El actual régimen gubernamental en Venezuela constantemente pretende establecer una diferencia entre la población, dividiéndola en dos grupos; los “peones del imperio” y los “miembros de la revolución”. Poco a poco muchos compatriotas han ido cayendo en el juego y se manifiestan abiertamente de dos maneras; los opositores a ultranza a Chávez y los más chavistas que Chávez.
En el seno de la pretendida revolución todo lo bueno viene de Cuba y en el lado opositor campea un termino fundamental: “La cubanizacion”, en ese sentido, se hace preciso que no nos quedemos en el termino sino, adentrarnos en sus causas, sus acciones y efectos orquestadas directamente por un siniestro personaje político, doctor en derecho, que ha conducido un proceso revolucionario en su país y mediante sus principios ideológicos ha apoyado procesos similares en otras latitudes, me refiero a Fidel Castro Ruz, conocido internacionalmente en el ámbito revolucionario como: “Fidel”.
Venezuela no ha escapado a la intervención de la mano del líder izquierdista caribeño, este se anotó en el proyecto revolucionario de Chávez, tomo partido en el proceso y ahora manda y comanda en el ámbito socio político, económico y militar de la nación con la anuencia del líder revolucionario venezolano Hugo Rafael Chávez Frías, personaje que ostenta la primera magistratura nacional motivado a un fraude electoral.
Con la licencia que nos permitió el insigne escritor venezolano Arturo Uslar Pietri, en el uso del vocablo podemos decir a los cuatro vientos: Todos los días sale un “pendejo” a la calle, el que lo agarre es de él. Salió Hugo y lo agarro Fidel.
Fidel no ha escatimado esfuerzos en obtener beneficios por intermedio del petróleo de nuestro país, de sacar provecho mediante “asistencia técnica, en salud y en deportes” y en consecuencia actúa, en detrimento del patrimonio venezolano. Pasa factura echando mano de sus ansias de poder y dominio en América latina, expresa su resentimiento anti imperialista y deja ver su frustración por la contundente derrota que le propinó el gobierno venezolano de Rómulo Betancourt al logra expulsar a Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA), basado en la demostración de un desembarco de tropas cubanas en nuestras costas, cerca de la población de Machurucuto, Estado Miranda en los anos 60.
El año pasado mediante la asistencia a un seminario en Washington, pude constatar personalmente que la bandera de Cuba ocupa su sitio en el salón de honor de la OEA, como testigo imperecedero de una republica que estuvo, esta y estará en ese lugar cuando ese pueblo hermano retorne a la libertad conculcada por causa del Fidel.
Es importante acotar que los partidarios de “castrismo” sucumben en oportunidades degenerando en el “fidelísimo” lo cual también en el país político nacional se empiezan a ver estos efectos, prueba de ello lo constituye el hecho de que “Jhon Jairo” dirigente de los círculos bolivarianos en Barcelona, Estado Anzoategui declara por televisión, no ser “chavista” sino “hugista”. Pero el hecho no esta en ese fanatismo exacerbado y extremo del culto a la personalidad, lo que debe mantenerse en la mente de todo los venezolanos es que “Hugo” con fuerza y nombre de huracán devastador, dio paso a la invasión sistemática, dio paso a la penetración cubana en Venezuela y ahora las directrices de Fidel no se deben ver como mera cubanizacion, castrismo o fidelísimo sino lo que verdaderamente es; la intromisión del Castro comunismo en Venezuela.
El país nacional debe de una vez por todas despertar ante el hecho señalado y estar preparado para defender individual y colectivamente el patrimonio que nos lego la gesta emancipadora; “la libertad”, hoy mancillada, vulnerada y constantemente amenazada.
La presencia, la ideologización y el control fidelista se ve en escuelas, liceos, universidades, en la salud, en el deporte, en la seguridad, en el ámbito político, en los cuarteles de la FAN, se ha llevado al campo petrolero, al económico y se pretende llevar hasta los retenes penitenciarios del país. También es importante destacar que dentro del legado patrimonial o la dote revolucionaria de Venezuela a Cuba por sus servicios y contribución al establecimiento del régimen Castro Comunista, se incluye la activación de una oficina del Banco Industrial de Venezuela y otra de Petróleos de Venezuela, en la Habana, para “facilidades” y el disfrute del dictador caribeño. ¿Hasta donde llegara la traición a la patria orientada por el usurpador de Miraflores, Hugo Chávez Frías?
Considero particularmente que los venezolanos no estamos en el momento de detenernos a preguntarnos como defendernos, sino que debemos evaluar a conciencia el futuro que les espera a nuestros hijos y nietos si no actuamos a tiempo. No es tiempo de esperar “lideres” seamos en cada calle, edificio, barrio, urbanización, pueblo o ciudad nuestros propios lideres, internalizando que llegó el momento de la libertad en Venezuela, debemos asumirlo así, comenzando por rechazar de plano, que las manos de Fidel Castro Ruz estén metidas en todas las decisiones del país por culpa de unos bandidos resentidos, frustrados y traidores a la patria, miembros de la izquierda derrotada, encarcelada y pacificada, ahora liderados por un infiltrado en las filas de las Fuerzas Armadas Nacionales que hoy tristemente nos desgobiernan.
Sin el animo de caer en el plano de ser xenófobo, cada cual debe tener su posición frente a la invasión cubana en forma de Castro comunismo y adoptar una especie de “decreto de guerra a muerte” con respecto a la presencia e intervencionismo de Fidel en los asuntos de nuestro país.
No nos detengamos a pensar que es muy difícil hacerlo, ya que el trabajo esta hecho; la cercanía e identificación de Chávez con Castro hacen que le régimen se repudie solo, porque la gran mayoría del país no cree en Castro, ni mucho menos cuando Hugo Chávez lo menciona amistosamente como “Fidel” porque ese tratamiento no tiene eco en nuestra población, ni ningún asidero afable en la comunidad nacional por su trayectoria de dictador, violador de los derechos humanos y enemigo del sistema político venezolano.
En síntesis, no podemos sucumbir ante los ideales y catequización de los que “aman a Fidel”
Debemos expresarles enérgicamente: ¡Fuera Fidel de Venezuela!
Debemos repudiar la intervención del “asesino caribeño” en asuntos nacionales.
Debemos rechazar a Fidel en su imagen, su presencia y su intromisión.
Debemos mantener presente que los culpables, tanto el ciego, como el que le pretende dar el “bastón de mando” deben ser juzgados, aprendidos y encarcelados.
Finamente, sobre todo, debemos desmostar como país, que estamos perfectamente convencidos y persuadidos de que no dudaremos en instalar y someterlos al arbitraje de un tribunal popular al estilo del abogado Cancino, para aplicar los correctivos y lavar la afrenta de traición y entrega del patrimonio y la soberanía de la Nación.
Simón Bolívar
Coronel (AV) Sammy Jesús Landaeta Millán
Caracas, 24 de Mayo de 2005
Caracas, 24 de Mayo de 2005