El dictador y sus acólitos pagarán su blasfemia
Reproduzco
columna de mi autoría escrita el 16 de abril del 2.010. Lo hago a
pedido de algunas personas católicas de mucha Fe que todavía recuerdan
el artículo y entienden la génesis del chavismo a la perfección.
Los
acontecimientos satánicos y repugnantes de las últimas semanas en los
que imágenes de vírgenes y santos han sido profanados de manera grotesca
y sistemática, son solo un abreboca de lo que nos espera de no derrocar
al tirano lo más pronto posible.
El demonio anda suelto en Venezuela, tiene nombre y apellido: Hugo Rafael Chávez Frías.
Nunca en la historia de la humanidad el mal se ha impuesto sobre el
bien, nuestra batalla será dura pero triunfaremos al final. No son
momentos para lamentos, son momentos de organización, reflexión y mucha
acción.
A continuación la columna escrita hace más de un año:
Según el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española (DRAE), una secta es un conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
Aclaro que hoy en día la palabra secta sólo se utiliza para
connotaciones negativas y no en torno a la religión. Cuando se trata de
religión se le denominan nuevos grupos religiosos.
Las características principales de una secta son:
Organización autoritaria y piramidal. Existencia de un líder cuya decisión es la única que cuenta. El líder y los adeptos se creen el mensaje o se lo terminan creyendo como modo hipócrita de supervivencia.
Los dirigentes de segundo nivel no suelen compartir la creencia pero sí
el afán de lucro y/o poder. Discurso antisocial. Lavado cerebral
sistemático y simbología extrema. Reclutamiento de niños con fines
ideológicos propagandísticos, y por último, discurso demonizador del
mundo.
Para
los que somos buenos observadores y entendemos que los eventos deben
ser abordados con perspectiva histórica y no con inmediatismos
desaforados, se nos hace evidente la génesis del chavismo y su finalidad
ulterior. Sin duda alguna Chávez ha creado con la ayuda de su mentor
Fidel, una secta criminal que no sólo está destruyendo el país, sino también parte de Latinoamérica.
Si
nos detenemos a digerir pausadamente el discurso y las acciones del ex
militar golpista, observaremos que en la medida en que su dictadura
blasfema se radicaliza, el culto a la personalidad y a la simbología castro-chavista se hace cada día más evidente.
Asimismo, el discurso de odio y las referencias apocalípticas de un
país ingobernable sin Chávez y la utilización de menores de edad
armados, desfilando hombro a hombro con las milicias urbanas, crean un
ambiente pre-bélico de confrontación fratricida inminente.
El dictador y sus acólitos radicales sueñan morbosamente con una guerra civil.
El
proyecto satánico de Chávez necesita la sangre de los venezolanos para
poder subsistir desde el día en que irrumpió en la vida nacional con el
golpe de estado del año 1992. Como su proyecto es indefinido y su afán
de poder es ilimitado, o por lo menos eso cree él, todas las acciones
van dirigidas a la destrucción total de las instituciones, la
pulverización de los diferentes componentes democráticos de la sociedad,
y sobre todo, al aniquilamiento del modo de vida occidental, progresista y democrático de la Venezuela pre chavista.
Nada
de lo que el dictador hace o dice es en vano, todo está planificado y
hasta ahora la destrucción de la patria va viento en popa. El problema
principal es que Chávez ha sido subestimado y ni siquiera la iglesia
católica, que es la institución más respetada y moralista de la nación,
se le ha enfrentado categóricamente. Lo más peligroso de la secta
criminal chavista es que su líder no tiene escrúpulos y posee todo el
petróleo y el dinero del mundo.
Una combinación letal en una sociedad tan materialista, conformista y bochinchera como la nuestra.
La
única manera viable para que el Lucifer venezolano pueda entronarse
para siempre en Miraflores dominando el país a sus anchas, es por medio
de una confrontación generalizada y definitiva. Sólo la guerra civil, y lo repito de nuevo, sólo la guerra civil, le serviría a Chávez para lograr su cometido.
Él trabaja arduamente en este aspecto y cada día menoscaba mucho más la
operatividad e institucionalidad de la Fuerza Armada. Con el dictador
en el poder, las FAN tienden a desaparecer, son un estorbo para sus
planes sanguinarios.
Por
eso crea milicias y grupos insurgentes paramilitares, la finalidad es
que nos asesinen en el momento de la rebelión final, ese día llegará,
créanme que llegará. Según Chávez, el estamento socio-político del
pasado debe ser pulverizado, y sobre sus cenizas, se construirá la nueva
sociedad autómata y degenerada del castro-chavismo anacrónico y
protervo del siglo XXI.
Los
que creen que con votos y papeletas van a desplazar del poder a un
dictador sin escrúpulos con tendencias satánicas, están en su derecho de
ir a votar, pero tengan claro que si no tienen las armas para defender
su voto y exigirle a su candidato firmeza y valentía a la hora de
defender la voluntad popular, sólo habremos jugado a favor del enemigo.
Si
la vía electoral y un fraude masivo terminan siendo el catalizador
necesario para la rebelión social y el derrocamiento de Chávez, entonces
vayan a votar, pero eso sí, con las esféricas enarboladas para
defenderlo después. Les recuerdo que dictador no sale con votos, sale con candela.
Chávez y su secta criminal tienen todo a su favor, sólo un
desprendimiento patriótico a gran escala daría al traste con su proyecto
antinatural y patibulario.
Nota:
Repito que la columna fue escrita el 16 de Abril del 2.010. Desde el
exilio levanto una plegaria al universo y a la Virgen de Coromoto por la
paz de mi patria y el derrocamiento del tirano. No podemos caer en la
desesperación, los tiempos de Dios son perfectos.
"Sabed
también vosotros, queridos amigos, que esta misión no es fácil. Y que
puede convertirse incluso en imposible, si sólo contáis con vosotros
mismos. Pero lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios"
Juan Pablo II
¡Patria, Democracia y Libertad!
Roberto Carlo Olivares
Blog: www.robertocarlo14.com
Twitter: @robertocarlo14