UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA
FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE BIOLOGÍA
A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL
El Consejo de la Escuela de Biología, de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela se dirige a la opinión pública nacional a fin de manifestar nuestra profunda preocupación por el impacto ambiental que puede generar la contaminación mercurial que ocasionará el uso masivo de bombillos fluorescentes, implementado por el Estado Venezolano, e incrementado por la actual crisis energética del país.
Para comienzos de marzo del presente año, se anunció que se han sustituido 48 millones de bombillos. Cada bombillo contiene aproximadamente 5 miligramos de mercurio, cantidad suficiente para contaminar cinco mil litros de agua, y los bombillos sustituidos, según el anuncio oficial, representan cerca de 250 kilogramos de mercurio metálico. Si se cumple la meta estimada por el Estado, de una tasa de recambio de 50 millones de unidades cada 4 años, el impacto ambiental es de más de una tonelada de mercurio cada 10 años.
El estado venezolano ha reconocido el peligro de contaminación mercurial y ha anunciado que se implementarán mecanismos de recolección, tratamiento y disposición final de los bombillos usados o rotos. Se ha informado que los bombillos fluorescentes a descartar deben entregarse, en su caja original, en las sedes de PDVAL y Mercal, y el Estado se encargará de construir rellenos de seguridad para su disposición final. Sin embargo no se conoce la idoneidad de las condiciones de estos centros de acopio de materiales tóxicos, ni sus características ni posibles operadores, ni los estudios que determinen los impactos ambientales de los rellenos sanitarios anunciados para este fin.
De no tomarse las medidas adecuadas, el efecto negativo sobre el medio ambiente, flora, fauna y la población venezolana, tomará dimensiones incalculables. Por estas razones, la Escuela de Biología siente el deber de elevar una voz de alerta ante esta situación, y anunciar que es necesaria la toma inmediata de acciones tales como: educar a la población sobre los mecanismos de descarte de estos bombillos, implementar mecanismos eficaces de recolección de unidades rotas o vencidas, habilitar los sitios idóneos para la disposición temporal de estos desechos peligrosos, y planificar la ubicación y mecanismos para la disposición final de estos productos.