Las Fuerzas Armadas de Honduras han actuado de una manera muy curiosa en el episodio de la destitución del presidente Manuel Zelaya Rosales. Curiosa actuación, decimos, porque luego de su decidida y eficiente intervención, los Militares de Honduras regresaron a sus cuarteles, no se aprovecharon de la crisis, y dejaron en manos de los civiles el escenario político, Nacional e Internacional.
Los Militares de Honduras, guiados por su conciencia y bajo la dirección de las de las legítimas autoridades constitucionales de su Nación, procedieron a someter a las escoltas presidenciales y conducir fuera del País al desbocado Zelaya, en una acción policial tendiente a evitar dislocaciones y alteraciones del orden público. El presidente había violado reiteradamente la Ley y la Constitución; se encontraba en estado de rebelión frente a los Poderes constitucionales, y estaba siendo manejado desde el exterior para lesionar grave y profundamente las instituciones de su País, poniendo en grave peligro la vida de los hondureños.
¿Por qué actuaron de esa manera tan curiosa si sabían que Hugo Chávez y su Corte de mantenidos los iban a insultar para luego llamarlos a imitar sus felonías? ¿Por qué actuaron así?
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que siguiera la siembra del odio social en su pueblo.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que un mandatario extranjero, Hugo Chávez o Fidel Castro, manejara a su Presidente.
Los Militares de Honduras actuaron así porque la Economía de su País se estaba destruyendo, anunciando desempleo, pobreza, escasez y hambre para su pueblo, bajo el espejismo de la “ayuda” petrolera.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que su Patria siguiera siendo territorio de paso de la droga.
Los Militares de Honduras actuaron así para proteger la vida de los civiles, a riesgo de las suyas.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían tener en sus unidades y cuarteles un comisario castrista que los vigilara y dirigiera.
Los Militares de Honduras actuaron así porque en su Constitución, como en todas las nuestros países, están consagradas sus obligaciones de proteger sus fronteras soberanas, sus instituciones y la vida de sus conciudadanos.
Los Militares de Honduras actuaron así, en fin, por dignidad y orgullo patrio.
Los Militares de Honduras, guiados por su conciencia y bajo la dirección de las de las legítimas autoridades constitucionales de su Nación, procedieron a someter a las escoltas presidenciales y conducir fuera del País al desbocado Zelaya, en una acción policial tendiente a evitar dislocaciones y alteraciones del orden público. El presidente había violado reiteradamente la Ley y la Constitución; se encontraba en estado de rebelión frente a los Poderes constitucionales, y estaba siendo manejado desde el exterior para lesionar grave y profundamente las instituciones de su País, poniendo en grave peligro la vida de los hondureños.
¿Por qué actuaron de esa manera tan curiosa si sabían que Hugo Chávez y su Corte de mantenidos los iban a insultar para luego llamarlos a imitar sus felonías? ¿Por qué actuaron así?
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que siguiera la siembra del odio social en su pueblo.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que un mandatario extranjero, Hugo Chávez o Fidel Castro, manejara a su Presidente.
Los Militares de Honduras actuaron así porque la Economía de su País se estaba destruyendo, anunciando desempleo, pobreza, escasez y hambre para su pueblo, bajo el espejismo de la “ayuda” petrolera.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían que su Patria siguiera siendo territorio de paso de la droga.
Los Militares de Honduras actuaron así para proteger la vida de los civiles, a riesgo de las suyas.
Los Militares de Honduras actuaron así porque no querían tener en sus unidades y cuarteles un comisario castrista que los vigilara y dirigiera.
Los Militares de Honduras actuaron así porque en su Constitución, como en todas las nuestros países, están consagradas sus obligaciones de proteger sus fronteras soberanas, sus instituciones y la vida de sus conciudadanos.
Los Militares de Honduras actuaron así, en fin, por dignidad y orgullo patrio.
¿Qué opinarán de todo esto los Militares de Venezuela? ¿Seguirán en “honduras”?
Caracas, 19 de julio de 2009
Luis Betancourt Oteyza
Luis Betancourt Oteyza