La estrategia de Hugo Chávez
FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
domingo 5 de junio de 2011 04:01 PM
Hugo Chávez está angustiado. Desde 1998, no se había jugado tanto en una elección. Decidir a través del voto popular su permanencia en el poder le quita el sueño. Conoce a perfección que no hay retorno. Es un juego suma cero: se gana o se pierde. Su nerviosismo se amplía al darse cuenta de su inexistente gestión pública, habiendo administrado un inmenso presupuesto, con un barril de petróleo a más de 100 dólares. Para colmo, las encuestas empiezan a señalar un debilitamiento en su imagen. Es verdad, que no es la primera vez que le ocurre. No se puede olvidar que la crisis de 2002 surgió, en cierta forma, por su caída en la popularidad. Apenas alcanzaba un 35%. Las misiones le hicieron remontar la cuesta. También los errores de la Coordinadora Democrática.
Su angustia se hace incontrolable al observar a la oposición unida monolíticamente. Haber logrado un acuerdo político de la amplitud del alcanzado por la Mesa de la Unidad Democrática, no sólo permitió resolver el problema del candidato presidencial que, sin lugar a dudas, se escogerá en unas ejemplares elecciones primarias, sino que además planteará un acuerdo político para constituir un gobierno de unidad nacional que le permitirá a los venezolanos superar la profunda división que existe en nuestra sociedad. El nuevo gobierno tendrá que enfrentar una compleja situación. Venezuela está destruida. Sólo con pensar en la inmensa deuda pública, en la caída de la producción petrolera y en el estado de la infraestructura muestra la magnitud del reto a enfrentar.
Hugo Chávez definió su estrategia política en 1998 después de haber fracasado al utilizar la fuerza en 1992 y en convocar a la abstención durante la elección de alcaldes y gobernadores en 1994. Desde ese momento, escogió el camino electoral, tratando de jugar siempre con ventaja para no ser derrotado. Esta estrategia la acompaña con un perfecto manejo del tiempo. Sin ningún apresuramiento, sabe ceder, en caso de percibir cierta resistencia, para avanzar posteriormente con decisión hacia el objetivo establecido. En ese avance utiliza normalmente dos métodos: La vía electoral y la acción política. Su objetivo es centralizar, para controlar, el mayor poder posible. En ese camino, no tiene ningún tipo de límites para irrespetar la Constitución Nacional.
Si brevemente recordamos todas las triquiñuelas utilizadas por Hugo Chávez en cada evento electoral, tenemos que concluir que la oposición tiene que estar preparada para dar una respuesta que permita enfrentar cualquier maniobra que su laboratorio de guerra sucia o como la hace llamar: "La sala situacional", sea capaz de preparar para tratar de obtener la victoria. Creo que Hugo Chávez buscará tener ventajas en varios aspectos: la fijación de la fecha a realizar las elecciones presidenciales, la no presentación del Registro Electoral, la aplicación de un cambio tecnológico que pueda atemorizar al elector, y el abuso indebido del poder. No es posible evitar esas triquiñuelas. Tenemos que derrotarlo aun en esas circunstancias.
Tengo plena certeza de que es posible hacerlo. Esa responsabilidad no sólo la tienen los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática, sino los amplios sectores de la sociedad civil que rechazan el régimen totalitario que quiere imponer Hugo Chávez. Un primer aspecto fundamental en ese esfuerzo es volver a crear la emoción. Se requiere romper de manera definitiva con ese pesimismo que nos acompaña desde la derrota en el Referendo Revocatorio del 2004. Parece, que los sectores democráticos olvidan que la oposición derrotó a Hugo Chávez en el Referendo Aprobatorio de la Reforma Constitucional y en las elecciones para la Asamblea Nacional. El objetivo es ampliar la diferencia para que no pueda maniobrar.
El segundo aspecto es la acción. La sociedad venezolana tiene que movilizarse para lograr detener cualquier maniobra. Buenos ejemplos son: la fecha de las elecciones y la presentación del Registro Electoral. Hay que presionar al CNE para lograr, a la brevedad posible, que establezca la fecha de las elecciones y entregue el Registro Electoral. Si dicha fecha es inconveniente con relación al 12 de febrero, sencillamente hay que modificar la fecha de las elecciones primarias. Si se aprueban las nuevas capta huellas, hay que convencer a los ciudadanos de la imposibilidad real de determinar por quién votó. Eso es posible. La forma de detener el abuso del poder es a través del rumor, multiplicado millones de veces con las nuevas técnicas de comunicación.
Sólo existe un camino: convencernos, por que es la verdad, que es posible derrotar a Hugo Chávez.
FUENTE: EL UNIVERSAL