real de un conflicto de grandes proporciones); por último lo golpes de Estado en Chad, Guinea-Conakry, Mali, Níger y Sudán, además de en Myanmar. En todos se aprecia muy poco amor por la justicia, sabiduría y la razón, solo existen acciones para justificar políticas internacionales que benefician únicamente a los poderosos. El leitmotiv en las reuniones de la ONU, por lo menos en este lado del mundo es el peligro de las pandillas en El Salvador, los carteles de narcotraficantes, los grupos terrorista de Colombia, que operan a sus anchas en Venezuela y Nicaragua, pero son entrenados por asesores cubanos, rusos, iraníes y cualquier otro vicho con uñas que se mueva y respire.
En conclusión las tiranías mutaron en corporaciones multicrimilanes empleando la omisión, descontextualización, tergiversación de la información y el terror como parte fundamental de la alienación. La geopolítica no tiene nada que ver con la ideología, porque no existe un espejismo perfecto que disfrace un régimen totalitario en demócrata. Sólo para aquellos incautos e iletrados que son el blanco ideal de las campañas idiotizadoras comunicacionales. Entonces el clamor a los cuatro vientos es que el problema no son los tiranuelos de turno, porque siempre mueren, es la apatía, pasividad e ignorancia de los pueblos ante los desmanes ocasionados por los sátrapas con investiduras de personeros políticos, militares de alto rango o cualquier pseudo ilustrado que los justifique.