Tegucigalpa /Lunes, 24 de agosto de 2009. 04:09 p.mHLV
La misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició hoy la búsqueda de una salida diplomática a la crisis política que vive Honduras por el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya, cuyos simpatizantes siguen exigiendo en las calles su restitución.
La delegación, que prevé permanecer hoy y mañana en Tegucigalpa, celebró sus primeras reuniones privadas, por separado, con representantes del actual Gobierno de Roberto Micheletti y del defenestrado Zelaya, incluida la esposa de éste, Xiomara Castro.
La familia de Zelaya desea que la crisis política "finalice esta semana", declaró a los periodistas Castro, que enfatizó que el único arreglo posible "es el Acuerdo de San José", que auspicia el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mediador en el conflicto.
La propuesta de Arias establece el regreso condicionado de Zelaya al poder, entre otros 11 puntos, y su aceptación por parte del Gobierno de Micheletti es el objetivo de la delegación de cancilleres, en la que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, es observador.
Sin embargo, la vicecanciller del Gobierno de facto hondureño, Martha Alvarado, reafirmó que el regreso de Zelaya "no es negociable", lo cual, sostuvo, "no es un capricho arbitrario", sino "simplemente una situación de legalidad".
Según el Ejecutivo de Micheletti, no hubo golpe de Estado contra Zelaya, sino que los militares lo derrocaron por mandato judicial por intentar celebrar una consulta, que había sido declarada ilegal, para promover una Asamblea Constituyente, y hubo una "sustitución constitucional" por designación del Parlamento, el 28 de junio.
"Mi esposo no ha violentado la Constitución, él ha sido claro al decir que su período finaliza el 27 de enero de 2010, en ninguna participación dijo que quería la reelección" a través de la Constituyente, como señala el Gobierno de Micheletti, afirmó Castro.
Alvarado reiteró que, en su opinión, la misión de la OEA "agota prácticamente todas las instancias a las que se puede recurrir" para resolver la crisis.
La vicecanciller dijo que, ante eventuales sanciones, el Gobierno de Micheletti espera "contar de manera bilateral" con quienes les "quieren ayudar", y puntualizó: "El mundo no termina aquí con la OEA".
El organismo hemisférico suspendió a Honduras el 4 de julio por no reinstalar a Zelaya.
La misión de la OEA recibió ministros y otros representantes de Micheletti y Zelaya en un hotel de Tegucigalpa que la Policía mantiene bajo fuerte vigilancia.
Una marcha de seguidores del presidente depuesto se apostó cerca de ese establecimiento para respaldar las gestiones de la misión a favor del depuesto presidente, dijeron a la prensa los portavoces de ese movimiento.
Adversarios de Zelaya, por su parte, convocaron a un plantón hoy frente a la Casa Presidencial para rechazar su retorno y apoyar al Gobierno de Micheletti.
Está previsto que los cancilleres reciban entre hoy y mañana a miembros del Parlamento, el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo Electoral y las iglesias católica y evangélica, así como empresarios, sindicalistas, candidatos presidenciales y representantes de otros sectores.
La misión está compuesta por el secretario de Estado de Canadá para Asuntos Exteriores en el continente americano, Peter Kent; y los cancilleres de Argentina, Jorge Taiana; Costa Rica, Bruno Stagno; Jamaica, Kenneth Baugh; México, Patricia Espinosa, y Panamá, Juan Carlos Varela.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, acompaña a la delegación, pese a las presiones iniciales del Gobierno de Micheletti para que no lo hiciera, por considerar que se ha parcializado a favor de Zelaya en el conflicto.
La propuesta de Arias contempla la creación de un Gobierno de unidad y reconciliación nacional, encabezado por Zelaya, el adelanto de las elecciones, una amnistía para los delitos políticos y una comisión de la verdad y otra de verificación, entre otros aspectos.