Nelson Belfort, presidente de la Cámara Venezolana de Radiodifusión, desnuda en la entrevista concedida al diario ABC, la estrategia del gobierno de Hugo Chávez de doblegar a los medios para controlar la información y la opinión a través de las amenazas de cierre.
Las primeras 34 emisoras de radio fueron cerradas el pasado 1 de agosto pasado y están a punto de salir del aire otras 29, de un total de 240 estaciones que no sintonizan con la política del gobierno.
¿Por qué el gobierno todavía no ha cerrado las otras 29 estaciones radiales después de anunciarlas hace tres semanas?
No sé por qué pero estoy convencido de que las va a cerrar, tarde o temprano, no sólo las últimas 29, sino todas las 240 anunciadas.
¿Por qué tarda tanto?
Por el fuerte escándalo que ha causado en la comunidad nacional e internacional. El mensaje de que habían cerrado las radios por su presunta “ilegalidad” no caló. Todo el mundo se dio cuenta de que el cierre es absolutamente político y de que quería controlar básicamente la información y opinión.
¿Cómo interpreta la nueva regulación oficial para los productores independientes?
El gobierno ahora elegirá a dedo los productores que más le convengan. Esto es un filtro para controlar las producciones independientes de los medios de comunicación.
¿Es cierto que el gobierno está comprando algunos circuitos de radios como es el caso de Unión Radio?
No sé con certeza si lo ha comprado. Pero si sé que Unión Radio ha empezado a auto regularse o auto censurarse. Redujeron el programa de 4 horas diarias, que tenía la profesora Marta Colomina, a una sola hora. El programa “Runrunes” de Nelson Bocaranda en la Onda 107,9 FM también fue suspendido.
¿Con esta amenaza de cerrar las radios el gobierno ha logrado doblegar a los medios críticos?
Si. Por supuesto. El gobierno amenaza para amedrentar y doblegar. Prefiere la autocensura de los medios porque le sale políticamente más barato, mantiene el control y así nadie le critica. Además tiene los medios independientes a su servicio. Esa es su estrategia.
¿La misma que utilizó cuando cerró las primeras 34 emisoras de radio, entre ellas 8 estaciones FM y 2 AM de su propiedad, llamado Circuito Nacional Belfort, CNB?
Fue una decisión política. El primer cierre fue por temor a un programa crítico que se llama “Aló ciudadano”, que lo dirige el periodista Leopoldo López por Globovisión y se retransmitía por CNB. En el mismo CNB también tenía su programa el presidente del Colegio Nacional de Periodistas, William Echeverría. Además los alcaldes y gobernadores de la oposición también tenían su espacio radial, el mismo que he ofrecido a los chavistas, que no lo han aceptado.
¿Cómo explica que el gobierno alega que en su caso venció la concesión debido a que están prohibidos los traspasos de las emisoras y las sucesiones por herencia?
El circuito radial CNB es una empresa familiar que la han manejado ya tres generaciones conmigo. Yo la he heredado. Y diez años después me dicen ahora que estoy ilegal. Es una injusticia.
¿Tenían mucha popularidad las primeras 34 emisoras cerradas?
Esa fue otra razón por la cual el gobierno decidió silenciarlas.
¿Cómo lo lleva el resto de las 206 emisoras que falta por cerrar?
Con autocensura. La mayoría se ha puesto límites. Ninguna estación quiere que la cierren. Ese miedo es normal. Portavoces del gobierno han querido comprar alguna de las estaciones, pero ninguna lo ha aceptado hasta ahora. Ya no pasan programas de opinión de la oposición. Lo que se escucha es pura música como si fueran todas Ipod.
¿Es que les ha faltado solidaridad y protesta con las primeras 34 cerradas?
El gremio no está muy unido. Hay muchos propietarios, no hay concentración en pocas manos, y no es un latifundio mediático como asegura Chávez. Cada quien piensa en su supervivencia.
¿Qué consecuencias ha tenido la medida del cierre para su empresa?
La ruina económica. Soy ingeniero electrónico pero me he dedicado toda mi vida a la radio. Ya no tengo para pagar la nómina y me veo obligado a despedir al personal.
¿Cuántos empleados han quedado cesantes?
De las primeras 34 emisoras de radio quedaron unos 1.500 empleados en la calle. Y con las 206 estaciones más van a ser en total 5.000 trabajadores directos despedidos además de los 4.000 puestos indirectos.
¿Qué acciones internas e internacionales ha gestionado para defenderse?
Hemos denunciado el caso en la Asociación Internacional de Radiodifusión, AIR, la SIP, la OEA, la ONU, la Unesco. En lo interno hemos solicitado la revocatoria del cierre ante la Corte Suprema de Justicia y un amparo a nuestro favor.
¿Y le han respondido?
Sí en el plano internacional. Pero dentro de Venezuela todavía nada. Nuestro caso es similar al que pasó en Perú cuando Fujimori cerró el canal de televisión a Baruch Ivcher, a quien le revocaron la licencia y la nacionalidad por ser natural de Israel . A los tres años pudo recuperar su televisora.
¿Las frecuencias radiales que el gobierno les ha quitado se las ha dado al pueblo como lo prometió Chávez?
Yo no lo he visto. Todavía no se las ha dado a nadie. Y no se atreve porque teme que se le puedan voltear en algún momento. Esto es un paradigma.
¿Por qué cree que el gobierno siempre ejecuta las intervenciones, cierres y expropiaciones en la noche y de sorpresa?
Porque a los verdugos les gusta taparse la cara. Pero les recuerdo que el artículo 13 de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos condena cualquier mecanismo indirecto contra la libertad de expresión
¿Qué dicen las encuestas?
La media de todas las encuestas realizadas coincide en que el 83 % rechaza el cierre de las emisoras. Y dentro del oficialismo el 67% de los chavistas está en desacuerdo con la medida.
Vía ABC