¡¡¡CESE DE LA USURPACIÒN CRIMINAL!!!
¡¡¡FUERTE GOBIERNO DE EMERGENCIA Y TRANSICIÒN!!!
¡¡¡ELECCIONES EN PLENA LIBERTAD!!!
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE GUSTAVO PETRO
AMÉRICA TODA EXISTE EN NACIÓN
09 AGOSTO 2022
Señor
GUSTAVO FRANCISCO PETRO URREGO
Cuadragésimo segundo presidente de la República de Colombia.
Tengo el honor de dirigirme a Usted, en la oportunidad de felicitarlo y desearle los mejores deseos de éxito en su gestión, en el logro de la paz y felicidad definitivas para los pueblos colombiano, venezolano y de Latinoamérica.
Sr. presidente quien le escribe muy respetuosamente estas palabras, es un ciudadano venezolano, oficial naval en retiro y en exilio forzoso por oponerme desde 1998 al régimen revolucionario bolivariano convertido hoy en un Grupo Delincuencial Organizado Transnacional y en la mayor aberración que el pueblo venezolano haya sufrido.
Luego de escuchar y tomar nota de su discurso al asumir posesión del cargo de presidente, debo expresarle que le tomo la palabra y me atrevo a presentarle mis humildes impresiones, reflexiones y exhortos, desde mi condición y experiencia vivida.
En principio, Sr. presidente le confieso que los dos quiebres que tuvo, y que salieron de sentimientos profundos suyos; uno al inicio sobre el que le genera la espada de Bolívar y, el segundo casi al final cuando se refiere al mensaje que le expresó la joven durante la campaña en la sierra nevada de Santa Marta; me tocaron profundamente, porque percibí, como usted, los mismos sentimientos muy míos, cada vez que me imponen unos símbolos patrios modificados que no son los de la República de Venezuela, ante los cuales no juré nunca y cuando recuerdo el mensaje de un joven libertador venezolano que protestaba en el año 2014, el cual decía: "mamá me voy a marchar por Venezuela, si no regreso es porque me fui con ella". Le expreso estas analogías porque para mí fue imposible abstraerme de la aberración bolivariana, de su vecino país, mientras usted reseñaba la de Colombia.
Sr. presidente, es imposible no estar de acuerdo con gran parte de su discurso y del decálogo que estableció. El asunto está en cómo implementará sus acciones y qué entendemos e interpretamos todos y cada uno de quienes escuchamos sus palabras, dentro y fuera del suelo colombiano, y en base al tiempo vivido y sufrido o no, por pretender expresar y exigir a los detentores del poder, las mismas ideas, ilusiones y sueños de paz, prosperidad, justicia y oportunidades, totalmente negados al pueblo en la república bolivariana, condenándolo a lo imposible, a no tener futuro en un país de la muerte, sometido a un estado que comete crímenes.
Cuando usted reseña: muertes, ausencia del estado y falta de sueños, eso es lo que vive el pueblo en la república bolivariana; cuando exige a los narcos que dejen de matar, es lo que hemos estado exigiendo al régimen criminal bolivariano, no sólo con respecto a los narcos, sino a los órganos represores del mismo régimen (milicias revolucionaria, digesin) y no sólo que dejen de matar, sino también que dejen de ofender, vejar, torturar, violar y aterrorizar al pueblo, sufriendo en carne propia la negación de protección del estado y la falta de acción del resto de los estados de la región en cuanto a facilitarnos el apoyo ejerciendo el derecho a proteger a un pueblo maltratado, cayendo muchos en la hipocresía, que usted denuncia.
Sr. presidente, en cuanto a su orden principal sobre el combate a la corrupción, pues qué quiere que le diga, la república bolivariana a desarrollado lo que he llamado la forma de corrupción degenerativa alienante, en la cual han involucrado a varias generaciones de ciudadanos y grupos familiares, hasta un nivel tal que no son capaces de entender la magnitud de su daño, ni de dilucidar qué es corrupto y que no. Destrozando toda capacidad de producción, trabajo, conocimiento y generando la mayor superinflación de la historia de Venezuela. Todos los países, antes más pobres que Venezuela, ahora están mucho mejor, caso aparte el de Haití.
Con relación al uso de las FAN junto al pueblo, para potenciar el desarrollo del país, también tenemos un ejemplo pésimo, con un resultado final tan nefasto como el del resto del país. Las FAN, especialmente sus altos mandos, terminaron siendo convertidas en fuerzas revolucionarias, corruptas, inmersas en negocios relacionados con el narcotráfico, minería ilegal, tráfico de personas, y vinculadas a los grupos criminales y terroristas que normalmente delinquen en esas "especialidades".
Sr. Presidente, le exhorto a calibrar muy bien el uso de las FAN. Obviamente que éstas pueden participar en toda actividad que resguarde la: defensa nacional, el patrimonio nacional y que contribuya al desarrollo integral de un país, protegiendo y garantizando la seguridad tanto de las actividades como de los ciudadanos que las ejercen, sobre todo en las zonas en las cuales no es rentable ni es negocio para el sector productivo, pero sin involucrarse ni obtener contraprestaciones por los bienes producidos, los cuales deben ser exclusivamente de los ciudadanos a los cuales se apoya con facilidades logísticas y de seguridad y protección. Una visión diferente de la participación de las FAN, involucrándolas en el negocio o, como se ha disfrazado en las últimas décadas con el concepto de la "autogestión" para "aligerar" el presupuesto de defensa, es una abominable opción, en principio; porque la FAN termina desnaturalizándose y corrompiéndose al ser un competidor del sector productivo pero con inmensas ventajas; y, además porque una FAN constitucionalmente constituida, al servicio de la política de seguridad y defensa de un país, no debe ni puede sostenerse con ninguna forma de autogestión, puesto que en el mejor de los casos, se lograría cubrir menos del 10% del presupuesto formal mínimo necesario, para cubrir los costos de organización, operación y mantenimiento.
Sr. presidente, como ha podido ver, sus palabras han reseñado los males que, según usted, sufría Colombia desde hace décadas, y por supuesto, han propuesto las líneas de acción para lograr el gran cambio en esta segunda oportunidad. Pues bien, con todo respeto le puedo afirmar que, con esas mismas líneas de acción, pero, interpretadas y ejecutadas, por el régimen bolivariano desde el 1999 hasta hoy, a una Venezuela que no padecía todos esos males antes de su transformación en la república bolivariana, ésta se ha degenerado al país de miseria, muerte y migración forzada, que nunca pensamos viviríamos los venezolanos. En ese sentido, le ruego mantenga las condiciones favorables para los casi dos millones de compatriotas que han logrado un nuevo comienzo esperanzador en Colombia.
Sr. presidente Gustavo Petro, todos, pero todos, esperamos que usted convierta a Colombia en el país de vida, progreso, equidad, próspero y desarrollado bajo un estado de derecho y justicia social. En ningún caso queremos pensar que la llevará a convertirse en otra república bolivariana. La diferencia estará en las acciones, no en las palabras del discurso inicial. Que la Divina Providencia ilumine su camino su gestión, y lo cuide junto a su familia.
Muy respetuosamente;
Daniel Comisso Urdaneta
Contralmirante
A.R.V.
(Jamás arbv)
IMAGEN SUPERIOR: Gustavo Petro, por cortesía de WIKIPEDIA
NOTA DEL EDITOR: Transcripción.