JAQUE A DIOSDADO
*** Chávez ha tenido que romper la tradición militar para realizar cambios que le aseguren su seguridad personal y el poder, además de bloquear el ascenso a oficiales relacionados con su archí-rival, Diosdado Cabello.
El cáncer de Chávez echó por tierra los procedimientos tradicionales para los cambios regulares de cada año en la FA. Generalmente, cada julio se producen los ascensos y retiros de oficiales. Se llenan las plazas vacantes que se producen por los retiros y se ubica a los nuevos ascendidos.
Este año, la primera sorpresa fue la “congelación del alto mando militar”. La jugada desconcertó a los analistas militares que esperaban que se siguiera la norma de pasar a retiro a los oficiales que cumplían 30 años de servicio. Todo el mundo apostaba a que el general Mata Figueroa se fuera de baja a prepararse para una carrera política como aspirante a gobernador de Nueva Esparta y que Rangel Silva lo reemplazaría. Para asombro general, nada de eso ocurrió. La enfermedad impidió al Presidente analizar debidamente el nuevo cuadro militar, prefiriendo quedarse “por ahora” con viejos conocidos con quienes se siente más o menos seguro. El cáncer que manifestó sufrir podría despertar ocultos apetitos entre subalternos ambiciosos. Eso hizo necesario blindar las posiciones, para evitar sorpresas.
La seguridad
Pese a que la cúpula quedó petrificada, el mecanismo de los ascensos le permitió al Presidente mover algunas piezas a fin de incrementar su seguridad personal y la de su gobierno. Consideró prudente hacer importantes ajustes dentro del grupo que le brinda seguridad física, y en la guarnición de Caracas, la más importante desde el punto de vista del control del gobierno. El objetivo velado de estas movidas es bloquear el año que viene el acceso a cargos neurálgicos en el Ejército, a oficiales de la misma promoción de Diosdado Cabello. Estas jugadas en el Ejército afectan el futuro de los generales de la promoción “Tomas Montilla” de la Academia Militar. En 1987, los 216 alféreces de ese curso conformaron la clase más numerosa que ha salido de ese instituto.
Todos los cambios hechos favorecen a fichas de la logia golpista que Chávez formó en la Academia Militar. Algunos pertenecen a su círculo más íntimo. Todos fueron reclutados por Chávez cuando aún eran adolescentes imberbes y luego se alzaron con él en febrero de 1992. Se les supone “patria o muerte”, aunque el lema está siendo relegado debido al rechazo de los ciudadanos, la antipatía que genera en el seno de la FA y la “pava” que puede atraer cuando el Presidente confiesa estar luchando contra la muerte. Además, Raúl Castro prohibió el uso de ese grito tétrico y a Chávez no le gusta el “olor” a formol de la palabra “muerte” cuando se la combina con el término “cáncer”. La palabra “patria” también se ha vuelto inoportuna porque contraría su nuevo concepto de “la patria grande”, esa patria comunista hispanoamericana con la cual sueña Fidel.
Los cambios permitieron al Presidente reajustar su control, por la reubicación de oficiales que le acompañaron en el golpe del 4F. El general de división Elvis Sulbarán es el más antiguo de ellos. Este es uno de los divisionarios más cercanos a Chávez. Fue transferido de la jefatura de la Casa Militar al comando de la Tercera de División de Infantería en Fuerte Tiuna, Caracas. Esta unidad es la más poderosa en la región capital. Sulbarán es compañero de los bien conocidos hermanos Alcalá Cordones, hombres de Chávez.
Los otros cambios corresponden a generales de brigada recién ascendidos. El general Jesús Suarez Churrio fue designado comandante de la Brigada de Paracaidistas. El “Negro Churrio”, como es conocido en el Ejército, es a Chávez lo que Eloy Tarazona fue a Gómez. Ha sido su guardaespaldas y jefe del primer anillo de seguridad. Esta movida le asegura el control del acceso a Caracas desde Maracay, porque además ya tiene a otro incondicional, el general Cliver Alcalá Cordones, en la División Blindada de Maracay.
El general Wilfredo Figueroa Chacín se desempeñó como oficial de comunicaciones de los golpistas durante el alzamiento del 4F. Ahora es nombrado comandante de la Brigada de la Guardia Presidencial, guardia pretoriana del presidente.
El centro vital
Finalmente, el general José Ornellas Ferreira, quien es oficial de comunicaciones merece un comentario aparte. Ornellas Ferreira es un oficial de comunicaciones experto en telemática. La telemática es el campo que surge de la fusión de las comunicaciones con la informática. Ornellas fue el primer jefe de la Jefatura de Telemática en el Palacio Blanco. De allí, antes de este ascenso, pasó a dirigir el Centro de Estudio Situacional de la Nación (CESNA), adscrito al Ministerio del Interior y Justicia. Este oficial hizo curso de Estado Mayor en Cuba mientras recibía tratamiento por lesiones recibidos en una mala caída al saltar en paracaídas. El CESNA es la famosa y súper-secreta sala situacional de Miraflores donde labora gran cantidad de cubanos expertos en informática y comunicaciones. Se puede decir que ese es el centro vital desde el cual se controla lo que sucede en el país. Este oficial es una estrella en ascenso que ahora será jefe de la Casa Militar con acceso diario al presidente. Desde allí seguirá ejerciendo influencia sobre el CESNA. Ornellas es un hombre clave e inteligente. Muy diferente a Mata Figueroa y Rangel Silva.
Con estos cambios Chávez bloquea de hecho el acceso de los generales compañeros de promoción de Diosdado Cabello a los cargos neurálgicos del Ejército y la FA. Algunos miembros de este grupo deben ascender a generales de división el año que viene. Con los cambios hechos queda a discreción de Chávez mantener en julio del 2012 a los nombrados este año y enviar los de la promoción de Diosdado a cargos de segunda categoría. Con este jaque, le toca a Diosdado negociar. Vendrán días interesantes.
FUENTE: Puesto de Combate