Washington. (Agencias) - El presidente estadounidense, Barak Obama, ha aprobado hoy la creación de un equipo especial de interrogadores que investigará a los sospechosos de actividades terroristas, afirmó hoy el diario The Washington Post.
El periódico, que cita como fuente de su información a altos funcionarios del Gobierno no identificados, sostuvo que esa medida "es parte de un esfuerzo más amplio para reconducir la política de Estados Unidos sobre detenciones e interrogatorios".
Por otra parte, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha recomendado reabrir casi una docena de casos de abusos a prisioneros, que podría exponer a los empleados y contratistas de la CIA a ser acusados por cómo trataron a sospechosos de terrorismo, informó "The New York Times".
La recomendación, que lleva la contraria a la administración Bush, ha sido presentada por el fiscal general de EE.UU., Eric Holder. El Departamento debe difundir posteriormente detalles de los abusos a prisioneros que fueron recopilados en 2004 por el inspector general de la CIA pero que nunca han sido revelados, según la noticia del Times, que citó una persona no identificada que ha recibido información oficial sobre el asunto.
Cuando la CIA se refirió por primera vez a los hallazgos de su inspector general, decidió que ninguno de los casos merecía ser procesado. Pero cuando Holder asumió el cargo y vio que las acusaciones incluían muertes de personas bajo custodia y otros casos de abusos mentales o físicos, reconsideró la decisión, dijo el periódico. "Con la publicación de los detalles el lunes y el consejo formal de que al menos algunos de los casos sean reabiertos, parece prácticamente seguro que a continuación se nombrará un fiscal o seguirán otros pasos concretos, lo que supondrá significativos nuevos problemas para la CIA", dijo el Times.
La recomendación de revisar los casos se centra fundamentalmente en acusaciones de abuso a detenidos en Iraq y Afganistán. En algunos casos de abusos que acaban de hacerse públicos, el informe de la CIA describe cómo sus agentes llevaron a cabo ejecuciones falsas y amenazaron al menos a un prisionero con una pistola y un taladro, posiblemente violando el estatuto federal de torturas.
El Times citó a un portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, diciendo que la recomendación del Departamento de Justicia de abrir casos cerrados no había sido enviado a la agencia de inteligencia. "Las decisiones sobre si presentar acciones ante un tribunal se tomaron tras una cuidadosa consideración por fiscales de carrera en el Departamento de Justicia.
La propia CIA llevó esos asuntos - hechos y acusaciones por igual - ante el departamento", dijo Gimigliano, según el diario. "Nunca ha habido una explicación pública de por qué el Departamento de Justicia bajo el presidente George W. Bush decidió no presentar cargos en casi dos docenas de casos de abusos que se sabe que fueron remitidos a un equipo de fiscales federales (...) y en algunos casos ni siquiera los detalles de los casos han sido hechos públicos", dijo el Times.