La renuncia del vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), general retirado Alberto Müller Rojas, anunciada el domingo, es la más reciente de una serie de secesiones dentro de la revolución bolivariana que afectan el nivel de apoyo al presidente Hugo Chávez.
"El proceso revolucionario está pésimo'', dijo Müller al anunciar su retiro del oficialismo en una entrevista publicada por el diario Panorama, de Maracaibo, estado Zulia.
Müller describió en la entrevista al proceso chavista como "un nacionalismo pequeño burgués que no representa las expectativas de la sociedad''.
Su partida coincidió con el Congreso Extraordinario de Delegados del PSUV, celebrado el domingo en el estado Lara, que condenó la deslealtad del partido Patria Para Todos (PPT), ahora disidente del chavismo.
En el acto, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión, el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, advirtió que "no se puede ser revolucionario si no se es leal''.
"Un revolucionario no puede traicionar a su compañero de lucha, no puede claudicar, la lealtad tiene un valor superior a lo personal'', dijo Jaua. "Chávez ha sido leal con nosotros, con el pueblo de Venezuela''.
El PPT tomó distancia del chavismo tras aceptar como miembro activo al popular gobernador del estado Lara, Henry Falcón, que renunció al PSUV el 20 de febrero, alegando falta de diálogo por parte de Chávez.
El pasado viernes, los seis diputados de ese partido se negaron a participar en la votación para suspender los derechos políticos del diputado Wilmer Azuaje, directivo del también disidente Partido por la Democracia Social (Podemos), que ha solicitado investigar en varias ocasiones el presunto enriquecimiento de la familia de Chávez en el estado Barinas.
"Los disidentes están aumentando porque Chávez se desligó por completo de las metas establecidas al principio del proyecto bolivariano, sustituyéndolo por otro proyecto personalista que no está inserto en la Constitución del 99, y que muchos sienten como una traición'', explicó a El Nuevo Herald el comandante retirado Joel Acosta Chirinos, que lideró junto a Chávez el golpe de Estado de 1992, y quien abandonó el proyecto chavista en el 2000.
Acosta dijo que el descontento dentro del chavismo promoverá más disidencias a medida que la situación del país empeore.
Los propios dirigentes chavistas han mostrado su preocupación de que se produzcan más disensiones a corto plazo.
"Por ahí van otros compatriotas también que se decían ser revolucionarios de algunos partidos aliados, por ahí van por la ruta de la traición'', dijo el diputado Darío Vivas, directivo del PSUV, en una sesión de la Asamblea Nacional el pasado 23 de marzo.
Müller y el PPT se unen a un creciente grupo de chavistas que están montando tienda aparte para promover sus propias aspiraciones políticas de cara a las elecciones parlamentarias de septiembre.
Entre ellos se encuentran un grupo de funcionarios, diplomáticos y académicos chavistas, que el pasado 18 de marzo hicieron público el movimiento De Frente con Venezuela, que se propone como una tercera opción frente al chavismo y a la oposición.
Los disidentes exigieron "la instrumentación de un programa de gobierno de salvación nacional que se caracterice por una dirección democrática''.
Entre los firmantes se encuentran Luis Fuenmayor Toro, ex ministro de Educación Superior; Josefina Baldó, ex presidenta del Consejo Nacional de la Vivienda (Conavi); Fermín Toro, ex embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU); y los académicos Federico Villanueva y Camilo Arcaya.
Müller describió en la entrevista al proceso chavista como "un nacionalismo pequeño burgués que no representa las expectativas de la sociedad''.
Su partida coincidió con el Congreso Extraordinario de Delegados del PSUV, celebrado el domingo en el estado Lara, que condenó la deslealtad del partido Patria Para Todos (PPT), ahora disidente del chavismo.
En el acto, transmitido por la estatal Venezolana de Televisión, el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua, advirtió que "no se puede ser revolucionario si no se es leal''.
"Un revolucionario no puede traicionar a su compañero de lucha, no puede claudicar, la lealtad tiene un valor superior a lo personal'', dijo Jaua. "Chávez ha sido leal con nosotros, con el pueblo de Venezuela''.
El PPT tomó distancia del chavismo tras aceptar como miembro activo al popular gobernador del estado Lara, Henry Falcón, que renunció al PSUV el 20 de febrero, alegando falta de diálogo por parte de Chávez.
El pasado viernes, los seis diputados de ese partido se negaron a participar en la votación para suspender los derechos políticos del diputado Wilmer Azuaje, directivo del también disidente Partido por la Democracia Social (Podemos), que ha solicitado investigar en varias ocasiones el presunto enriquecimiento de la familia de Chávez en el estado Barinas.
"Los disidentes están aumentando porque Chávez se desligó por completo de las metas establecidas al principio del proyecto bolivariano, sustituyéndolo por otro proyecto personalista que no está inserto en la Constitución del 99, y que muchos sienten como una traición'', explicó a El Nuevo Herald el comandante retirado Joel Acosta Chirinos, que lideró junto a Chávez el golpe de Estado de 1992, y quien abandonó el proyecto chavista en el 2000.
Acosta dijo que el descontento dentro del chavismo promoverá más disidencias a medida que la situación del país empeore.
Los propios dirigentes chavistas han mostrado su preocupación de que se produzcan más disensiones a corto plazo.
"Por ahí van otros compatriotas también que se decían ser revolucionarios de algunos partidos aliados, por ahí van por la ruta de la traición'', dijo el diputado Darío Vivas, directivo del PSUV, en una sesión de la Asamblea Nacional el pasado 23 de marzo.
Müller y el PPT se unen a un creciente grupo de chavistas que están montando tienda aparte para promover sus propias aspiraciones políticas de cara a las elecciones parlamentarias de septiembre.
Entre ellos se encuentran un grupo de funcionarios, diplomáticos y académicos chavistas, que el pasado 18 de marzo hicieron público el movimiento De Frente con Venezuela, que se propone como una tercera opción frente al chavismo y a la oposición.
Los disidentes exigieron "la instrumentación de un programa de gobierno de salvación nacional que se caracterice por una dirección democrática''.
Entre los firmantes se encuentran Luis Fuenmayor Toro, ex ministro de Educación Superior; Josefina Baldó, ex presidenta del Consejo Nacional de la Vivienda (Conavi); Fermín Toro, ex embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU); y los académicos Federico Villanueva y Camilo Arcaya.
Fuente: El Nuevo Herald