UN OVNI SOBRE EL IVIC
Por Carlos E Méndez
Marzo 29, 2010
A la altura del Km.12 de la carretera Panamericana, observé un objeto violador del territorio y del espacio aéreo no identificado que se posó sobre las instalaciones del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas. Estaba yo durmiendo cuando a eso de la 1:00 de la madrugada una luz blanquecina ilumino mi habitación. Me levante creyendo que había dejado encendida la lámpara del cuarto, pero al acercarme a la terraza divise a lo lejos un objeto tan grande cómo un vagón del metro que se sostenía firme en el espacio destellando luces multicolores sobre los laboratorios científicos que el estado tiene instalados en esa montaña. Inmediatamente pensé en el reactor nuclear y recordé el accidente de Gernoky en Rusia. Tome los binoculares para observar el objeto más de cerca, pero desde esa plataforma flotante salieron expulsadas como estrella fugaz dos cuerpos parecidos a unas luciérnagas, por lo que me tocó que colgar los binóculos. Me asuste. Pensé que estaban disparándome desde esa cosa misteriosa.
En un santiamén las dos luces diminutas se detuvieron en el aire frente a mí y de repente se transformaron en dos seres humanos aureolados. Uno estaba vestido a la usanza del santo doctor José Gregorio Hernández y, el otro personaje vestida a la usanza del astrólogo Walter Mercado. El primer ser me hablaba de primera fuente mientras el otro aleteaba las manos y repetía la palabra amor tantas veces como pestañaba. No somos invasores del espacio ni de la tierra - me dijeron -, aunque si venimos de otra dimensión más avanzada. Estamos a escasos 5000 años luz de la tierra; pero podemos atravesar la barrera en milésimas de segundos. Por esa razon es que no nos detectan los radares. Por si acaso, no somos responsables de los continuos y prolongados apagones que vienen acusando. Nuestra nave se alimenta de la energía del sol cuando estamos en misión terrestre, pero estamos teniendo problemas debido a que la atmosfera está recargada a causa de los incendios forestales y en los rellenos sanitarios. Como quiera que yo estuve tosiendo toda la noche a causa de la calima, pues, pude comprenderlos. Por fortuna - continuaron- no necesitamos agua; venimos de un mundo donde no hay océanos ni mares. Nuestra misión de paz en suelo venezolano está llegando a su etapa final. Somos portadores de buenas nuevas y fuimos enviados a fin de evitar una guerra fratricida como la de la Bastilla en Francia que después de un siglo todavía sigue respirando por su herida. Bueno, no es para menos; una guillotinada no es lo mismo que una AK47. De la pobre guerra de Fujimori entre Perú y Ecuador, ni se diga. Imagínense ustedes cómo vendría a ser la de Venezuela con su vecina Colombia. Vuestra guerra interna desde hace rato se viene cocinando en las tinieblas del espacio donde habitan legiones de espíritus atormentados que, antes de la creación del hombre, fueron expulsados del paraíso de Dios por haberse alzado contra el sistema. Con la ayuda de esos demonios es que cuentan los descabellados promotores del fratricidio venezolano que conspiran contra la libertad integral del individuo. Esos descabellados los llaman sus dioses por el simple hecho de que vienen del espacio; pero no son dioses, sino diablillos.
Nuestra misión - dijeron - consiste en accionar las alarmas antes de que se produzcan otros hechos como la sequía que los agobia y los deslaves que sobrevendrán a causa de las lluvias que se avecinan. También se registraran movimientos telúricos, si acaso ya no comenzaron a sentirse. Las desgracias naturales no son castigo del cielo, sino fenómenos en proceso que son canalizados, atrasados o acelerados por la inteligencia del hombre. La gente necesita desarrollar el sentido de humanidad que lleva en su ADN y, en lugar de odiarse y hacerse la guerra, unirse para resolver aquellos problemas que le son comunes. La naturaleza es mas que sabia. Ella percibe las bajas vibraciones del odio, así como en sentido inverso las notas acordes de una buena música o de las oraciones de los terrícolas y procede en consecuencia. El discurso que los ha dividido por ahora, muy pronto cesará porque se levantaran otras voces de unidad a lo largo y ancho del territorio y ahogaran esa otra garganta pendenciera. De igual manera Dios levantará gigantes que vendrán en su ayuda como en los primeros tiempos de la civilización ayudaron a levantar las pirámides en Egipto. Venezuela es una tierra bendita por los dioses, que por siglos ha estado sometida a la explotación y su pueblo a la humillación por parte de sus propios hijos más que de los extraños. Ahora vendrá la exaltación, ya que se levantaran hombres, mujeres, jóvenes y ancianos bien intencionados que se pondrán al frente para presentarla ante los cielos. El clamor de la sangre del Abel venezolano que suma mas de 120.000 homicidios en una sola década, ha llegado hasta el creador y Dios ha decidido poner orden en la casa. No habrá nada que el hombre inicuo pueda hacer para evitar que el universo se siga desarrollando como Dios ordena.
Mientras los dos seres seguían hablando fueron recobrando su estado original y se transformaron de nuevo en luces diminutas que regresaron a su nave o plataforma flotante de donde salieron. Lo ultimo que les escuche decir es que no hay que perder la perspectiva espiritual de la vida, ya que lo material pasa como la moda. Qué el que acumula poder y riquezas no sabe para quién las acumula. Qué en todo el mundo hay crisis, pero ninguna como la que amenaza a Venezuela por causa de la improvisación y por querer cubanizar a la sociedad imponiéndoles un modelo obsoleto y periclitado. Qué lo de Haití y lo de Chile son fenómenos regionales naturales que se repetirán con menor o mayor intensidad a lo largo y ancho de lo seco y lo húmedo del globo. Qué hay que estar preparados para lo peor, aunque no nos ocurra nada. Qué hay que voltear la mirada hacia El Eterno, ya que al igual que un buen dirigente, Dios también se retracta de sus juicios e indulta a los transgresores. Dios tiene poder para poner y quitar; pero es respetuoso de las leyes físicas que El mismo estableció y de las leyes sociales que el hombre se da. No obstante, puede alterarlas si existiera una contrapartida de parte del hombre bueno. Qué la muerte no es el fin, sino un transito hacia una existencia más apasible o tormentosa dependiendo como haya sido la actitud del mortal ante la vida. Para los dirigentes de este país, el castigo será mas fuerte. Ellos piensan que están muy seguros; pero nada menos cierto. A mayor responsabilidad, mayor demanda de parte de Dios; por lo que ya es hora de que vayan arrepintiéndose o poniendo sus barbas en remojo.
Quedé exhausto por lo paranormal de mi extraño sueño producto del deseo por querer vivir en un mundo mejor. Al despertarme ya amaneciendo, sobre mi cama también descansaban conmigo unos binoculares, mis lentes, un lapicero y una libreta de apuntes. Me levante y miré hacia el IVIC y todo estaba igual que cuando me acosté por la anoche, excepto la capa de humo gris que oscurecía el paisaje. Seguí tosiendo pertinazmente, por lo que decidí optar por un vaso de agua y una cucharada de miel de abejas. Hoy es lunes de semana santa; por decreto presidencial, no se trabaja. Voy a seguir descansando, quien quita que los extraterrestres me inviten a viajar a la otra dimensión de mi propia ciencia ficción.
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Carlos E. Méndez
“El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va": Antoine De Saint-Exuperi