MAS ALLÁ DE TIRAR LA TOALLA. Por Angel Alberto Bellorin
OPTIMISTA O PESIMISTA
Luego de la previsible, arbitraria y ya ejecutada juramentación de Nicolás Maduro como "presidente inconstitucional de Venezuela" he fijado en sendos escritos mi postura, ética, profesional y personal sobre un hecho que inmediatamente generó variadas matrices de opinión.
Para desarrollar el tema que subyace en el título, debo necesariamente abstenerme de mencionar la guerra mediática de información y desinformación que surge desde los reconocidos integrantes de la cúpula, hasta los adlateres del gobierno que a través de sus plataformas informativas insisten, (aun sin exito) en desaparecer la verdad de los resultados electorales.
Esos venezolano abrazados a la mentira, y a la barbarie son irrecuperables, con etiqueta incluida están plenamente identificados; sus prontuarios no tienen discusión y no perderé espacio con ellos.
Aquí debo referirme exclusivamente a la torrencial cantidad de comentarios generalizados de personas que en forma publica, intentan parecer estar en contra del gobierno y a favor del necesario cambio de rumbo.
En realidad, mi escrito busca ir más allá de esos que Maria Corina Machado, en reciente video llamó derrotistas señalando la frase boxistica de "tirar la toalla" comparando las etapas de su titánica gesta con rounds de boxeo.
No me atrevo a emitir juicio sobre personas que posiblemente, carentes de la energía, fortalezas, y otros medios, apreciables y desbordantes en la "Dama de Hierro"; estén agotadas y digan "hasta aquí llego". Tampoco de aquellos que con el teclado pretendan parecer "Rockys tropicales".
En líneas generales, la mayoría de esos comentarios surgidos con marcadas diferencias, pudieran restringirse en dos claras líneas de opinión que en forma didáctica pudiera ubicar en conceptos manejables como optimistas y pesimistas.
LA DESTRUCCIÓN TOTAL COMO MACRO CONSECUENCIA
Sabiendo que eso del vaso hasta la mitad de agua pudiera generar apreciaciones extremas, debo señalar la dificultad de valorar a la ligera, para tratar de aplicar a simple vista aquello de "ni tan calvo ni con dos pelucas". Creo que el verdadero problema no es tan evidente.
Tampoco considero pertinente llover sobre mojado citando comentarios ya que las variables que inciden en esas personas son infinitas y pudieran ir desde el verdadero nivel educativo e intelectual para poder ver todo el panorama, pasando por edad, situación personal y por supuesto hasta la primacía de intereses personales.
Ahora bien, al revisar los comentarios presentes y con mas razón los ausentes de varias personas públicas, me atrevo a considerar que más allá de optimismo o pesimismo, derrotismo o temeridad, aún sin cerrar este nefasto ciclo de oscuridad de nuestra patria; creo que es el momento oportuno para valorar con verdadera honestidad , lo que realmente ha sucedido en Vzla en este cuarto de siglo, y un poco más allá antes de su inicio formal en 1998.
En este momento con el "rancho en llamas" luego de las provocaciones bélicas que han surgido a partir del 10 de enero como formal presentación de la tiranía ante y contra el mundo civilizado; no es necesario señalar consecuencias ya que la ruina física y moral de Venezuela está a la vista, sin sumarle a ese inventario negativo lo que aún pueda ocurrir en esta última etapa, que siendo optimista y sin conocer fecha aproximada, vaticina más destrucción.
Llegado el momento de cerrar esta etapa, la macro consecuencia causada se deberá asumir sin vacilación. La inmediata reconstrucción de Venezuela desde cero deberá ser puesta en escena con las mejores y bien certificadas personas enfrentadas a la carencia de recursos.
LA MORAL DEl TARTUFO COMO MACRO CAUSA
Señalada la macro consecuencia, debo afirmar que la macro causa determinante de esa destrucción y que vengo señalando desde mis tiempos de oficial activo, se volvió a presentar ante mi el día 9 de enero del 2025, cuando ví el vídeo de la Sra María Corina Machado montada en la tarima de la concentración de personas allí convocadas, previo al episodio del secuestro y comparé mentalmente con las de Edmundo González en el exterior. Algo así como acá las verdes allá las maduras.
Me llamó la atención la ausencia en esa tarima de muchas figuras públicas que no fallaban una foto. Allí, en esa soledad circunstancial de Maria Corina, y el exceso de acompañantes de Edmundo esta reflejada la más grave de las causas de tragedia en Venezuela; la mediocridad cobarde y oportunista, de la politiquería venezolana sazonada con la moral del tartufo.
Esa misma tara social venezolana que sin pudor, practica y encarna el chavismo madurismo y que muchos cínicos e inmorales de iguales condiciones pretenden repudiar a la luz de las cámaras pero que en verdad los asemeja en su esencia natural.
En forma fugaz y con velocidad pasaron por mi mente las caras de muchos diputados de aquella asamblea elegida en el 2015 algunos de ellos por mi conocidos que no aguantaron dos pedidas para venderse.
Otros aun siguen por allí y de vez en cuando salen aullando sin arriesgar su comodidad.
Estoy consciente en la validez que implica la frase "El miedo es libre"; sin embargo, para quien esto escribe desde Venezuela, la diferencia entre prudencia y cobardía,con sus grises está bien delimitada.
Desde mis últimos años de militar activo y con el riesgo que eso implicaba, creí necesario "deliberar" sobre lo que observaba y escribí para dejar plena constancia de rechazo de lo que consideraba engaño, fraude o dañino para el bien común
Sin intentar pertenecer a partido político alguno, ni esperar nada a cambio, evadiendo la tentación material del chavismo que arrastró a enorme cantidad de militares retirados, seguí escribiendo y dejando claro mis posturas sobre lo que pensaba y pienso de eventos y acontecimientos absurdos que afectan a todos los venezolanos de bien.
Guardado el uniforme en el año 2007 mi razón moral, mi cerebro y mis escritos son mis armas y la contribución con una Venezuela que no gusta de leer.
Una sociedad intoxicada de paradigmas que no tiene tiempo para leer más de 200 caracteres, pero se cree con derecho a opinar sobre cualquier tema.
Al tratar de juzgar a los opositores ahora desaparecidos en acción y opinión, y por tantas señales y experiencias, debemos presumir que sin duda alguna están esperando la dirección que les señale su veleta moral.
Ante tal presunción, cualquiera me podrá señalar la frase "El hombre y sus circunstancias" y no discutiré su razón parcial. Solo es cuestión de jerarquizar esas circunstancias desde la vapuleada responsabilidad moral y le respondería con la misma frase" Si no supero mis circunstancias no me supero yo mismo"
Por tal razón; considero que en estas "verdes y el rancho ardiendo", estamos en el momento preciso y categórico para separar la paja del trigo y sin duda que el trigo es la rectitud de conducta y de postura moral.
Sin importar que ante la presión asfixiante algún venezolano de bien haya comentado 'Maria Corina hasta aquí te acompaño, tiro la toalla", creo que en este maratón de un cuarto de siglo (no boxeo), para quien ha tenido recta conducta; cansarse y tratar de agarrar oxígeno, no es abandonar sus principios. Lo he vivido.
No habrá mejor momento que éste para una exhaustiva revisión de las causas que originaron lo que hoy nos toca vivir; donde lo peor de la venezolanidad armado de barbarie, alcanzó la cima de todas las instituciones, derrumbando desde alli, el cierto grado de civilidad alcanzada en el siglo anterior.
Dentro de Venezuela, ante el peligro cierto, allí en la soledad de María Corina en esa tarima, en esas opiniones tibias y la ausencia de ellas; más allá de sus nombres, pero sin perder de vista su actuación, están los vicios comunes de conductas que con firmeza hay que erradicar.
Allá en en la seguridad de países libres, fuera de Venezuela en la fotos de un Edmundo González rodeado de bien vestidos malandros oportunistas, también observamos los mismos vicios y conductas macro causa del desastre.
ARQUITECTOS DE MORAL REPUBLICANA
Es momento para fijar con verdadera claridad, el rumbo a segur de una nueva Venezuela que se debe reconstruir desde cero. Los arquitectos institucionales llamados a diseñar y levantar la nueva Venezuela deben ser personas preparadas mas allá de titulos dudosos y sobre todo con verdadera trayectoria de rectitud moral.
Todos los saltimbanquis de la politiquería venezolana deben ser execrados ya que de no ser así, seguiremos en los círculos viciosos de cambiar constituciones y leyes, pero sin buscar que ellas sean draconianas a efecto de modificar la conducta de los hombres que se dedican a la política.
Si hay una cosa que se borró de Venezuela es la transparencia de verdaderos concursos de méritos.
Si a algo le huye despavorido el mediocre oportunista, trepador y tramposo, bien con impecable traje o uniforme, o quizás muy mal vestido, es a la competencia leal.
Expresó Bolívar que el talento sin probidad es un azote. Sacada de la ecuación la probidad, el talento no pudo sobrevivir. Desaparecidas ambas del ejercicio del poder público, irremediablemente el azote mutó en destrucción.
Por esa razón fue que los peores pudieron llegar al poder, destruir a Venezuela y lo peor de la tragedia es que aún desean mantenerse, profundizar la oclocracia y acabar con la población pensante todavía creyente en la ética y la moral.
Insisto, de no ser así serán paños de agua tibia, cambios gatopardianos que a la vuelta de la esquina, permitirán que la peste se repita.
Si en la nueva Venezuela no se trabaje para que se reconcilian los conceptos ética y política, todo este esfuerzo diseñado con brillante estrategia,se habrá perdido.
Caracas 14 de enero del 2025.
Coronel Angel Alberto Bellorin