Nueva York,Estados Unidos/11.09.09 - Actualizado: 11.09.09 12:11pm
El presidente de EUA, Barack Obama, aseguró hoy que su Gobierno "nunca titubeará en la persecución de Al Qaeda y sus aliados extremistas", en una ceremonia en el Pentágono para conmemorar el octavo aniversario de los atentados del 11-S.
"Vamos a renovar nuestro compromiso contra aquellos que perpetraron este acto bárbaro y que siguen tramando contra nosotros", afirmó Obama, en su primera conmemoración del aniversario como presidente del país.
Acompañado de su esposa Michelle, en un día lluvioso y desapacible, Obama, quien declaró la jornada "Día Nacional del Servicio y el Recuerdo", instó a conmemorar el aniversario con homenajes "al verdadero espíritu de ese día".
"No la capacidad humana para el mal, sino la capacidad humana para el bien. No el impulso para destruir, sino el impulso para salvar, servir y construir", indicó y pidió a los ciudadanos que se movilicen para: "servir a nuestras comunidades, fortalecer el país y mejorar el mundo".
"Esta puede ser la mejor lección de este día, el mayor rechazo a quienes nos atacaron, el mayor tributo a quienes nos fueron arrebatados: que ese sentimiento de servicio no sea un momento pasajero. Puede ser una virtud duradera", exhortó.
Al recordar a las víctimas, el jefe de la Casa Blanca subrayó que "una vez más nos detenemos y volvemos a rezar como una nación".
Indicó que el aniversario sirve para recordar "la belleza y el significado" de las personas "inocentes" que murieron durante los ataques.
En la ceremonia, Obama y su esposa, en presencia de los cerca de 500 participantes, depositaron en medio de un profundo silencio una corona de flores en el área del Pentágono que homenajea a las 184 víctimas del atentado contra el Departamento de Defensa aquel 11 de septiembre de 2001.
Al concluir la ofrenda, el presidente y la primera dama, junto al secretario de Defensa, Robert Gates, se reunieron con familiares de las víctimas del atentado contra el Pentágono, en donde murieron 184 personas aquel 11 de septiembre de 2001.
Obama había comenzado las conmemoraciones de los atentados que mataron a casi 3.000 personas con un minuto de silencio en los jardines de la Casa Blanca a las 08.46 (12.46 GMT), el momento exacto en el que el primer avión secuestrado por los terroristas de Al Qaeda impactó contra una de las Torres Gemelas en Nueva York.
Aproximadamente unos 150 funcionarios de la Casa Blanca acompañaron al presidente y a su esposa en ese homenaje, con la mano sobre el corazón, mientras una banda de la Infantería de Marines interpretaba el toque de silencio con la bandera estadounidense a media asta.
Mientras el mandatario se desplazaba al Pentágono, su vicepresidente, Joseph Biden, y su esposa, Jill, participaban en Nueva York en la ceremonia oficial en la "zona cero".
Biden también depositó una corona de flores en el monumento de homenaje a las víctimas en el solar que ocuparon las Torres Gemelas y fue uno de los lectores de los nombres de los fallecidos, una parte de la ceremonia que se ha convertido en un ritual anual.
En un mensaje publicado en la primera página del diario neoyorquino Daily News, Obama aseguró que "todos somos neoyorquinos" y los atentados "siempre los llevaremos clavados en la conciencia del país".
El regreso de Obama a la Casa Blanca desde el Pentágono no estuvo libre de incidentes.
La alarma cundió debido a un ejercicio de entrenamiento de una barcaza de la Guardia Costera en el río Potomac, en las cercanías del Departamento de Defensa.
Algunos medios, como la cadena CNN, retransmitieron durante unos minutos imágenes de una barcaza "sospechosa" en el río Potomac, rodeada por las unidades de la Guardia Costera, que según dijeron, habría realizado varias rondas de disparos.
Ante la alarma causada por el ejercicio, las autoridades federales se apresuraron a desmentir que fuera una amenaza real y que en verdad no era más que un simulacro de entrenamiento, en el que, además, no había habido disparos.