Obama tras los generales de Chávez
CASTO OCANDO
Univisión
La decisión del Departamento del Tesoro de incluir en la lista de narcoterroristas a Clíver Alcalá, uno de los más poderosos generales del ejército venezolano, es probablemente el más fuerte y duro mensaje emitido hasta ahora por la administración de Barack Obama contra el gobierno de Hugo Chávez, y un giro dramático de la diplomacia pacifista y retórica practicada hasta ahora sin éxito por el gobierno demócrata desde Washington.
El general Alcalá controla la segunda plaza militar de mayor poder de fuego en Venezuela, la Cuarta División de Infantería del Ejército, donde se encuentra la 42 brigada blindada de tanques, que protege a Chávez desde el centro del país.
Hasta ahora Alcalá se ha mantenido como una de las pocas figuras militares que cuentan con la mayor confianza del mandatario venezolano.
Antes de que fuese incluido en la lista OFAC por sus lazos con el narcotráfico y la guerrilla en Venezuela, junto a otros tres funcionarios y politicos chavistas, Alcalá ya había sido señalado particularmente por el empresario acusado de narcotraficante Walid Makled.
En numerosas conversaciones que sostuve con Makled durante el tiempo que estuvo en prisión en Colombia, me dijo que responsabilizaba a Alcalá de “sembrarle” 400 kilos de cocaína que fueron encontrados por agentes de inteligencia military en una finca suya en el estado Carabobo.
“Clíver Alcalá dio la orden de que pusieran esos kilos de cocaína para así poder acusarme y perseguirme”, me dijo Makled en ese entonces.
El general Alcalá ha negado ampliamente cualquier vinculación suya en esa operación de la DIM, que resultó en la detención de tres hermanos de Makled, y que finlamente provocó la debacle del empresario acusado de narcotraficante.
Makled también me dijo que supuestamente había “conectado” a varios militares cercanos a Alcalá con agentes de la DEA, en presuntas reuniones que tuvieron lugar en Curazao, con información supuestamente crucial. “Clíver Alcalá se encuentra ya bajo los radares de la DEA”, dijo Makled.
Esta reunión descrita por Makled nunca fue confirmada ni negada por la agencia antidrogas, cuando hice la consulta.
Independientemente de lo que haya ocurrido en realidad, no hay dudas de que funcionarios de los Departamentos de Estado y de Justicia, recolectaron suficiente pruebas para apoyar la decisión. Y Makled pudo haber jugado un papel clave en este proceso.
La decisión del Departamento del Tesoro golpeó en el mero centro de la revolución bolivariana, me dicen expertos.
“La designación de la OFAC apuntó a cuatro objetivo estratégicos que rodean a Chávez: el sector militar; la Asamblea Nacional controlada por el chavismo; el prochavista Parlamento Latinoamericano (Parlatino), y el Sebin”, explicó el experto y analista en temas de seguridad y defensa Orlando Ochoa Terán.
El anuncio de este jueves generó furor en círculos del gobierno chavistsa.
“Los Estados Unidos no tienen ningún tipo de moral para calificar a funcionarios venezolanos e incluirlos en la lista del Departamento del Tesoro”, declaró Nicolás Maduro, en respuesta a la decisión.
Ciertmente la decisión alimentará por algún tiempo la retórica de Chávez contra Estados Unidos, pero pudo haber sido insuficiente.
Según me confirmaron dos fuentes independientes, la lista de “kingpin” venezolanos pudiera incluir en los próximos meses una docena adicional de altos oficiales y funcionarios chavistas.
“Más oficiales chavistas de alto rango van a ser designados más temprano que tarde”, me dijo una fuente familiarizada con las investigaciones federales.
Según algunos diplomaticos, la inclusión formal de este grupo de militares en la lista OFAC estuvo frenada por presiones de funcionarios tanto en el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, como en el Departamento de Estado, bajo argumentos de “evitar una diplomacia de confrontación con Chávez”.
“El hecho de que la revocación de visas a varios cómplices de Chávez y testaferros ha estado mantenida en suspenso en el directorio ejecutivo sobre América Latina en el NSC delata o una falta de voluntad o de capacidad de parte del Departamento de Estado, así como también de NSC”, me dijo el embajador Otto Reich, que fue subsecretario asistente para América Latina durante la administración Bush.
Aunque no se descarta que la lista se amplíe en los próximos meses, por ahora los designados deberán asumir un cambio notable en sus vidas. Por lo común, la inclusión en la lista OFAC implica el congelamiento de cuentas y bienes que los designados tengan en territorio norteamericano, y la prohibición tanto de instituciones financieras y empresas como de ciudadanos norteamericanos, de establecer cualquier tipo de relaciones con los designados.
Oficiosamente, la inclusión en la lista genera consecuencias en el sistema financiero internacional, debido a que una orden de congelación de cuentas o de prohibición de relaciones bancarias y comerciales afecta las actividaddes de empresas y bancos no estadounidenses que operan en el sistema financiero de Estados Unidos.
Con la inclusión del general Alcalá, ya son tres generales los sancionados por el gobierno norteamericano: en 2008 fueron incluidos los generales Hugo Carvajal y Henry Rangel Silva, jefes respectivamente de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), y del Comando Estratégico Operacional (CEO), la más alta instancia de mando militar en Venezuela.
FUENTE: Venezuela Factual