D.I.M. Por: Sammy Landaeta Millán.
En los cuerpos de Seguridad del Estado hay nerviosismo. En sus procedimientos, se aprecia que viven viendo fantasmas y sus actuaciones no se compadecen con el respeto a la dignidad y a los derechos humanos de los ciudadanos. Se causan lesiones y muertes innecesarias a diversas personas y obviamente, se lleva la tragedia, el llanto y el luto a muchos hogares de la sociedad venezolana.
El día jueves 30 de Junio asistí a un foro patrocinado por el Frente Institucional Militar y la Fundación Orión en él se debatió, el juicio contra el General en Jefe (EJ) Lucas Rincón Romero, por los sucesos del 11 de abril de 2002. El evento se realizó en un conocido hotel capitalino con invitación abierta a todo público. Para sorpresa de los asistentes fueron descubiertos dos funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar (D.I.M.), que filmaban el evento y tomaban fotos de la mayoría de los presentes. La situación no causó mayores inconvenientes y la asamblea mediante votación mayoritaria, aprobó la moción de solicitar el juicio al mencionado General en Jefe. La actividad también destacó algo curioso: Parecería que a los venezolanos se nos olvidó lo ocurrido el 4 de Febrero de l992. Pero el desgobierno revive día a día el 11 de Abril del 2002, para arremeter contra muchos ciudadanos y ciudadanas, amparándose en la nueva “versión revolucionaria” de los sucesos.
Con antelación referí en uno de los foros de noticierodigital, una impresión sobre la marcha de 24 de Junio hacia la Embajada de Cuba; en esas notas, también acoté que un día antes mientras tratábamos de colocar una pancarta de invitación a la concentración, en el puente que conduce hacia Caurimare, se presentó una comisión de la D.I.M. donde un funcionario enfurecido, gritando y amenazando con una pistola en la mano nos conminaba a mantenernos en el sitio, donde nadie podía abordar los vehículos mientras ese cuerpo tomaba nota de las placas y de los presentes, no dando oportunidad de dialogar. Dicha situación molestó a una estudiante universitaria y se enfrentó de palabras al funcionario agresivo. Quizás esta joven hubiera sido la primera en perder la vida si no hubiésemos estado en un sitio abierto, alumbrado y con muchos testigos.
Tuve la impresión de que el funcionario en cuestión, por su comportamiento demostraba presuntamente haber consumido alcohol o algo que alterase su conducta, pero normal no estaba. El procedimiento no era el adecuado, razón que me motivó a hablar con otra persona que parecía ser el jefe de la comisión, quien al final la retiro del sitio.
La conducta de funcionario inicial, no es propia de personas de un cuerpo investigativo, pertenecen a una nueva casta de individuos que ingresan a cuerpos policiales simple y llanamente con las credenciales de ser del nuevo “Ejército robolucionario forjador de capitales”, de estar al servicio del régimen, de ser afectos al pretendido proceso revolucionario, o ser miembros de agrupaciones paramilitares o parapoliciales que se denominan tupamaros, carapaicas, ayacucho, maisanta, milicias cubanas u otros. El requisito principal es el de estar en capacidad de cumplir la misión de defender a ultranza el régimen oprobioso que sustenta la invasión Castro Comunista hacia Venezuela.
Con el ajusticiamiento de tres estudiantes de la Universidad Santa María la situación se agrava para la D.I.M., la comisión estaba dirigida por el Mayor (EJ) José Baldomero Peña Carrillo, quien comandaba una veintena de miembros de ese cuerpo. Estoy seguro que el referido mayor, señalado también como anterior carcelero del G/D (GN) Felipe Rodríguez, no tiene ningún conocimiento de seguridad ciudadana y desconoce los procedimientos y técnicas para la instalación de alcabalas móviles en áreas urbanas. Ningún manual táctico orienta a que no se identifique el sitio y a que los funcionario usen capuchas o pasamontañas. ¿Serán procedimientos regulares de la D.I.M.? Según Marcos Chávez director del CICPC en entrevista con Pedro Penzzini Fleury, condenó el hecho, reconoció tener funcionarios involucrados en la masacre, pero adujo que ellos no usan ese tipo de implementos. ¿Por qué los funcionarios de la D.I.M. esconden sus rostros? ¿Son funcionarios ó delincuentes?
Señor General Director de Inteligencia Militar, se hace urgente la necesidad de que depure la institución y la coloque al servicio de la Nación y no de un régimen totalitario. Tome cartas en el asunto y revise los procedimientos que sus funcionarios están llevando a cabo en la ciudad de Caracas, porque ya hay indicios de amenazas contra humildes ciudadanos y comienzan a observarse las prácticas de retención ilegal de personas, que luego de amenazarlas, son conducidas en un recorrido sin fin por diferentes partes de la capital.
En la marcha organizada por la Defensa de los Presos y Perseguidos Políticos que se condujo hacia la Fiscalía General de la República, el sábado 02 de julio, un funcionario armado de la D.I.M. tomaba fotografías y fue descubierto por los marchantes y se presentó una situación de persecución, en su huida, ese señor cual hombre araña, remontaba techos y paredes no sin antes apuntar y amenazar a unos ciudadanos con su pistola 9 mm. ¿Hay necesidad de infiltrar en una marcha pacífica, a funcionarios de la D.I.M., armados?
Casi todos los días, en los alrededores de la Plaza Francia de Altamira se identifican a personas y vehículos de la D.I.M. No entiendo que están buscando. Lo que si entiendo es, que los elementos básicos para la planificación estratégica de la defensa del pretendido proceso revolucionario Castro Comunista, no lo van a encontrar ahí, pero pueden fabricarlos; mas aún si los funcionarios internos actúan como "cancerberos” del régimen y los externos se conducen como “perros de presa”. Consiente estoy que no todos los funcionarios actúan con aires de ligereza, arribismo y ambición y expreso el respeto que se merecen las personas formados en técnicas y procedimientos investigativos que actúan bajo preceptos institucionales y constitucionales.
Alerto a la Comunidad Nacional e Internacional que de presentarse alguna situación que involucre lesiones o muertes a miembros de la sociedad civil en la Plaza Francia de Altamira nuevamente, la responsabilidad es exclusiva del usurpador de la Presidencia Hugo Chávez Frías y su brazo ejecutor de funcionarios que amparados bajo una placa, un carnet y un porte de armas, disparan primero y averiguan después y lo que está a la vista, no necesita anteojos. La masacre del barrio Kennedy, involucra directamente a funcionarios de la D.I.M. y genera indignación en la sociedad venezolana.
Señor General Director de Inteligencia Militar, pronúnciese, actué, investigue el delito de ASESINATO dentro de esa institución, a fin de que podamos encontrar la verdad y se establezcan las responsabilidades a que hubiere lugar. Si las presiones y los compromisos de Ud. con el régimen, son insalvables, en nombre de la patria: ¡RENUNCIE!
Cita: “La impunidad de los delitos hace que estos se cometan con mas frecuencia: al fin llega el caso en que el castigo no basta para reprimirlos”
Simón Bolívar.
Sammy Jesús Landaeta Millán.
Coronel Aviación.
CIV-3.441.697
Email: sammylan@yahoo.es
Caracas, 15 de Julio de 2005