Hugo Chávez, el patrocinante y motor financiero del ALBA, ha hecho innumerables esfuerzos para tratar de que Manuel Zelaya retorne al poder, desde amenazar a Honduras con una intervención militar, hasta organizar toda la "claqué" de la izquierda casposa internacional para condenar de "golpista" al nuevo gobierno hondureño dirigido por Roberto Michelitti.
No obstante, a cada hora y cada día que pasa esta pretensión es mas remota y se consolida la certeza de que en Honduras ha funcionado el equilibrio de poderes, según el cual, la actuación oportuna, efectiva y rápida de los poderes Legislativo y Judicial, con el apoyo institucional de las F.F.A.A. hondureñas, impidió que Manuel Zelaya se llevará por delante la democracia garantizándose su reelección, algo que está considerado como delito de traición a la patria por esa misma Constitución hondureña que se ha hecho valer.
Por supuesto, esta hipótesis le quita el sueño al golpista Chávez, a Castro, Correa, Ortega y Evo, quienes ven que algo similar podría ocurrirle a éllos, Mesías perpétuos o violadores de las constituciones de sus respectivos pueblos.
Pero cabría preguntarse, cuál es la verdadera razón de la angustia y desesperación de Chávez y los suyos?
Ellos se han procurado las reformas constitucionales que de alguna manera les blindan su permanencia en el poder, controlan los poderes públicos, se han reelegido o están apurando pocesos de reelección, que era lo que pretendía Zelaya con su frustrada consulta. Y además, manipulan los procesos electorales y utilizan mecanismos que les garantizan resultados fraudulentos, inapelables jurídicamente.
Obviamente, a lo que temen estos "criminales de estado" es a ese derecho natural de rebelión de los pueblos contra los dictadores violadores de su carta fundamental, que aunque no esté recogido en algunas constituciones, no deja de ser fuente de reconducción de su vida política.
En el caso de Venezuela este derecho de rebelión está establecido en el artículo 350 de la Constitución Bolivariana, que marca de manera indubitable el camino que le queda al pueblo de Venezuela para librarse dél déspota que la gobierna, que controla los poderes públicos lo que impide una salida "a la hondureña", o cierra la vía democrática con el secuestro que ejerce del voto libre y secreto, pero que no podrá impedir que el derecho constitucional de rebelión se manifieste.
La Constitución Venezolana del 99 garantizó la estabilidad del régimen ante eventuales contingencias, ordenando que las faltas temporales y absolutas del Presidente sean cubiertas por su Vicepresidente; sin embargo ante el ejercicio del derecho de rebelión, esta disposición deja de tener efecto, pues el Vicepresidente es tan responsable como el presidente de la situación de secuestro colectivo en la que se encuentra el pueblo venezolano.
Los textos constitucionales de Ecuador, Bolivia y Nicaragua persiguen idéntico reaseguro con la figura del Vicepresidente, pero nada impedirá a los pueblos de Latinoamérica que se sacudan de una buena vez a la banda del ALBA.
El "Efecto Honduras" puede dar lugar a que los pueblos y sus FF.AA, reaccionen. Ahora entendemos la gran angustia de Chávez, que ayer 12.07, en su Aló Presidente, en relación al tema de Honduras, dijo:
"He conversado con varios militares de Honduras, de grado subalterno o intermedio, que no están de acuerdo con lo que está ocurriendo y se han negado a reprimir al pueblo, sólo que, hasta ahora, no se han pronunciado contra el golpe, están callados en los cuarteles. No se extrañen ustedes que salga hoy, mañana o pasado una corriente patriótica militar en Honduras", aseguró.
Sabe perfectamente el golpista Chávez, que esas mismas palabras le son aplicables a los gobiernos del ALBA, pues puede cundir el ejemplo del comportamiento de las instituciones y las FF.AA hondureñas
Williams Cárdenas Rubio
13.07.09