DEJAD QUE LOS MUERTOS ENTIERREN A SUS MUERTOS
Por Carlos E Méndez
Enero 28, 2012
La muerte de los expresidentes Venezolanos Luis
Herrera Campins, Rafael Caldera Rodríguez y Carlos Andrés Pérez, pasaron
desapercibidos o por debajo de la mesa por este desgobierno que se
empeña en echarle tierra a nuestra más reciente historia democrática,
mientras que Chávez y sus historiadores de pacotilla pretenden acuñarnos
como héroes de “la patria grande“, a los guerrilleros Ernesto Che
Guevara, Manuel Marulanda, Raúl Reyes, Jorge Briceño Mono Jojoy, Alfonso
Chino Cano, y al cadáver insepulto del dictador Fidel Castro.
Chávez no va a tener figuras prominentes que lo
acompañen porque se está quedando solo, aunque para anticiparse diga que
“la muerte no existe“. Pregúntenle a los familiares de los finados si
ellos buscan a sus difuntos entre los que viven o los buscan entre los
muertos por los nombre y apellidos gravados sobre las lápidas del campo
santo. Semejante desfachatez no se le ocurre si no a un predicador
ignorante y vocinglero que extrae con pinza y acomoda a su gusto los
textos de la Biblia. Este imberbe desesperado ignora que su cita
bíblica: “por qué buscáis entre los muertos al que vive”, corresponde a
la voz del ángel que le habló a las mujeres presentes en la tumba de
Jesús. Esta expresión deliberadamente empleada podría ser considerada
por los dioses como un insulto a las divinidades, ya que según la propia
Biblia a la que a menudo cita e interpreta Chávez a su antojo como si
de la
“bicha” se tratara, sentencia que la blasfemia es el único pecado
imperdonable.
Los mayores exponentes y defensores a muerte de su
funesta ideología castrocomunista, se han ido despidiendo de este mundo
como el resto de los mortales continuará haciéndolo: Luis Tascon,
Allberto Muller Rojas, Willian Lara, Lina Ron, Guillermo Garcia Ponce,
Clodosbaldo Russian, y, el Dr Carlos Escarrá. A este último en un
despliegue propagandístico para hacer campaña política a tiempo y a
destiempo, le dio un tratamiento cuasi parecido al que se le rindió al
padre de la patria en sus segundas honras fúnebres. La vida es un soplo
que se extingue con la muerte, de allí que no tenga caso andar por la
vida actuando como iluminados y cerrándoles el paso a los demás
aspirantes al poder, ya que más temprano que tarde por A o por B
quedarán vacantes todos esos cargos y rígidos los que se creyeron
destinados por los dioses a ocuparlos. A los consejeros espirituales del
atormentado presidente les recomiendo releerle la historia bíblica sobre el rey Saúl versus su sucesor el rey David.
Por cierto, se ha corrido un rumor entre los amigos
del autócrata de Miraflores, lo cual los mantiene inquietos y no es
para menos, que los babalaos cubanos le aconsejaron a Chávez que para
que pueda “vivir entre los muertos” como los faraones egipcios, antes
necesita llevarse consigo a la tumba a no menos de doce de sus más
cercanos colaboradores. De allí que Chávez le tenga el ojo puesto a los
terrenos del Campamento Bautista frente al Campo Carabobo en Valencia,
donde sueña con construir su pirámide o mausoleo para reposar
eternamente al lado del monumento a los verdaderos héroes de la patria.
carlosemendezs@yahoo.com