Hay muchos otros argumentos “jurídicos” para que las focas del Supremo Tribunal lo impidan. Eso carece de interés, los cabrones nos dicen que entonces pondremos “una cuarta urna” en las plazas para que el pueblo se exprese. Cabrones. Lo único que intentan es ganar tiempo. Al fin y al cabo parten del principio “somos los partidos”, “somos quienes proponemos candidatos”, “votarán por nuestras listas”.
Es curioso que utilicen el argumento del ridículo Zelaya. Escriben largos artículos para condenar la Ley de Educación y al final de la “amable” lectura, uno encuentra que los cabrones le encuentran más virtudes que defectos.
Lo que uno escucha en el metro, en las calles, en el vecindario, son las voces de las madres que repiten que no mandarán a sus hijos a las escuelas hasta que esta ley no caiga. La voz del pueblo debe ser oída. Se arriesgará un año escolar, pero vale la pena. Los maestros y profesores deberán desafiar a la nueva ley. Una huelga de asistencia a clases sería demoledora. ¿O es que la dictadura está dispuesta a excluir de la educación a millones de niños y jóvenes? ¿O es que la dictadura está dispuesta a botar a miles de maestros y profesores? Una actitud de este tipo conlleva a un conflicto grave, a uno que puede ser definitivo, uno al que los cabrones le tienen miedo, uno al que los cabrones miran con aprehensión porque no podrán elegir a sus “dirigentes”. Un Nuevo Tiempo nos presentaría a Liliana Hernández, pese a su ridículo en Chacao, o a ese otro cuyo nombre no recuerdo que tuvieron de candidato a Alcalde de Chacao contra toda lógica y que después intentaron enfrentar a Antonio Ledezma. Cabrones.
La voluntad del pueblo es sabia. El pueblo no se equivocó cuando impuso la abstención en las elecciones para la Asamblea Nacional. Eso no fue un error. El error fue ir como mansos corderos a la inmediata elección presidencial. La peor cabronería fue la candidatura de Manuel Rosales. El que rompió los laureles fue Teodoro Petkoff, el primero en lanzarse de candidato presidencial.
Ahora el pueblo tiene una idea fija: no mandaremos a los muchachos a clase mientras esté vigente la ley. ¿Qué harán los cabrones? A esa idea que se materializará en septiembre deberá acompañarse la protesta continua. Universidades autónomas cabronas. Se les dijo que picaran adelante, pero en la UCV hay una rectora “tan decente”. Ahora el dictador anuncia impúdicamente que irán por las universidades, “ahora le toca a los estudiantes revolucionarios”. Cabrones. Juegan al mantenimiento del status quo olvidando que la mejor manera de que no le hagan la revolución es haciéndola uno mismo.
Cabrones internacionales tenemos. Moratinos es un cabrón. Lula es un cabrón. García, su “enlace” con la izquierda radical, es un grandísimo cabrón. Por si nos faltaran cabrones ahora tenemos a esta tibia “oposición” que pretende recoger firmas para un referéndum abrogatorio. No firmaré semejante pavada. Firmaré, eso sí, para un referéndum abrogatorio contra los dirigentes de esta llamada mesa de tres patas para la cabronería democrática.
Ahora, como nunca, el país debe saltar por encima de los cabrones. Los cabrones aúllan, pero de mentira. “Podemos” fracasó como aliviadero para la huída de la militancia chavista. Fracasó por su incoherencia, por su ineptitud. “Podemos” aclara que no han renunciado a su condición de “parlamentarios”. Hace rato que este columnista les dijo que deberían renunciar a esta condición de “focas protestarias”.
Convocan a una “marcha” a la Asamblea Nacional. Si esa repetición inútil es para entregar un “documento” me permito llamar al país a que no vaya. La única marcha posible hacia el depósito de focas es para pedirles la renuncia y exigir elecciones parlamentarias anticipadas. El dictador ya alega que si pierden esas elecciones habrá violencia. Pues que haya violencia o es que acaso después de las declaraciones del dictador de que la agresión contras los periodistas de la Cadena Capriles era una “acción de la derecha”, después de los desgarramientos de vestiduras de ese extraño personaje llamado Mary Pili Hernández o de las declaraciones del Ministro del Improperio Impopular para las Relaciones Interiores “sugiriendo” que los empleados de la Alcaldía Mayor “hacen guarimbas”, el CICPC se vio obligado a encontrar a los responsables en las instalaciones de Ávila TV. Es que la tecnología es muy arrecha y desde que los celulares pueden tomar fotos no hay suceso que no quede registrado.
El conflicto por la Ley de Educación podría ser el definitivo si el pueblo impone su criterio y pasa por encima de los cabrones. Este conflicto podría llevarnos al enfrentamiento final, si hacemos de lado a los cabrones electoralistas. Este conflicto podría ser la gran batalla si los advenedizos se quitan la careta y deciden jugar el todo. Vamos a jugarnos a Rosalinda. Qué caigan las máscaras, qué los cabrones sean apartados, qué los indecisos sean conjurados, que los vacilantes sean instados a dar batalla. En agosto, la batalla es parcial, porque la alegre clase media de cabrones está de vacaciones. En septiembre está fijado el encontronazo. O vamos a él sin remilgos o el último que apague la luz.