Traidor a la patria
FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
domingo 19 de junio de 2011 11:44 AM
Hugo Chávez tiene madera de traidor. Así lo afirmé en mi anterior artículo al reseñar como, sin importarle sus compromisos ideológicos, había entregado al gobierno de Colombia dos importantes jefes guerrilleros. Ahora, después del nuevo endeudamiento aprobado por la Asamblea Nacional, debo decir responsablemente que esa actuación no puede calificarse sino de traición a la patria. La deuda pública genera tal dependencia de los centros de poder internacional que la soberanía queda debilitada totalmente. Esa es la verdad. No soy especialista en el tema, pero creo mi obligación tratar de explicarles a mis lectores la gravedad de lo que ocurre. Nuestro país sufrió, en el siglo XIX, circunstancias muy dolorosas por haberse endeudado irresponsablemente.
La deuda contratada por la Gran Colombia como consecuencia de la guerra de independencia fue repartida proporcionalmente: Colombia, 50%, Venezuela, 28,5 %, Ecuador, 21,5 %. Nuestro país tenía que cancelar 34 millones de pesos a distintos acreedores internacionales. Esa cantidad, en lugar de disminuir fue incrementándose como consecuencia de las guerras civiles, las desfavorables condiciones de negociación, las reclamaciones exageradas e injustas de gobiernos y súbditos extranjeros, y la corrupción generalizada. El retraso en el pago del servicio de la deuda produjo, en 1903, una crisis internacional que condujo al bloqueo de nuestras costas y a la toma militar de La Guaira y Puerto Cabello por Inglaterra, Alemania e Italia.
Dos tesis se han esgrimido sobre las razones del bloqueo: la primera: la renuencia de Venezuela de cancelar las reclamaciones pendientes por daños y perjuicios causados a las personas y propiedades de súbditos de las potencias atacantes, así como el cobro de la deuda externa que el país mantenía en crónico estado de mora con Inglaterra y Alemania. La segunda, basada fundamentalmente en razones de rivalidades geopolíticas entre esos países europeos y Estados Unidos. El motivo: obligar a la naciente potencia americana a revisar la doctrina Monroe. El bloqueo fue levantado en virtud de los protocolos de Washington en donde Venezuela se comprometía a cancelar Bs. 165.300.000 y reconocer los daños a extranjeros por Bs. 35.500.000.
Esta crisis va a impactar de una manera permanente a las generaciones de venezolanos que vivieron tan delicadas circunstancias internacionales. A partir de ese momento, se estableció casi un principio sagrado e inmodificable en nuestra hacienda pública: no contratar, por ningún motivo, empréstitos extranjeros. Juan Vicente Gómez logró, mediante la utilización de la naciente riqueza petrolera, cancelar la deuda pública en 1930. Esta prudencia fiscal se mantuvo por mucho tiempo: en la década de los cuarenta, apenas existió una pequeña deuda interna que alcanzó en 1948 a $6.000.000. Durante la dictadura militar, la deuda pública se incrementó a montos relativamente importantes al alcanzar cerca de $1.000.000.000.
La deuda externa en el primer período de la democracia (1959-1973) alcanzó a $2.000.000.000, de cuya cantidad correspondía a deuda externa $1.200.000.000. Al iniciarse el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se rompió el principio fundamental que había regido la hacienda pública hasta ese momento: evitar el endeudamiento. Al finalizar su gobierno la deuda pública había aumentado a $15.000 millones. Durante el gobierno de Luis Herrera Campíns la deuda aumentó a $27.000 millones, creándose las condiciones de desconfianza que produjeron el Viernes Negro. A partir de ese momento, la deuda pública se mantuvo estable lográndose, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, una disminución cercana a $2.000 millones.
Al iniciarse este gobierno, la deuda pública alcanzaba a 25 mil millones de dólares. En estos últimos cinco años, con el barril de petróleo a más de 100 dólares, la deuda pública venezolana aumentó inexplicablemente a más de 140.000 millones de dólares. Al mismo tiempo Pdvsa, cerró el año 2010, con una deuda de 24.950 millones de dólares, siendo su patrimonio sólo de 74.720 millones de dólares. Entre esas locuras, está la negociación con China. Se endeudó a Venezuela por 20.000 millones de dólares pagaderos en petróleo a futuro valorado apenas a 50 dólares el barril. No contento con esto, se negocia un nuevo crédito con el Japón por 1.500 millones de dólares. Además, ¿dónde está la obra pública realizada?, ¿es o no es Hugo Chávez traidor a la patria?
fochoaantich@gmail.com
La deuda contratada por la Gran Colombia como consecuencia de la guerra de independencia fue repartida proporcionalmente: Colombia, 50%, Venezuela, 28,5 %, Ecuador, 21,5 %. Nuestro país tenía que cancelar 34 millones de pesos a distintos acreedores internacionales. Esa cantidad, en lugar de disminuir fue incrementándose como consecuencia de las guerras civiles, las desfavorables condiciones de negociación, las reclamaciones exageradas e injustas de gobiernos y súbditos extranjeros, y la corrupción generalizada. El retraso en el pago del servicio de la deuda produjo, en 1903, una crisis internacional que condujo al bloqueo de nuestras costas y a la toma militar de La Guaira y Puerto Cabello por Inglaterra, Alemania e Italia.
Dos tesis se han esgrimido sobre las razones del bloqueo: la primera: la renuencia de Venezuela de cancelar las reclamaciones pendientes por daños y perjuicios causados a las personas y propiedades de súbditos de las potencias atacantes, así como el cobro de la deuda externa que el país mantenía en crónico estado de mora con Inglaterra y Alemania. La segunda, basada fundamentalmente en razones de rivalidades geopolíticas entre esos países europeos y Estados Unidos. El motivo: obligar a la naciente potencia americana a revisar la doctrina Monroe. El bloqueo fue levantado en virtud de los protocolos de Washington en donde Venezuela se comprometía a cancelar Bs. 165.300.000 y reconocer los daños a extranjeros por Bs. 35.500.000.
Esta crisis va a impactar de una manera permanente a las generaciones de venezolanos que vivieron tan delicadas circunstancias internacionales. A partir de ese momento, se estableció casi un principio sagrado e inmodificable en nuestra hacienda pública: no contratar, por ningún motivo, empréstitos extranjeros. Juan Vicente Gómez logró, mediante la utilización de la naciente riqueza petrolera, cancelar la deuda pública en 1930. Esta prudencia fiscal se mantuvo por mucho tiempo: en la década de los cuarenta, apenas existió una pequeña deuda interna que alcanzó en 1948 a $6.000.000. Durante la dictadura militar, la deuda pública se incrementó a montos relativamente importantes al alcanzar cerca de $1.000.000.000.
La deuda externa en el primer período de la democracia (1959-1973) alcanzó a $2.000.000.000, de cuya cantidad correspondía a deuda externa $1.200.000.000. Al iniciarse el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se rompió el principio fundamental que había regido la hacienda pública hasta ese momento: evitar el endeudamiento. Al finalizar su gobierno la deuda pública había aumentado a $15.000 millones. Durante el gobierno de Luis Herrera Campíns la deuda aumentó a $27.000 millones, creándose las condiciones de desconfianza que produjeron el Viernes Negro. A partir de ese momento, la deuda pública se mantuvo estable lográndose, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, una disminución cercana a $2.000 millones.
Al iniciarse este gobierno, la deuda pública alcanzaba a 25 mil millones de dólares. En estos últimos cinco años, con el barril de petróleo a más de 100 dólares, la deuda pública venezolana aumentó inexplicablemente a más de 140.000 millones de dólares. Al mismo tiempo Pdvsa, cerró el año 2010, con una deuda de 24.950 millones de dólares, siendo su patrimonio sólo de 74.720 millones de dólares. Entre esas locuras, está la negociación con China. Se endeudó a Venezuela por 20.000 millones de dólares pagaderos en petróleo a futuro valorado apenas a 50 dólares el barril. No contento con esto, se negocia un nuevo crédito con el Japón por 1.500 millones de dólares. Además, ¿dónde está la obra pública realizada?, ¿es o no es Hugo Chávez traidor a la patria?
fochoaantich@gmail.com
FUENTE: El Universal