"Debemos agotar todos los recursos para que Igbert siga viviendo."
Saludos. Joshua el Nazraní pasó 40 días y con cuarenta noches ayunando en el desierto. Se le apareció Satán y le ofreció todo el poder, todo el dinero, toda la gente. Sólo tenía que arrodillarse y alabar al Opositor. Joshúa rechazó todo, derrotando al Maligno. Todos los hombres, valientes y cobardes, tenemos que improvisar ante el momento de la muerte, así que no es nada meritorio morirse por morir, en cambio si es meritorio vivir para hacer el bien y reducir el dolor de los demás, por encima de la aspiración del poder en todos sus sabores y versiones.
Pero el era si no el hijo de Dios, por lo menos era un gran profeta y soportó sus cuarenta días con sus noches. En cuarenta días empiezan a salir las secuelas del hambre y en muchos, la muerte. Si era el Mesías o no, no es materia de discusión, si algo lo convirtió en Christus (ungido) fue el episodio de los cuarenta días.
Yo sé quién es el coronel padre de Igbert y es un hermano en las armas y compañero de bregas académicas, Igbert no es el christus, sino un gran soldado, lo que al fin de cuentas, es lo que yo más valoro. Aunque a veces sea una tara.
Yo no pienso que nadie que no aboga porque Igbert no muera ni quede inutilizado o inválido, no sostendrían esa opinión si fuese un hijo propio*, eso es una constante venezolana: *que se mueran los hijos de otro, pero los míos no.
Igbert no puede resucitar y debe aceptar que no debe seguir enamorado sólo. La matria o la patria lo ha abandonado, o por lo menos, la mitad que manda y tiene poder sobre la vida y la muerte de todos los venezolanos.
Los malagradecidos de hoy, no van a cambiar para mañana, lo que vendrá será el olvido. Si olvidamos las grandes obras de los hombres, ¿Cómo vamos a recordar las inútiles?.
El año pasado advertí a todos que Igbert no amenazaba sin tener la voluntad de cumplir su amenaza, el gobierno, haciendo demostración de su falta de respeto a la legalidad, no ha cumplido la orden judicial que daba lo mínimo que un preso puede aspirar y ni eso le han dado.
El sufrimiento quedará a sus padres, a su esposa, a sus hijos y a todos los que conocimos, los totalitarios y los estúpidos se alegrarán, los primeros porque un gran adversario se eliminó él mismo y los segundos porque tienen un héroe para un día donde enjuagar su estupidez.
Debemos agotar todos los recursos para que Igbert siga viviendo, nadie puede alabar a Dios desde la tumba ni salvar la patría desde el más allá.
"Ningún cadáver de un soldado alemán ha salvado NUNCA AL PADRE PATRIA" Reza un refrán prusiano.
Ni de ningún país del mundo.
Madrid 27dic22.
Martín Lon Blanco.
Martín Lon Blanco
Consultor SAP Logística. Fuente: LINKEDINREMISIÓN: Eduardo Caldera Gómez. Twitter: @gagarin50
FOTOGRAFÍA: Tomada del perfil Twitter de @SebastianaB