Muchas personas piensan, que la “locura revolucionaria” puede ser detenida por el cuerpo militar, otros lo ven como una utopía y dicen que el Socialismo se estableció; pero existen recelos. Algunos dirigentes en el ámbito político, quieren catalogar el militarismo reinante en el régimen, como el “gobierno militar de Chávez” y repudian mencionar a una posible Junta Cívico Militar. Si los políticos tienen dudas, los ciudadanos también. Así digan que no es igual Chavísmo que izquierda light o democrática, la razón no convence, porque los que alientan los ánimos del “iluminado de Sabaneta,” provienen de un sector izquierdista. El proyecto político de Hugo Chávez esta basado en una revolución pacífica, pero armada y sus seguidores antes aborrecían el sector castrense y ahora se adosan la posesión de las armas. Por eso le preguntamos a los militares activos ¿De quien son las Armas? Indudablemente, de la República.
Las armas fundamentan la asociación, de los ciudadanos, según Aristóteles. Se conciben para la Paz y no para la Guerra y se descarta la idea del sometimiento hegemónico basado en su posesión. Su concepto se interrelaciona con otros elementos que contribuyen con las condiciones existenciales de los Estados. Lo hacen con “las Subsistencias,” para garantizar la alimentación de la población. Con “las Artes,” para discernir el conocimiento de las ciencias y el empleo militar adecuado. Con “la Abundancia de riquezas,” para influir en el animo y comportamiento de elementos ajenos que pretendan controlar el patrimonio. Con el “Culto divino” que desecha de plano el fundamentalísmo religioso y los cultos a la personalidad. Con “la Decisión,” que persigue tener la certeza, la cordura, la inteligencia y el arte para emitir instrucciones de su empleo. Con el “concepto de ciudadano” para garantizar la paz, la estabilidad, la sobrevivencia, la integridad territorial, el cumplimento de las leyes, la Soberanía y la preservación de la forma de gobierno adoptado en el Contrato Social.
En todas las sociedades del mundo, las instituciones castrenses están llamadas a preservar la paz y garantizar los intereses de los Estados. Los militares en todo momento deben estar prestos a la plena observancia de tres grandes conceptos: Prudencia, Vigor y Arbitraje. La Prudencia sirve para controlar, regular, seleccionar y conocer a los que tiene el privilegio de portar las armas. El Vigor es el elemento único que puede contrarrestar la acción o apetencia de quienes manejan las armas, bajo cumplimiento de órdenes superiores. El Arbitraje es aplicable a los ciudadanos que se le encomiendan las armas de una república, a fin puedan discernir el momento que le exige fungir como reguladores en las intenciones, de sostener o derribar gobiernos.
En Venezuela, el régimen de turno ha tomado las armas, como elemento existencial de una revolución, Marxista, Leninista, Troskista, Guevarísta, Castrista, Chavísta o Ceressoleana, subordinando al Estado. Las mismas se han colocado al servicio del mandatario y se pretende utilizar para conminar a la población a fundamentar una asociación en una comunidad de corte Socialista. El concepto de posesión de las armas ha superado la noción de vigor y ha traspasado la potestad de arbitraje de la organización en quien funge como su comandante en jefe y la puede llevar al despeñadero. Sí el cuerpo castrense, no esta de acuerdo con él, al final: Desaparecerá o logrará su total descrédito ante la comunidad nacional, como ya sucede.
Los militares venezolanos en servicio activo, ante el momento aciago que vive la patria deben estar consientes que en el ámbito político y en algunos sectores de la Sociedad Civil, “no quieren saber de militares.” Ellos están en el deber ineludible de catalogar la verdadera situación del país. Por ello, rechazamos rotundamente que en la era revolucionaria la institución militar, sea instada a sumarse la consigna política de: “Patria Socialismo ó Muerte” No es cierto que el juramento militar de “defender la patria y sus instituciones hasta perder la vida, si fuese necesario,” sea lo mismo que pregonar la forma de muerte en pro del Socialismo. Lo uno, implica el sacrificio de la vida por la Patria y lo otro justifica el arrebato de la existencia por razones ideológicas y allí la “la muerte” es un castigo por la disidencia.
Quien se desempeña en forma fraudulenta como presidente, y en la FAN conocen de eso, puede generar una actuación colectiva en perjuicio de los que él considera que atentan contra su proceso de revolución y tendría consecuencias impredecibles. Los militares activos deben reconocer que el cierre del canal de televisión RCTV marca un hito en la decisión soberana del país, por la defensa a su libertad de escoger y de elegir. En la FAN se deben quitar la venda o las gríngolas revolucionarias para observar que al sacar del aire, la señal de Radio Caracas Televisión también indudablemente marca el ocaso del reinado del monarca que nos oprime a nombre de una revolución.
Acudimos a la instrucción militar persuadidos de saber que la capacidad, el patriotismo y el auténtico nacionalismo pueden evitarnos la debacle. Apelamos a conocer cual es el carácter de la FAN como elemento de la revolución. Tenemos el derecho a saber, si los principios básicos de Disciplina, Obediencia y Subordinación, fueron sobrepasados
Exigimos el respeto a los derechos de disentir, elegir y vivir en paz porque no constituyen causales para llevarnos al Campo de Batalla ó al Paredón, por órdenes de su enloquecido comandante. Esperamos que en los profesionales de la FAN subsistan la inteligencia y la sensatez que permita reivindicar la Patria. Estamos seguros que la Instrucción Militar recibida en las auténticas: Fuerzas Armadas Nacionales de la República de Venezuela, pronto les permitirá, asumir su responsabilidad con la Nación।
Cita: “Los militares instruidos y buenos son muy pocos y muy preciosos”
Simón Bolívar
Coronel (AV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 25 de Mayo de 2007