Artillería de Oficio
23 de enero de 2013 15:06
El desconcierto y la perplejidad reinante en la sociedad debido a la
ruptura del hilo constitucional producido por la ausencia del Presidente
de la República que debió juramentarse el pasado 10 de enero, sacude
las entrañas de la Fuerza Armada Nacional, cuyas autoridades deben velar
por el fiel cumplimiento de la Constitución Nacional y están
convalidando un dictamen del Tribunal Supremo de Justicia, concebido
para neutralizar a la comunidad internacional frente a un gobierno de
facto.
Entre los militares hay tanta o más incertidumbre y confusión que en
el resto de la sociedad civil; cuestionan la claudicación de la cúpula
militar frente a un gobierno inconstitucional y la sumisión a un
gobierno extranjero y dictatorial como el de los hermanos Castro. Hay un
militarismo chavista que viola la Constitución, que actúa como apéndice
de la revolución y atiende a los intereses del PSUV. Pero existen otras
facciones.
Nuestras fuentes militares, afirman que hay voces disidentes en el
Alto Mando Militar, que repelen la interferencia cubana y desde que el
presidente Chávez se enfermó, antes de las elecciones del 7 de octubre,
vienen trabajando por una transición pacífica. Ahora que se ha
configurado un vacío de poder, presionan fuertemente por la presencia en
el país de su comandante en jefe, que es el único al que reconocen por
haber sido elegido con el voto popular, lo contrario de Nicolás Maduro
al que nadie eligió y advierten que no garantizan los envíos de
petróleo a Cuba “porque más de 50% del personal de Pdvsa está controlado
por militares”; además, tomarán una serie de “decisiones
constitucionales” para enderezar entuertos y hacer cumplir la carta
magna, a costa de ser acusados de golpistas.
La razón principal por la cual Maduro y otros voceros oficialistas
anuncian con insistencia que el Presidente regresará al país en los
próximos días es para calmar a esos grupos en la Fuerza Armada que se le
han ido de las manos al mismo Diosdado Cabello. En la reunión del
pasado 12 de enero en La Habana, de la cual se desconocen los términos,
Cabello le habría explicado esa situación a Raúl Castro. Tal como están
las cosas en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a los cubanos se les
enredó el yoyo.
La transición La ingobernabilidad en el país, incluida la militar, es
analizada por un grupo de 40 generales de distintos componentes
(algunos tienen bajo su control a comandantes de batallones) que trabaja
en “una transición constitucional sin confrontación armada”, donde los
cubanos no tendrían ningún tipo de participación. Según las fuentes,
sería una decisión soberana en la cual se contempla: 1) juramentar en
febrero al presidente de la Asamblea Nacional; 2) designar a nuevas
autoridades en el TSJ, CNE y otros poderes; 3) dar una amnistía a presos
y exiliados políticos; 4) desarticular y someter a la justicia a grupos
subversivos protegidos por el Gobierno; 5) frenar la “regaladera” de
recursos petroleros; 6) abastecer de alimentos el mercado nacional con
participación de la empresa privada, para evitar una explosión social
parecida al Caracazo.
Tic tac Abastecimiento.
Según fuentes de inteligencia, sectores radicales que conviven en el
Gobierno estarían promoviendo el desabastecimiento de productos de
primera necesidad, con la intención de provocar un estallido social y
responsabilizar a los empresarios representados en Fedecámaras, para que
grupos violentos afectos al Gobierno asalten sus empresas y propiciar
el caos.
¿Mandos militares? El hombre que surge con más credibilidad en la
FANB es el ex ministro de la Defensa, general Raúl Baduel, preso en Ramo
Verde, que, según la fuente, jugará un papel importante en la
transición… tic tac.