POLÍTICA
EL JUEGO SE TRANCO
Por Nelson Maica C
Si comparamos la contienda electoral
con un juego, observamos que se deben cumplir y acatar, por parte de los
jugadores, una serie de requerimientos y requisitos y reglas, normas, etc.,
para participar y obtener resultados. Reglas a cumplir para jugar y para
recibir el premio, si dos y/o más jugadores se ponen de acuerdo previamente.
¿Quién hace las reglas? El inventor
del juego y/o los que se ponen de acuerdo para jugar una partida.
Si desde ya el régimen anunció que no
cumplirá las reglas, entonces no habrá juego transparente entre estos dos
jugadores, régimen vs oposición; no habrá elecciones. Desparece la posibilidad
de juego entre dos jugadores. Y, si las hay, son desde ya, dudosas y/o tramposas.
Y cuando hablamos de normas y reglas
en un juego a cuáles nos estamos refiriendo. ¿Cuáles reglas? Veamos.
Castigos a quienes no acaten las
reglas; sitios en donde se desarrolle el juego; ambiente seguro para
desarrollar el juego; reconocimiento de los resultados del juego por las partes
y los que avalan el juego; arbitro ante quien presentar quejas y querellas; voluntad
y decisión para aceptar los resultados: ganar o perder o empatar o retirarse
del juego a tiempo y/o a destiempo; una vez terminado el juego seguir con la
vida normal.
Casi todos hemos participado en algún
juego alguna vez. Ahora también, incluso, en juegos con aparatos electrónicos.
Cartas, domino, ajedrez, metra, ronda, quiriminduñe, béisbol, básquet, fútbol,
etc.
Solo que elegir un presidente(a) de un
país, un diputado(a), gobernador(a), alcalde (sa), concejal, miembro de una
junta parroquial, junta de condominio, etc., no es exactamente un juego, aun
cuando se puede comparar con él por la estructura del mecanismo.
Hasta hace unos 6 años se trataba el
tema electoral con cierta reserva. Hoy casi con horror, con pánico, porque
quienes están al frente del régimen, por ahora, han manifestado que si pierden
las elecciones (el juego) no entregaran el poder y hasta amenazan con tomar las
armas para quedarse con el poder y, según denuncias publicas, supuestamente el
registro de electores (REP) esta viciado y las “maquinas” no son confiables,
pueden ser manipulables por diversas fuentes externas al arbitro.
Así que este régimen y sus rojos irrespetan,
desde ya, las reglas del juego, irrespetan la constitucion99 y las leyes sobre
las elecciones; se burlan del sistema democrático, del ciudadano, del pueblo, y
sobre la forma de cambiar, de renovar, en paz, las autoridades del país.
Y lo notable, sospechoso y que contribuye
a infundir cierto temor a una parte de la población votante, es que quienes
tienen por mandato administrar justicia; con relación a este punto, no dicen ni
esta boca es mía, no sancionan a los que abiertamente amenazan con romper el
hilo constitucional y llaman a la violencia y a la guerra y a la muerte,
empezando por el supuesto jefe de los rojos.
Si no se respetan las reglas, en este
caso, la constitución y las leyes, entonces no hay juego. Se tranca el juego
por esta causa. Se evidencian, exhiben, entonces, jugadores que comunican hacia
el pueblo, hacia los electores, lo peor de si mismos.
Si la sociedad venezolana reconocía
las reglas para cambiar gobernantes, mediante el voto, elecciones, y se
encuentra, ahora, con que uno de los participantes no las cumple, entonces debería
sancionar, de alguna manera, a quien las incumple. Eso es lo normal, lo lógico,
lo esperado.
¿Cómo lo hará si la justicia no actúa?
La sociedad venezolana ni el resto de los países democráticos del planeta deberían
validar a quienes se cogen el poder con la fuerza bruta, ni tampoco a quienes
actúan fuera de la constitución y las leyes. Se tranca el juego democrático por
esta causa.
Claro, sin la aceptación y validación
de la sociedad, del pueblo, en el cual vivimos, el juego no es valido, no es
aceptable. Y no debería serlo para el resto del mundo democrático.
La elección política, la renovación de
autoridades de un país, se hace tal como dice la constitución de ese país y las
leyes particulares respectivas. Por lo tanto, el pueblo de ese país reconoce y
valida las elecciones que en el se celebren. Valida tanto el acto electoral,
como la forma de elegir, como la manera de transformar los votos en
representantantes de ese pueblo.
Casi siempre se manifiestan jugadores
que quieren jugar y otros que no quieren jugar. Tenemos jugadores que
participan limpiamente, como dicen las reglas, y jugadores que hacen trampas,
que quieren ganar haciendo trampa.
Deberían ser, igualmente sancionados o
retirados de la contienda, de no aceptarlo y alzarse con el poder, se acabo el
juego para él y la sociedad lo tendrá como no valido y de esa forma también se
tranco el juego, no hay juego democrático y plural.
Ya lo anunció, muy recientemente, con
todo desparpajo, quien funge de jefe de las ramas del poder público, no hay
separación de poderes, hay un solo poder y ganamos todas las elecciones como
nos de la gana porque somos dueños, también, del organismo electoral.
Entonces no necesitan electores para
hacer elecciones. No basto con la formulada por un militar en funciones en la
misma tónica y sobre quien todavía se esperan las sanciones que le corresponden
de acuerdo a las leyes.
Vaya democracia socialista comunista y
humanista y libertaria. Su palabra “vaya a lante”, como decimos en el llano.
Esa declaración, simplemente, tranco el juego democrático.
¿Entonces? No habrá premio y/o
reconocimiento al ganador y participantes, tal como ocurriría en una democracia
plural actual. Tampoco observaríamos como el organismo responsable, una vez
contado los votos, emite los respectivos reconocimientos al o los ganadores. Menos,
otorgar el Premio: gobernar y/o representar eficaz y eficientemente a los
electores en esos cargos y administrar con honradez los recursos de todos.
Retumba todavía el anuncio, con eco en
lo militar, de que no entregaran el poder si pierden los rojos. Y, para remate,
recientemente, el consanguíneo, apela a la lucha armada y, en lo
interpretativo, confirma todo lo anterior en cuanto a las intenciones
manifiestas de los rojitos de no entregar democráticamente el poder.
Entonces, desde hace rato, se tranco
el juego democrático, hay solo usurpadores, vencidos avisados, ganadores a la
mera fuerza bruta y acorralados sin “indignación”, por el momento.
Y, para colmo, ahora, el primer
responsable del régimen esta hoy limitado por enfermedad y en territorio
extranjero, en el de sus amos, por lo cual se convierte, de hecho, en un agente
extranjero, de ese régimen.
¿Cuál es para usted la presente
situación? ¿Cuál es el juego en estos momentos? ¿Cuáles los jugadores, ahora?
¿Cuáles las alternativas? ¿Elige la oposición continuar una partida con cartas
marcadas y devaluadas? ¿Se puede continuar cambiando de juego, de partida, con
una mejor estrategia y asegurar el triunfo de la oposición?
¿Qua pasará en la práctica aquí? ¿Qué
aplica en este momento y en estas circunstancias? ¿En lo legal, en lo político?
¿Aceptamos como director la figura del agente de un régimen externo, confeso y
evidente?
¿Habrá futuro, entonces, para un
estado independiente, para la democracia plural, pacifica? ¿O habrá que
recurrir a otros medios para restablecer la Republica libre, independiente, democrática
y plural? ¿De donde y de quien la ayuda necesaria?
¿Ante tales evidencias, qué estará
pensando el mundo democrático y plural del resto del planeta? ¿Cuáles acciones
tomara? ¿Habrá acciones y de cuál tipo? ¿Ayudara el mundo democrático,
efectivamente, a los pueblos de Cuba y Venezuela a restablecer la Republica
democrática y plural y/o seguirá sosteniendo y apoyando, como lo ha hecho, a
los regimenes militaristas dictatoriales socialista comunistas?
Tips:
01. ¡Y todavía no arreglan la calle los samanes en el
Paraíso, Caracas! Maulas. Más de un año arreglando
una calle y tapando el hueco. Eso es, también, violencia contra el pueblo. ¿Dónde
esta la supervisión? ¿Dónde la Contraloría? ¿Quién es el responsable? ¿Quién
exige resultados, cuentas?
02. ¿Cuándo remueven a los responsables de tanto atraso?
¿Los nuevos nombramientos y ascensos y descensos están refrendados por los amos,
ahora, luego de salvarle la vida, con otra razón, propietarios y dueños del paciente?
¿Cómo y con qué les pagara lo que le cobren? ¿Quiénes serian los paganini?
03. ¿Y los que proclaman a los cuatro vientos y a cada
momento su humanismo, ética, moral, pureza, principios democráticos y demás,
seguirán apoyando tamañas vagamunderías y mentiras, violaciones a la CN99 y
leyes, etc.? ¿Hasta cuando?
04. ¡Los trabajos de parafernalia y de utilería para las
tomas mediáticas e impresionar incautos desplegados en las ultimas 48 horas en Caracas
y la movilización de grupos pagados vociferantes no disimulan ni opacan la
brillantez, como el sol, del desastre y la hecatombe roja rojita de mas de 12
años contra el pueblo y la ciudad! ¡Aquí no hay nada que celebrar debido a la
patética destrucción y daños de estos rojitos; pero si hay mucho que rescatar,
rehacer y reconstruir! ¡El cambio va!
05. Valores individuales
y colectivos más conocidos e inherentes a la sociedad liberal: honestidad,
bondad, tolerancia, libertad, justicia, amistad, responsabilidad, respeto, lealtad, ejercicio de
ciudadanía, sensibilidad, organización social, rendición de cuentas, propósitos
comunes, voluntad política, planificación de obras.
06.
Virtudes de la
sociedad liberal:
Individualismo y diversidad. El individualismo requiere independencia y
la diversidad social tolerancia. La independencia se adquiere en la familia
(estabilidad, compromiso, cuidar de uno mismo y de otros) y la tolerancia no
impide que algunas maneras de vivir se consideren superiores a otras.
“El
poder se puede dominar, también, si informamos, comunicamos, actuamos y nos
movilizamos estratégicamente”.
Anónimo.
Caracas, Venezuela, 30/06/2011.