Colección: Relatos.
COMENZÓ CON LA MUERTE DE LA NOCHE VIEJA…
César J. Sánchez León
Van a cumplirse 45 años de aquel día…! Sobre ello y de otros hechos próximos a esa fecha, que guardo en mi memoria casi con total fidelidad. Fue el 1º de enero de 1958.
Siempre he creído que la narración más cercana a los verdaderos acontecimientos, que como demonios se desataron en aquella fecha, la ha hecho Laureano Vellenilla Lanz hijo, en su libro "Escrito de Memoria"…porque además de la agradable y ágil prosa narrativa del autor, fue testigo de primera mano de los sucesos y porque su versión, aún desde una visión parcializada como todas las presentadas hasta hoy, luce como la más auténtica.
En cuanto a mí, recuerdo con nitidez sorprendente los hechos más resaltantes de los que fui testigo o tuve directo acceso horas o días después, de aquella jornada que comenzó, para la historia contemporánea de Venezuela, a las seis y veinte de la mañana…
En un tocadiscos de pequeño gabinete, en la sala de un pequeño anexo de una casa, la Nro. 31 de la Plaza de La Pastora, oía embelesado en la melodía y con ella en los recuerdos, a Dorys Day, cantante norteamericana de los años cincuenta y protagonista de varias películas, éxito de taquilla entonces. Recuerdo que había un tema en uno de sus discos de larga duración, por el que me sentía especialmente atraído: "Shaking the blues away"….Y justamente, en esos momentos en que la canción era repetida por enésima vez, en la soledad amanecida de ese primer día del año, donde se percibían lejanos gritos de trasnochadores y frenazos de autos en lontananza, en una ciudad todavía pequeña que se negaba en ese amanecer a dormir la ebriedad y buscar el descanso del baile fatigante de la noche vieja, en tanto yo disfrutaba de la tranquilidad y del recuerdo repetido de un amor juvenil, el rumor muy lejano pero de un sonido muy familiar surgió, de repente, sin precisar yo en el primer momento, de dónde….
El Vampiro voló casi rasante hacia el este…para luego sentir yo, más que ver, con la imaginación de un joven alférez de aviación, cómo describía un viraje por la derecha y devolviéndose, sobrevolaba la parroquia…Cruzó como si lo hiciera sobre la Iglesia de la Divina Pastora y raudo silbó su turbina sobre el cuartel San Carlos, a unas dos o tres cuadras de mi casa…
Agucé el oído ante un repentino silencio sobreviniente. Oí en un momento, como cuando "está pasando un ángel", un silencio espeso… el tiempo se detuvo pero sin yo saber por qué, pegajoso y presagioso. Entonces ya nada hubo…
" Mierda..! Es un Vampiro", me dije… no! Más bien un Venon…No, no. Definitivamente es un Vampiro… que vaina tan rara!" ¿Quiénes son los pilotos jóvenes del Escuadrón de Caza 35? Me pregunté. Y algo me "supo mal" sin precisar en lo absoluto, por qué… Maquinalmente detuve el disco en su girar, lo guardé en su funda de papel marrón claro y cartón y apagué el equipo.
Justamente, el tronar de la turbina del avión en vuelo rasante, fue el aviso - sin saberlo aún - para quienes lo percibieron y para el país, que una nueva etapa de la historia venezolana estaba por comenzar… todavía sin saber nadie, cuáles serían sus consecuencias…
Dieciocho minutos después, el Subteniente José "Said" Bargraser Iglesias, a través del micrófono embutido de su máscara de oxigeno, llamó a la torre de control de la Base Aérea El Libertador en las afueras de Maracay, para decir que estaba próximo al punto inicial y que comenzaba así la fase de aproximación y aterrizaje. Para el joven piloto, el vuelo que acababa de realizar carecía de auténtico contenido político conciente: era, simplemente, un espectacular vuelo rasante sobre Caracas… donde, seguramente, puso especial esmero en cruzar sobre la casa de su novia y ocasionarle un sobresaltado despertar… Era, simplemente, pensaría José, el cumplimiento de una orden dada por el Mayor Edgar Suárez Mier y Terán...y nada más. Bajó el tren de aterrizaje y los flaps y se reportó en final para tocar sobre la pista 10.
Serían las diez y tantos minutos de la mañana de aquél primer día del año, y mientras Radio Maracay 930 AM, lanzaba al aire toda clase de grillos y proclamas de esas que parecen grabadas y engastadas en oraciones manidas, para usar en ciertos momentos de la historia política de los países del tercer mundo, dos caza bombarderos Sabre F – 86F, entraron a la pista 10 de la Base Aérea El Libertador… y recibieron autorización para despegar…
Mientras los cadetes radicados en Caracas, recibíamos instrucciones de esperar a las ordenes del Oficial Jefe de los Servicios de la Comandancia General de la Aviación en El Silencio, los dos Sabres cruzaron sorpresivamente sobre las Torres del Centro Simón Bolívar, allí muy cerca de la terraza donde estábamos nosotros, viraron por la izquierda sobre San José y La Pastora e iniciaron desde el oeste de Caracas el patrón de ametrallamiento contra el Palacio de Miraflores … y en cada pasaje de los dos o tres que hicieron, ejecutaban al salir de ellos, acrobacias sobre sus ejes longitudinales! Tragedia y show!!
Ya sabíamos, desde mediodía, que quienes más presentes estaban en Miraflores y acudieron los primeros, eran muchos civiles cercanos al régimen: José Giacopini Zárraga, Rafael Pinzón, Raúl Soulés Baldó, Fortunato Herrera ("El Platinado"), Arturo Brillenbourg, etc.etc. Algunos ministros habían llegado todavía en traje de etiqueta, el mismo que habían utilizado para la recepción del Cuerpo Diplomático durante la Noche Vieja. Muchos - en medio del ratón - no se habían enterado del vuelo del Vampiro madrugador!
Un bombardero a hélice lanzó unas bombas sobre el edificio de la Seguridad Nacional…Allí donde esta ahora el Caracas Hilton. La bomba de quinientas libras no explotó…después se sabría el exacto motivo: el sub oficial encargado de manejar la mira Norden M - 9 de la aeronave, soltó el proyectil en salvo, ex profeso, para que no se activara la espoleta. Con todo, el inmenso semi cilindro de acero abrió por el impacto, un enorme hueco en la calle…
Una columna de caza -tanques humeantes y lentos, marcha desde el Cuartel Rafael Urdaneta en Catia, donde ahora están los patios principales del Metro, al mando de un Teniente Coronel con gran prestigio en el Ejército. Todavía no se sabe por qué, ni nunca habrá explicación para ello, pero el hombre en vez de dirigir sus tropas y tanques contra Miraflores, su objetivo evidente por rentable y decisivo para sus propósitos, lo cual era más que obvio y hubiera provocado el derrumbe del régimen, sin desgaste humano ni material, "se deja de ruidos" y se dirige sin hacer pronunciamiento alguno, a Maracay (¿?). Alguien en Miraflores, después se supo, lo comparó con el "Mocho" José Manuel Hernández quien a comienzos del siglo, siendo ministro de Cipriano Castro en Caracas, se fue para el interior del país a declararse en armas contra su jefe… Pero, ¿por qué?
La columna hace forzada y definitiva escala en las afueras de Los Teques. Los oficiales se comen las hayacas en la casa del gobernador de Miranda, un tal general Néstor Prato Chacón, pero en calidad de desagradables y forzados invitados que asaltan la nevera familiar. El "gober" ni corto ni perezoso se ha puesto a buen resguardo mientras afuera, en la carretera, los tanques resoplan recalentados y tripulados por soldados inexpertos.
El Presidente Pérez Jiménez se dirige en la noche al país y anuncia "la marcha de tres poderosas columnas sobre Maracay".
Poco rato después, los cabecillas de los complotados, abordan el avión presidencial: el para entonces ya más que famoso Douglas DC - 4 denominado "La Vaca Sagrada" que en minutos, lentamente, busca la cabecera de la pista 08 de la Base Aérea de Boca de Río para despegar… Dos o tres horas después, se sabe que ha aterrizado en Barranquilla, Colombia. Y así llega el punto final de ese día.
Ese 1º de enero de 1958, fecha en que se alzó nuestra Fuerza Aérea, fue una buena demostración de improvisación; de falta de planificación y de cómo en Venezuela las cosas más delicadas, ayer como hoy, se hacen sin pensar mucho y sobre la marcha, haciendo así honor a la filosofía que, muchísimos años después, puso en boga en una telenovela de RCTV, el personaje Eudomar Santos:"según como vaya viniendo vamos viendo".
Santa Fe Sur, 30 de diciembre de 2003.
REMISIÓN: Carlos García Contreras.