La fuga de cerebros es irremplazable
Antes de empezar a desarrollar la
columna deseo felicitar a Estefanía Fernández que ayer entregó la corona
del Miss Universo y en su despedida formal mostró orgullosamente
nuestra bandera de 7 estrellas, mientras la besaba con lágrimas en los
ojos. No olvidemos que en el 2009 después de ganar el concurso
universal, se negó a ser recibida por el sátrapa de Miraflores y ayer se
despidió del magno evento dándole en la madre con ese gesto
invalorable. Digna representante de la mujer venezolana: inteligente, bella y con guáramo.
La tarea titánica que nos tocará
emprender con la finalidad de recomponer el tejido social de la patria
después del derrocamiento del enajenado mental devenido en dictador plenipotenciario, tomará como
mínimo una década. Desde mi punto de vista, Chávez y su castro-chavismo
criminal nos dejarán tres variables calamitosas y muy difíciles de
superar, ellas son: un país dividido y
polarizado, una criminalidad e impunidad exponencial y una fuga de cerebros irremplazable.
La fuga de cerebros constituye la
mayor tragedia que cualquier nación deba soportar. Cuando un profesional
abandona su país en busca de mejores oportunidades, la patria pierde una neurona que difícilmente
podrá ser sustituida. Cada persona posee un valor y una
cualidad única que no pueden ser reemplazadas por nadie, y que en
términos generales, constituye gota a gota el gentilicio y la savia de
una nación.
No existe un número oficial que pueda
dar luces acerca de la cantidad de compatriotas que en los últimos años
han abandonado el país, pero podemos inferir que la cifra debe estar
cercana al millón y a lo mejor hasta lo sobrepasa. Solamente en el Sur de la Florida se
contabilizan hoy en día más de 300 mil venezolanos. La mayoría
de ellos son jóvenes profesionales que llegaron atados de manos y que
después de afrontar las penurias del exilio, se han convertido en
engranaje fundamental de la economía de la Florida.
Cientos de profesionales que formaban
parte integral de nuestra industria petrolera y que fueron botados como
animales por el régimen castro-chavista, trabajan hoy en día en
transnacionales americanas, asiáticas y europeas siendo remunerados de
manera envidiable, en cargos importantes y con beneficios insuperables. Son hijos de la patria que difícilmente
volverán y si lo hacen, tendrán a Venezuela como lugar de vacaciones y
nada más.
Cuando analizamos la situación actual
del país con cabeza fría y entendemos que el porvenir inmediato y a
corto plazo de la patria es nefasto, emigrar pareciese ser la única
solución inteligente.
Las generaciones de relevo que no
tienen futuro con Chávez y ven en la oposición venezolana a una manada
de castrados colaboracionistas que en vez de enfrentar al régimen, lo legitiman cada año aceptando elecciones
trucadas sin testigos en la sala de totalización, sin observadores
internacionales y con el Registro Electoral Permanente envenenado hasta
la médula, no ven la luz al final del túnel y prefieren largarse
indignados y hastiados de tanta desidia.
¿Cómo
puede un joven venezolano pensar en un futuro promisorio en un país
donde secuestran a más de 40 personas al día y asesinan en promedio a 60
ciudadanos cada 24 horas? ¿Cómo se le puede exigir a un recién graduado
que piense en su patria y no emigre cuando observamos a diario a un
enajenado mental que transmutado en dictador se defeca en los
empresarios, en el estudiantado, en los obreros, en los empresarios y hasta en la propia iglesia sin repercusión
política o moral alguna?
¿Con qué cara le podemos exigir a
nuestros jóvenes que no abandonen el país en busca de una mejor vida si
nuestra inflación es la más alta del mundo occidental y cada día que
pasa el régimen expropia y cierra más empresas? ¿Qué joven desea vivir
en un país de profesionales taxistas que arriesgan su vida a diario
porque firmaron en contra del dictador hace
6 años y todavía la famosa lista Tascón les cercena el derecho al
trabajo de manera fascista y criminal?
Personalmente he sido testigo de
varios familiares y amigos menores de 30 años que han abandonado el país
y que no pretenden regresar así Chávez fuese derrocado en el 2010. El
común denominador siempre es el mismo: la
inseguridad, el dinero que no alcanza y una oposición que no representa
al electorado. Siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo:
Después de que el dictador sea derrocado, la oposición también será
pulverizada en cuestión de meses; se
han convertido en mercaderes de ilusiones rotas y el pueblo no se los
perdonará.
Mi
consejo a los jóvenes que todavía están indecisos es el siguiente: Chávez será derrocado
por la vía violenta y si no están dispuestos a formar parte de la RESISTENCIA PATRIOTA, deben abandonar
el país o conformarse con las migajas que regala el régimen comunista.
Abandonar el país no quita méritos y desde afuera también se puede
luchar en contra de la dictadura, de hecho, el
exilio siempre ha sido determinante en el derrocamiento de los tiranos y
con Chávez no será diferente.
“Todo lo que tiene valor en la sociedad humana depende de
la oportunidad que se le dé al individuo para desarrollarse”
Albert Einstein
¡Patria, Democracia y Libertad!
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24-08-10
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