¡Ciudadanía militar!
Propuestas
I parte
Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández
Preliminar:
¿Conoce usted algún documento donde se reconozcan los “Derechos de los Militares”?... ¡No lo busque, no existe!, sólo hallará documentos que fijan las “obligaciones” para ellos.
En la Unión Europea existen algunos asomos, muy tímidos, sobre el particular. Específicamente España tiene pendiente la discusión de una ley sobre deberes y derechos de los militares españoles, pero los partidos políticos ~como siempre y en todas partes~ no terminan de ponerse de acuerdo y la cúpula militar tiene miedo de un instrumento de ese tipo y presiona para que esa ley sea redactada bajo su único criterio.
En Venezuela está más que demostrado que al actual Alto Mando Militar ~al igual que los anteriores y muy seguramente a los que vengan~ con su Comandante en Jefe a la cabeza; al actual Ministro de la Defensa y sus Viceministros; al actual Presidente de la Junta Administradora del IPSFA y a los que ¿des?-administran el IORFAN, no les gusta ni desean que los militares puedan hacer reclamos y se defienden de la mejor forma que conocen: ¡con sanciones si el militar está en servicio activo o con humillaciones, descalificaciones, desprecio hacia los militares en situación de retiro e inclusive con la desobediencia al máximo tribunal de la república!
La realidad es que desde esas cúpulas militares privilegiadas y desprestigiadas se nos ignora y nos ataca buscando la vuelta por otros asuntos, tratando de descalificarnos con la manida excusa de que somos oligarcas y burócratas enemigos de la revolución. Esas reacciones desquiciadas nos obligan a continuar con nuestro propósito de rescatar nuestros derechos y beneficios socio-económicos, hacer respetar las leyes y reglamentos que regulan la vida del militar, tanto en servicio activo como en situación de retiro y sus familiares directos y sobrevivientes con derechos adquiridos, en especial a lo que se refiere a la Calidad de vida. Es indeclinable la obligación de continuar con nuestro trabajo, serio, sin dar un paso atrás. No nos amedrentan y con sus ataques nos hacemos más fuertes.
Para reforzar nuestra acción debemos salir de nuestro ámbito militar y proyectarnos hacia el resto de la sociedad por dos motivos diferentes. Uno es contactar con el pueblo, pues es a quien servimos y quien debe tener un conocimiento exacto de sus Fuerzas Armadas y de lo que sucede en ellas. En la actualidad, y por circunstancias que todos conocemos, pero de las que no somos responsables, la FAN es vista como el elemento represor, privilegiado y predador mayor de las riquezas del país. Esta visión es necesario cambiarla, es difícil pero si así no lo fuera no valdría la pena hacerlo. El segundo motivo es conseguir el mayor número de apoyos teniendo acuerdos de colaboración con otras asociaciones; organizaciones y hasta sindicatos, ¿por qué no?, ¿acaso ellos no defienden los derechos sociales de otros trabajadores?, además, los militares no podemos sindicalizarnos; con ONG,s; instituciones; etc., y de esta forma conseguir llevar nuestro mensaje a mucha gente y hacernos conocer por el resto de nuestros compatriotas. Esta red de contactos se convierte, en un momento determinado, en grupos de apoyo mutuos.
La prensa constituye un eslabón fundamental, ¡es la artillería del pensamiento! Como bien sabemos la prensa es un poder increíble y, aunque siempre persigue sus intereses, a veces pueden ser coincidentes y por ello debemos mantener un estrecho contacto. Aunque la prensa pretenda que nosotros les diéramos mucho más, deberemos actuar en forma responsable, seria, y estrictamente profesional, haciendo uso de la misma sin ir contra la FAN, lo cual es todo lo contrario de lo que perseguimos.
Otro elemento fundamental que debemos tener presente y explotar al máximo lo tenemos en la propia Constitución de 1999, en la cual se recogen, casi en su totalidad, los Derechos Humanos y otros documentos relacionados con los mismos y que Venezuela ha firmado y ratificado, sin reservas específicas a la Fuerza Armada o sus integrantes, tales como, entre otros: Declaración Universal de los Derechos Humanos; Convención Americana sobre Derechos Humanos; Carta de la Organización de los Estados Americanos; Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Enero, 15 de 2010
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