Da tristeza observar al esquizofrénico Hugo Chávez Frías proferir amenazas contra los miembros de la Fuerza Armada Nacional. Pero da pena ajena, ver a los comandantes de componentes, instruir a las unidades superiores y subalternas para adoptar el lema: “Patria, Socialismo ó Muerte.” Se institucionaliza su uso, para hablar con los superiores y realizar los actos castrenses. La cuestión repercute en el sector “institucional” que en presunto rumor, esta dispuesto a detener la locura, en clara defensa del valor, la riquezas, las ciencias y las virtudes de los ciudadanos de la Nación. ¿Será verdad?
Los militares venezolanos se encuentran ante una disyuntiva histórica. Obedecer ciegamente las instrucciones de su desvergonzado comandante en jefe o atender y respetar las normas generales de convivencia cívica y democrática. Esto último pasa definitivamente por desechar la obediencia manipulada. Renunciar a continuar siendo “cómplices” de los que pretenden imponer el Comunismo y por ende destronar al Reyezuelo que por voluntad de algunos facinerosos de la FAN, políticos de un sector de la oposición y el CNE, transformaron de Usurpador, en “amoroso” Fraudulento.
Cuando a los militares se les conmina a abandonar la carrera, si no se comulga con el socialismo patriotero y vagabundo, se atenta contra la ya deteriorada estabilidad del país. Se les está forzando a propiciar una rebelión militar o se les estimula a aflorar sus preferencias políticas. Si de derechos políticos se trata, constitucionalmente entendemos que los miembros de la FAN están facultados para sufragar, pero no pueden pertenecer a ninguna organización partidista y menos aún obedecer a parcialidad política. ¿Que pasaría si un grupo de militares se pronuncia en desacuerdo con la política militar de Hugo Chávez en la FAN? ¿Los botarán? o se les forzará a suscribir una caución, para respaldar al socialista, indigenista, disfrazado de teniente coronel del Ejército.
De lo que queda sano del cuerpo castrense tiene que salir la posición de echar por la borda la observancia política “revolucionaria” que sustenta el régimen de la logia cívico militar de delincuentes. Las FAN como milicias, no las necesitamos. A los uniformados les asiste el derecho soberano de eximirse del yugo maniqueo de la falsa disciplina castrense, que hoy los convierte en traidores de la patria. Los subyuga como esclavos de un sistema socialista y los identifica como vasallos de un Reyezuelo que en base al autoritarismo, el totalitarismo y el militarismo redime a toda la población civil.
Hugo Chávez no quiere hablar de la presunta disidencia en la FAN y mucho menos reconocer su existencia. Ya no son los militares que en Abril de 2002, buscaron desenmascarar al Estafador de multitudes. Tampoco son aquellos que el 22 de octubre del referido año, concertaron una disidencia pacifica en la Plaza Francia de Altamira. Estos, armados de un micrófono, una tribuna y la difusión de ideas, consolidaron una unión cívico militar, que impactaba en la prensa, la radio y la televisión y eso aún en la revolución, duele. Ahora se trata, de la tan esperada reacción castrense, que repudian las órdenes de “incendiar” el país, en defensa de una revolución sin sentido y derrotero.
Ya no son las voces de la desobediencia instigadas por el Imperio Norteamericano, según Tribilín. Son las reacciones del descontento. Las posiciones silentes ante el atropello del País, que estimulan a aflorar los acallados gritos de libertad, desde los cuarteles y sus ecos se inspiran en la pulcritud del ánima de los fusiles de la Nación. Ahora no es la acción de la FAN bolivariana y revolucionaria, contra opositores. No es un espaldarazo a Chávez; sino un zarpazo contra él. No estamos obligados a creerlo, ni mucho menos a aceptarlo, pero sería prudente visualizar la actitud del orate que nos desgobierna, si ahora se manifiestan Oficiales Generales con mandos de tropas, barcos, tanques, tanquetas y aviones rechazando la conversión de la FAN en “bolivariana,” indicando el deterioro gradual y progresivo de la moral, el espíritu de cuerpo y la disciplina de la institución y a la par, denunciando la presión del comunismo, el tráfico de drogas y la guerrilla internacional que adorna, la nefasta gestión de Hugo Chávez.
La presunta desobediencia esta presente en los cuarteles y eso atormenta e inquieta al “iluminado de Sabaneta de Barinas.” Me van a dejar todo a mí, se le oye decir, confundiendo sus arbitrarias funciones con los deberes, derechos y atribuciones que debe brindar el Estado. Me podría dar otro infarto, atina a susurrar. No soy el Chávez permisivo del 2002. “Pásenlos al retiro,” cacarea. En sus delirios sobre el airbus, vuelve a manifestar. ¡Estoy solo! “No hay un general del nivel superior que los dé de baja.” El sabe que si los hay. Existen muchos atornillados al proceso, corruptos de corazón y ladrones sin estupor, que sin sentimientos volverían a desmembrar la FAN.
Pero hay un detalle. ¿Cuál seria el motivo para “destituir” a los militares del servicio activo? Ninguno. Por eso, se estimula una rebelión para forzar la causa. Hasta ahora, a nadie pueden “botar” ni colocarle como falta real en el expediente: “Negarse a la consolidación del Socialismo.” A los revolucionarios les aterra el hecho que algunos militares se pronuncien como opuestos a la conversión de la FAN y rechacen la politización, el totalitarismo, la arbitrariedad y el militarismo. ¿Se activaran la formas de atacar, vilipendiar, descalificar o fabricar causas, para frenar el descontento en las unidades militares? o ¿Los mandarán al paredón?
Claramente en la FAN también se está formando un PSUV. Pero no tiene nada que ver con el locuaz partido. Por el contrario, es una especie de Posición Soberana Única de Venezuela, que en voz y acción de hombres de uniforme “lavarían” la afrenta y echarían por sus fueros a Hugo Chávez y sus Secuaces. ¡Habría que verlo! Pero el loco lo sabe y se muestra intranquilo. Se le acelera el corazón. Se le descontrola la tensión arterial. Se le afecta el estomago. Tiene molestias en los intestinos, y se le acrecienta las afecciones cerebrales. ¿Andarán en eso? Se habla de seguimiento, infiltración y se activa la “cacería de brujas.” Hay “señalamientos” para amenazar a los profesionales con relacionarlos con lo altos jefes revolucionarios, retirados de la FAN; envueltos en corrupción. Desde esos niveles se advierte: ¡Si caemos nosotros, tú también te hundes!
La persecución sigue a cargo del G-2 Cubano. El hostigamiento bajo control de la DISIP y la vigilancia permanente como tarea de la DIM. Le temen a que aflore el potencial del alma de los militares venezolanos, para luchar por la Seguridad de la Nación, restituir la disciplina, fomentar el amor a la patria, rescatar la probidad, establecer responsabilidades, actuar contra los opresores de la Nación y devolver la LIBERTAD al país, deteniendo al Reyezuelo, Hugo Chávez.
Cita: “Valor, riquezas, ciencias y virtudes: éstas son las cuatro potencias del alma del mundo corporal; éstas son las reinas del universo”
Simón Bolívar
Coronel (AV) Sammy Landaeta Millán
Caracas, 10 de Mayo de 2007.