El modelo económico de Maduro.
Enrique Meléndez.
Según Nicolás Maduro, en el país se ha desarrollado un nuevo modelo económico, y entonces dice que ya van 9 trimestres de crecimiento de la producción nacional. He allí lo que se conoce como un manejo estadístico de la realidad. No hay que pasar por alto que se ha venido dando una especie de luna de miel entre los gremios empresariales y el gobierno; uno diría, en una forma muy abyecta, por parte de los primeros, donde se observa que al empresariado el gobierno lo ha puesto de rodillas; contrario a la época en que una asamblea anual de Fedecámaras, no sólo contaba con la participación de ministros del gabinete ejecutivo; sino que, además, cada evento se llevaba amplios espacios noticiosos en nuestros medios de comunicación; no se olvide que Fedecámaras se dio el lujo de tumbar un gobierno en este país, a la cabeza de Pedro Carmona Estanga; pero a quien lo signó el principio de Peter: lograr la meta y, luego, mantener ese logro, y ya se sabe lo que pasó con este señor; con el perdón de la digresión, de modo que el gobierno le ha dado algunas concesiones al empresariado; sobre todo, en materia de combate al contrabando que, según el empresariado, se ha acrecentado en los últimos años en el país a todos los niveles, y cuyos productos van, en especial, al mercado informal y esto ha permitido que algunas cifras se muevan hacia arriba; aun cuando esa especie de boom; que fue, más que todo publicitario, que se vivió hace unos dos años; cuando se decía que en Venezuela las cosas se habían arreglado, a propósito de un crecimiento de 17% del PIB, que se registraba en el momento, no está presente hoy; cuando más bien se habla de un estancamiento del mismo.
Lo otro es que Maduro tampoco especifica cuál tipo de modelo económico ha sido ese que se ha desarrollado; aun cuando admite que la iniciativa privada es clave, para la reactivación del aparato productivo. Si de verdad, tuviera fe en lo que dice, lo primero que haría sería convocar a todos aquellos empresarios, que fueron víctimas de expropiaciones e invasiones; sin haber sido indemnizados, como se lo hizo ver María Corina Machado a Hugo Chávez en una oportunidad, que siempre se recuerda, y devolverle su propiedad, junto con la debida asistencia financiera y técnica a cada uno; sólo que Maduro no está en condiciones de llevar a cabo tal propósito; primero, porque al hablar en el aire, sin fundamento en que apoyarse, para referirse al nuevo modelo económico, que su gobierno ha puesto en marcha, supuestamente, en el país; a pesar de las "sanciones hambreadoras" del "imperialismo norteamericano", no está sino delirando, o sea, no abriga dicha intención: una característica muy del populismo, que se basa en la promesa demagógica; segundo, no tiene recursos, para responder, en ese sentido. No hay que pasar por alto que unas 12 mil industrias, que estaban en plena operatividad, para el momento de la llegada de Hugo Chávez al poder, hoy son chatarra, decía, o de las cuales sólo quedan unas dos mil, y de allí que se hable de un cementerio de galpones, que antes fueron fábricas, sobre todo, de la industria manufacturera en las zonas industriales de Aragua y Carabobo y otros estados, y las que sostenían una sinergia con las industrias básicas de Guayana: hoy también vueltas chatarras, o que sólo un 35% de la capacidad de producción del campo está activa, asediada por el hampa rural, la matraca en las carreteras, el contrabando, las cargas impositivas del Estado, la falta de gasoil, para mover las maquinarias y el transporte de la mercancía; además de la falta de garantías jurídicas y económicas.
Eso es lo que explica que el ingreso del venezolano se haya reducido a menos de cuatro dólares. Una realidad que se le escapa a Nicolás Maduro, quien vive flamante en Miraflores, junto con su "Cilita"; como le dice ahora, contento con las estadísticas positivas, que le traen del ministerio de Finanzas. Buen bailarín de salsa el tercio; además de buen cantante, por lo demás. Quiero decir, despreocupado de ese penoso tema relativo a la pobreza del venezolano; cuyos ingresos son demasiado precarios; lo que demanda una recomposición del salario, y la verdad sea dicha que no cuenta con recursos para hacerlo, y tiene, precisamente, que hacerle frente a ese tipo de compromiso, al que él quiere pasarle por un lado, y así tú ves en el transporte público una fauna de sujetos, vendiendo toda clase de mercancía; en especial, exquisitos chocolates de imitación de grandes marcas, que llegan de Turquía y la India: contrabando, seguramente, y que te los ponen en tus manos por diez bolívares, cuando en el quisco valen 25 (por el cómodo precio, dicen en lugar de módico), y lo que uno supone que detrás de su importación se mueve una mafia de uniformados de alto rango; es decir, aquí se une mercado informal con contrabando: ¿el modelo económico de Maduro? Gente desempleada, y que se ve que la necesidad la ha llevado a moverse en ese mundo; que no ha tenido oportunidades en la vida; porque ha nacido en un país en ruinas, con recuerdos tristes de un pasado alegre, como reza el lugar común, que le cuentan sus padres; pues no hay que olvidar que este gobierno ya lleva casi dos generaciones; si contamos de quince en quince; una fauna que fue expulsada del Metro de Caracas, porque fue asesinado uno de los vendedores, que deambulan los vagones pregonando su mercancía, por luchas de territorios, pero que todavía proliferan en las flotas autobuseras, y a lo largo de las avenidas comerciales de nuestras principales ciudades; donde tú encuentras, ya no tanto bisutería, sino toda clase de mercancía, que también un 80% ha entrado de contrabando. Difícil, en ese sentido, que al empresariado se le haga caso; pero, al fin…
REMISIÓN:
De: Enrique Melendez O. melendezo.enrique@yahoo.com
Date: dom., 3 de diciembre de 2023 9:27 a. m.
Subject: artículo.