DESPERTANDO EL ALMA
ENE 06. REFLEXIÓN DEL DÍA.
¡TOQUÉ A LA GAVIOTA!
Cumaná, 06-01-2023
Twitter: @aragonzal
DESPERTANDO EL ALMA
ENE 06. REFLEXIÓN DEL DÍA.
Cumaná, 06-01-2023
Twitter: @aragonzal
Hispanoamérica, Enero de 2023.
Mientras Maduro siga en el
poder Venezuela no saldrá de la crisis que la agobia
Cap.
(Ej) Mgs. Ismael Márquez
Por todos los esfuerzos que haga el
Narcorégimen de vender la imagen y falsa sensación de que todos los problemas
en Venezuela se han solucionado, la realidad siempre termina por imponerse y es
que haciendo uso descarado de los recursos económicos que disponen producto del
robo a la Nación y del narcotráfico como el contrabando de materiales
preciosos, se han dado a la tarea de contratar artistas internacionales para
que brinden sus dantescos espectáculos rememorando aquella vieja premisa romana “Pan y Circo” donde lamentablemente
siempre hay pobres y mediocres que caen en la jugada.
No
conforme con ello observamos con rabia y frustraarrechera como los llamado
opositores se comportan como prostitutas y a la vez putas de baja calaña por
unas cuantas monedas para favorecer al Tirano genocida ante el pedófilo de los
EEUU. Este 2023 no augura nada bueno para Venezuela, ya que el 2022 puede
señalarse como el año donde más se retrocedió en cuanto a libertades se
refiere, ya que en los llamados diálogos de México o mejor dicho prostíbulos de México, se le dieron todo tipos
de concesiones al Tirano Genocida, pero éste nada ofreció a cambio y su
´posición se fortaleció como el gorila que es.
Esto
es producto de que no existe oposición política en Venezuela, ya que los partidos políticos de
la plutocracia prostibularia han sido factores determinantes en el
fortalecimiento de la tiranía de Maduro, quienes a pesar de las oportunidades
que brindaron en el 2019 la Comunidad Internacional al fallecido Interinato,
éste no hizo más que engañar y estafar a los venezolanos y burlarse de los jefes de Estados de Hispanoamérica al hacerse
pasar como la salvación de Venezuela, resultando en el peor fiasco de nuestra
historia contemporánea, este el legado que deja Juan Guaidó Márquez, además de
haber salido de la pobreza gracias al robo de la ayuda humanitaria de Monómeros
y las ganancias de Citgo.
Ahora
se pretende hablar de unas supuestas primarias que lo más probable es que no se
realicen, sino que se llegue a un consenso entre los partidos prostibulario, lo
cual no significará nada porque las elecciones de 2024 serán un completo fraude
porque dictadura y tiranía no salen con votos, tal vez el único caso fue el de
mi general Augusto Pinochet en Chile. Pero Maduro ni su cartel de criminales
entregarán el poder en elecciones y ello lo han hecho saber hasta el cansancio,
quedando sólo la alternativa de la lucha armada para poner fin a la tragedia de
Venezuela.
Todos
debemos estar claro que Venezuela no recuperará su bienestar social y económico
mientras esté ese asesino, narcotraficante y genocida colombiano usurpando el
poder y manteniendo a más de 25 millones de venezolanos secuestrados y a 7
millones en el exilio.
LAS COMUNAS DE ESCARRÁ. La mano que mece la cuna. Por Angel Alberto Bellorin.
DESPERTANDO EL ALMA
ENE 03. REFLEXIÓN DEL DÍA.
Cumaná, 03-01-2023
Twitter: @aragonzal
Humberto García Larralde, economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela, humgarl@gmail.com
El año que comienza encierra un formidable desafío para los venezolanos demócratas: construir una fuerza política lo suficientemente amplia, incluyente y enraizada en las aspiraciones de las amplias mayorías que asegure su confianza, requisito para forjar una victoria electoral en 2024, y poner así fin a lo que ha sido, sin duda, el peor gobierno de Venezuela desde que los proventos del petróleo permitieron la consolidación del Estado nacional. Elemento importante habrá de ser, desde luego, la culminación exitosa del proceso de primarias entre las fuerzas opositoras para escoger un candidato unitario que pueda encarnar las esperanzas de esas mayorías. Habrá de resultar, necesariamente, de una conducción certera del liderazgo político, capaz de capitalizar las ventajas inherentes a la propuesta de cambio y reducir las vulnerabilidades que ha permitido a la dictadura prolongar su poder.
Lamentablemente, el año arranca con mal pie. Una representación mayoritaria de la Asamblea Nacional electa en 2015, conformada por los partidos AD, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, acordó cesar la Presidencia Interina (PI), obviando la importancia de conservar la legitimidad constitucional frente al régimen de facto. Al violentar el ordenamiento de nuestra Carta Magna, éste se convirtió en dictadura. Recuperar la democracia implica, por tanto, apelar a la Constitución para rescatar las instituciones que fundamentan los derechos que le dan contenido. Dado el fraude electoral de 2018, la fórmula residió, como sabemos, en su artículo 233. Establece el nombramiento provisional del presidente de la Asamblea Nacional en ese cargo ante la inexistencia de un presidente (legítimo). Por tanto, como han reiterado meritorios juristas, el interinato que recayó en Juan Guaidó no deriva de las atribuciones de la Asamblea Nacional, sino de la Constitución. No corresponde a aquella cesarlo si aún persisten las condiciones que le dieron origen. Es inconsistente, además, que una Asamblea que argumenta legitimidad en términos similares al de la PI –alegando que la elección de la Asamblea madurista no fue válida (constitucionalmente)— ignore tal fundamentación cuando se trata de deshacerse de la PI. Peor aún, en su decisión crea un Consejo de Administración y Protección de Activos que pretende arrogarse potestades de resguardo y ejecución de activos nacionales mantenidos en el extranjero, propias del poder Ejecutivo. Al quebrantar el precepto básico de la división y autonomía de poderes, viola de nuevo la Constitución. ¿Ante quién rendirá cuentas este consejo, quién lo controlará?
Para superar de manera expedita el problema del deterioro percibido en la legitimidad política de Guaidó en la PI, los tres partidos deciden acabar con uno de los elementos decisivos que deben distinguir la opción opositora ante el gobierno de facto de Maduro: su legitimidad constitucional. No pretenden estas líneas hacer un balance del interinato. Coincido, con muchos, en que se cometieron graves errores que terminaron atrincherando más a Maduro. En retrospectiva, es relativamente fácil señalarlos. Está el caso del pretendido alzamiento del 30 de abril de 2019 sin contar con las condiciones que asegurasen su éxito. Se entiende que una acción de esta naturaleza no puede someterse a la consulta democrática, ¿Pero fue una decisión exclusivamente personal? Porque es también fácil olvidarse, interesadamente, del entusiasmo y apoyo que, en sus comienzos, suscitaron muchas de las posturas asumidas desde la PI. Al asumirse como poder legislativo legítimo, la Asamblea electa en 2015 debía haber evaluado y controlado la acción de la PI para reducir su vulnerabilidad ante el asedio antidemocrático. Por ejemplo, los señalamientos en torno a la gestión de Monómeros --nunca bien aclarados--, no dio lugar a medidas. Se evidencia, por ende, que la pérdida de legitimidad política se extiende a la oposición en general.
Repito, es fácil, en retrospectiva, señalar yerros, más cuando se comenta desde la distancia. Pero ello no impide exigir un mínimo de consistencia cuando se tome una decisión de trascendencia política, como la tomada por los tres partidos en cuestión, en vez de echarle todo el muerto a Juan Guaidó. Si la Asamblea electa en 2015 se considera legítima, es porque reclama el derecho a asumir las responsabilidades que conciernen al poder legislativo, a pesar del desconocimiento del gobierno de facto. Entre éstas estaría designar un nuevo presidente (de la Asamblea) y, por tanto, a quien le toca ejercer la PI, o fijar límites claros a su gestión, sujetos a la rendición adecuada de cuentas. La caída en la aceptación popular de todas las fuerzas opositoras, no obstante el hecho de que la inmensa mayoría sigue rechazando al gobierno de facto, es señal clara de que comparten la pérdida de legitimidad política. Se perciben incapaces de conectarse con las aspiraciones y problemas reales de la gente. Inspiran poca confianza. Y menos ahora cuando su incapacidad de procesar diferencias políticas en su seno sin desestimar el orden constitucional, dejan entrever la prevalencia de intereses subalternos.
Las fuerzas democráticas enfrentan a un régimen que abdicó de su legitimidad al conculcar, con la complicidad de un tsj írrito, las potestades del Poder Legislativo electo en 2015 y al pretender perpetuarse con procesos electorales amañados que niegan la alternabilidad. Este atropello a la institucionalidad democrática fue acompañado de un despliegue de acciones represivas ante la protesta ciudadana, con saldo de muertes, torturas y persecuciones. Este irrespeto abierto a los derechos humanos ahondó aún más su ilegitimidad, ahora también en términos éticos y de justicia. Finalmente, la ausencia de contrapesos y la anuencia de un poder judicial cómplice les allanó el camino a muchos "revolucionarios" para entrarle a saco a las arcas públicas, destruyendo los servicios básicos a la población y condenando a las mayorías a niveles de miseria impensadas en un país con los recursos petroleros de Venezuela. La "tapa del frasco" dictatorial ha sido al atropello o cierre de medios de comunicación independientes, más de 100 radiodifusoras en los últimos meses.
La violación abierta del orden constitucional por parte del régimen de facto de Maduro ha provocado su rechazo por parte de gobiernos democráticos de Europa y América. Ello se ha concretado, entre otras cosas, en sanciones a quienes han sido señalados como violadores de derechos humanos y de atentar contra la democracia, o de estar incursos en lavados de dinero o tráfico de drogas. Pero también en negarle a la actual gestión de Maduro, en atención a su ilegitimidad, el manejo de recursos de la nación ubicados en algunos de esos países. La legitimidad constitucional de una representación nacional alterna, la de la PI, ha sido factor tomado en cuenta para esta determinación.
Es obvio que los países desarrollados tienen sus propios intereses, pero también –al menos entre las democracias más importantes—que la defensa de valores y principios liberales de convivencia y respeto a los derechos humanos constituyen un activo que aprecian, pues aumenta su ascendencia (softpower) ante aquellas naciones que buscan, de ellas, liderazgo e inspiración. No siempre logran conciliar ambos aspectos, pero en el caso venezolano, el apego a la Constitución por parte de las fuerzas democráticas les facilitó asumir una postura consistente con la defensa de los activos de nuestra nación en el exterior ante la voracidad de los apetitos expoliadores de quienes controlan el poder. Limó en algo el alcance de la acusación de injerencia parcializada proferida por parte de regímenes dictatoriales amigos de Maduro.
Ahora que las circunstancias internacionales se han alterado por la invasión rusa a Ucrania y por la amenaza percibida por algunos en el empoderamiento de China, cabe preguntarse si, ante los avatares de la lucha democrática en un país de menor importancia, seguirán prevaleciendo decisiones que amparen los bienes nacionales de la voracidad chavo-madurista o se impondrán cambios en razón de otros intereses estratégicos en EE.UU. y la UE. Estamos hablando de CITGO, del oro de las reservas venezolanas custodiado por el Banco de Inglaterra y de otros activos.
No ayuda en nada reclamar soberanía sobre estos activos a partir de un ente que consume la violación del ordenamiento constitucional, como es el Consejo de Administración y Protección de Activos. Tampoco la pretensión de superar las incomodidades e insuficiencias de una PI poco presta a una gestión consensuada, recurriendo a procedimientos reminiscentes de la politiquería que tanto daño causó a nuestra democracia en el pasado. ¿Así se construye la unidad que desplazar al fascismo?
REMISIÓN: Sergio Sáez.
Ahora que eliminen la Asamblea Nacional del 2015
Por: Humberto González Briceño
La decisión de la mayoría de los miembros de la Asamblea Nacional del 2015 de eliminar el llamado gobierno interino no busca enmendar los errores del Interinato y menos los de la falsa oposición. La clara intención que tiene ahora el G3 de arrebatarle el control de los activos de Venezuela en el exterior a los operadores de Voluntad Popular es la mejor evidencia que estamos frente a un simple ajuste de cuentas.
La naturaleza política de la Asamblea Nacional del 2015 es la misma del ya fenecido gobierno interino. Al estar ambos integrados por operadores partidistas que se han beneficiado de "ser oposición" no se podía esperar una diferencia sustancial más allá del cambio de siglas y colores. La Asamblea Nacional del 2015 se ha manejado en la misma obscuridad que amparaba al Interinato a la hora de rendir cuentas. Ambos demostraron la más absoluta incompetencia a la hora de articular una verdadera política de oposición para enfrentar al chavismo y sacarlo del poder.
Hoy la mayoría del G3 (Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) en la Asamblea nacional del 2015 se alzan contra el gobierno interino que ellos mismos fraguaron con Voluntad Popular por diferencias en el manejo y el reparto de los recursos asociados al Interinato donde la gestión de los activos de Venezuela en el exterior parecen ser el botín más preciado.
No se le puede hacer el juego a franquicias partidistas como Voluntad Popular (López), Vente Venezuela (Machado), Alianza Un Bravo Pueblo (Ledezma), Encuentro Ciudadano (Solórzano) y Causa R (Velázquez) entre otros quienes nos quieren obligar a tomar partido en la dicotomía entre buenos y malos donde los buenos serían el Interinato y sus epígonos y los malos los partidos del ahora G3. En esencia estos partidos que también se han beneficiado del negocio de ser una oposición conveniente al chavismo igualmente coinciden en la defensa del régimen político y pseudo legal de la Constitución chavista de 1999 la cual siempre invocan para basar su propia legalidad.
Estos partidos que ahora lamentan con nostalgia la desaparición del Interinato comparten responsabilidad en el fracaso de la falsa oposición que nunca pudo construir una política viable y efectiva de confrontación con el régimen chavista ni desde el llamado gobierno interino ni desde la Asamblea Nacional del 2015.
Se puede entender las razones prácticas que tendría VP para llorar amargamente por el desmantelamiento del Interinato y el adiós a los buenos tiempos de "embajadores" y "asesores" que se dieron la gran vida viajando por el mundo con dineros de los venezolanos. Pero las motivaciones de los socios minoritarios del Interinato (Vente, ABP, EC, y LCR) no resultan claras sobre todo cuando todos ellos están dispuestos a salvar al gobierno Interino de las graves acusaciones de corrupción en la que ellos seguramente no participaron.
La argumentación pseudo jurídica ofrecida por el G3 para desmantelar al gobierno interino basada en el vencimiento del periodo por el cumplimiento de lapsos legales también podría y debería ser aplicada a la misma Asamblea Nacional del 2015 cuyo periodo, según la Constitución chavista de 1999 que ellos defienden, ya estaría igualmente vencido.
Pero como lo que está en juego es quien se queda con el botín de los activos de Venezuela en el exterior veremos al G3 apelar por la misma lógica que en su momento usó VP: La legalidad y funcionalidad de la AN 2015 se prolongará hasta que en Venezuela haya elecciones libres, o sea por tiempo ilimitado. Y con ella la insólita pretensión de seguir manejando los activos en forma arbitraria y por tiempo ilimitado.
Desde la perspectiva de millones de venezolanos que ven con indiferencia y desprecio este ajuste de cuentas en las entrañas de la falsa oposición las razones políticas que justifican la desaparición del Interinato son las mismas que funcionan para eliminar la Asamblea Nacional del 2015. Ambos representan rotundos fracasos en el propósito de cambiar al régimen político chavista y compiten vigorosamente para superar en tiempo y eficiencia los ya colosales niveles de corrupción del chavismo.- @humbertotweets