Desconfía de aquel
que permite que su casa sirva de abrigo de delincuentes.
- Antonio Semprun -
- Antonio Semprun -
Cnel (GN) Antonio
Semprun
Oficial de Plaza Altamira
Los organismos de inteligencia Colombiana vuelven a poner en
evidencia lo que es un secreto a voces. Chávez ha convertido a Venezuela
en refugio de terroristas, de narco guerrilleros y miembros de grupos
fundamentalistas que huyen de países donde se les persigue para
instalarse en un país donde se les permite vivir tranquilamente y
trabajar ocupando cargos relevantes en gestiones de gobierno.
Chávez está imponiendo a los venezolanos un control absoluto
donde no hay cabida a una voz de protesta, donde los miembros de los
poderes del estado se lanzan en carrera desenfrenada para ser el primero
en cumplir las ocurrencias del amo, saben que eso les hará merecedores
del favor del apátrida sin importarles que después los deseche como un
instrumento inservible que cumplió su misión.
Venezuela
está convertida hoy en un país de miseria al que están conduciendo
hacia un infeliz mar de la felicidad que baña las arenas de una isla
gobernada desde hace cincuenta años por un dúo sanguinario y
maquiavélico que tiene postrado a todo un pueblo bajo sus ordenes y
designios donde el respeto y los derechos se lanzaron al mar para huir
de un lugar donde los ciudadanos han permitido y siguen permitiendo que
la voluntad de un hombre les marque el destino.
Venezuela
ha servido de espejo a otros países para evitar que se imponga en su
territorio un régimen trasnochado que los conduzca al dolor, a la
miseria y al atraso, el pequeño gigante centroamericano llamado Honduras
hizo valer su derecho de vivir en libertad y democracia y fué Venezuela
el espejo en el que se miraron para evitar la tragedia.
Por las venas del pueblo venezolano corre la sangre de hombres
que libertaron naciones, de ilustres venezolanos que trascendieron
fronteras para llevar en alto el gentilicio venezolano y no será un
indigno ''venezolano'' acompañado de súbditos quien eclipse el futuro
promisor que Venezuela merece.
Sólo debemos tener
presente que quien no hace nada, quien acalla su voz, quien se esconde a
una nefasta realidad, quien agacha la cabeza y se arrodilla se
convierte en cómplice y culpable.
Fuente: Coronel Antonio Semprun V.