Ruinas de las Casa Fuerte de Barcelona, Venezuela // WIKIPEDIA
05 abril 2011
Historia y tradiciones
El sacrificio en la Casa Fuerte de Barcelona
Eumenes Fuguet Borregales
La historia venezolana nos ha dejado plasmada con la tinta indeleble
del sacrificio y del valor, una de las páginas más infaustas, como fue
la escrita el 7 de abril de 1817, en el antiguo convento de San
Francisco en Barcelona, convertida Casa Fuerte por el valeroso general
barcelonés Pedro María Freites, utilizado en última instancia como lugar
de refugio a los ancianos, mujeres, niños y enfermos de la ciudad, como
también para parque (armas y municiones), dejadas por Bolívar en
calidad de depósito.
El Libertador procedente de Haití había llegado a Barcelona el 1ro de
enero de 1817; al tener conocimiento de las operaciones previstas por
el general curazoleño Manuel Piar para liberar la importante región de
Guayana, designó comandante de la Provincia de Barcelona al general
Freites (1790-1817), al frente de cuatrocientos soldados, trasladándose
al sur el 9 de febrero con la finalidad de aumentar la capacidad
operativa del ejército, para lograr el éxito que permitirá obtener
alimentos, caballos y ganado de las misiones del Caroní, control y libre
navegación por el río Orinoco.
El coronel realista Juan de Aldama, designado por órdenes del general
Pablo Morillo jefe del ejército español en el oriente venezolano,
aprovechó el alejamiento de Bolívar para aproximarse a Barcelona con más
de tres mil quinientos efectivos. El 5 de abril de 1817 inició el sitio
a la desguarnecida ciudad. Ante el inminente ataque de Aldama, Freites
ordenó a la población encerrarse con la urgencia del caso en el
convento San Francisco, con poca agua y sin provisiones de alimentos.
Acción ofensiva iniciada a las siete de la mañana del fatídico 7 de
abril; Debido a las discrepancias por liderazgo entre el Libertador y el
general Santiago Mariño, los refuerzos solicitados nunca llegaron;
Mariño con mil setecientos soldados se encontraba en Aragua de
Barcelona, prefirió movilizarse hasta Cumaná para sitiarla. Freites
estaba acompañado de los miembros del Ayuntamiento y del Gobernador
Francisco Esteban Rivas.
Aldama empleó la artillería para abrir brechas en los muros del
convento, una vez lograda esta fase, la infantería realista procedió a
sangre y fuego al asalto del sagrado lugar, cometiendo desafueros contra
la población. Fallecieron sin contemplaciones más de setecientos
barceloneses. Durante seis horas Freites y sus soldados no pudieron
contener las feroces embestidas de los atacantes; los que pudieron
escapar, al ser capturados corrieron la misma suerte. La historia y
tradición relata episodios de horror, sacrificio y patriotismo por los
abusos y asesinatos cometidos por la fuerza realista, verbigracia el de
los sacerdotes Juan Antonio Godoy y otro de apellido Serra, ajusticiados
cuando asistían religiosamente a los heridos y moribundos.
El joven capitán William Chamberlain, estando herido, prefirió
inmolarse antes de caer en manos enemigas; su esposa la heroína Eulalia
Buroz (1796-1817), de veintiún años, digna representante de la mujer
venezolana hecha patria, en el fragor de la acción exclamaba “Viva la
patria”; al caer prisionera y en momentos cuando la tomó de la cintura
un soldado, en forma rápida le sacó la pistola matándolo en el acto,
correspondiéndole recibir la atroz venganza. Freites herido, antes de
caer prisionero insuflaba ánimo a sus combatientes: “Soldados, es
preferible caer combatiendo como bravos a morir degollados”.
Aldama envió a Freites y al gobernador Rivas a Caracas cual trofeo de
guerra al capitán general Salvador Moxó; en el trayecto no recibieron
ni agua ni alimentos; el Gobernador Rivas también herido y con las manos
atadas, a pesar de conocer el fatal destino que los esperaba, animaba
con pasajes religiosos a Freites llevado en una parihuela (hamaca);
ambos fueron fusilados en la Plaza Mayor. El general Pedro María
Freites, fue uno de los héroes de la batalla de El Juncal realizada
cerca de Barcelona el 26 de septiembre de 1816, acción que le mereció el
ascenso a general por parte de Manuel Piar; cayó en la defensa de la
Casa Fuerte, ilustrando su nombre en el martirio de los infaustos
momentos de la Venezuela heroica.
El “siempre leal” general Rafael Urdaneta apurando la marcha, llegó a
Barcelona dos días después del martirio. El Libertador conoció la
noticia de la pérdida de Barcelona el 15 de abril en la población de El
Pao. En 1819 el Gral. Morillo envió a España al oficial Aldama por
“incompetencia en el servicio y por innumerables actos de crueldad en
perjuicio de los habitantes de Cumaná”. En homenaje al sacrificio de la
Casa Fuerte de Barcelona, el Ejecutivo Nacional decretó en 1960, sea
declarado “Monumento Histórico Nacional” las vetustas ruinas del antiguo
convento de San Francisco.
Para eternizar la memoria del Gral. Freites y la heroína Eulalia
Ramos (Buroz) de Chamberlain, se colocaron en el augusto lugar dos
monumentos; igualmente se honró con el nombre de Freites el Municipio
cuya capital es Cantaura en Anzoátegui, y el municipio Buroz del estado
Miranda capital Tacarigua de Mamporal. La defensa y sacrificio por
parte de los barceloneses en la Casa Fuerte es un permanente símbolo de
patriotismo y abnegación.
FUENTE: El Carabobeño
REMISIÓN: jose matos marco