La
Guerra Fría terminó
Fernando Ochoa Antich
Nicolás
Maduro comete un craso error de apreciación al no valorar, en su exacta
dimensión, las circunstancias en que se produce el reciente decreto del
presidente Obama relacionado con Venezuela. Creer que es la esperada
oportunidad para fortalecer su decaída popularidad, convocando a la unidad de
los venezolanos y de los latinoamericanos, es no percibir los riesgos
existentes. En mi anterior artículo resalté la incongruencia existente entre el encabezamiento del decreto
y las sanciones impuestas a 7 funcionarios venezolanos. Llegué a pensar que era una formalidad legal que buscaba
superar el escollo de la mayoría republicana en el congreso estadounidense.
Lamentablemente, estaba equivocado. Señalar que “Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y a
la política exterior de los Estados Unidos” no obedece a una mera formalidad.
Deben de existir causas profundas que lo originan. No es un acto de soberbia
imperial. Esa no ha sido la conducta de Barack Obama. Además, esa medida
interrumpe y complica, aunque en menor grado, la apertura hacia Cuba.
Durante esta semana han surgido rumores y noticias de
todo tipo. El primer rumor, confirmado por noticias internacionales, fue el
escándalo financiero del Banco Privado de Andorra que condujo a la intervención de la sucursal en Madrid por el
Banco de España. Los hechos denunciados son de suma gravedad. Su directiva fue
destituida por blanqueo de capitales de mafias organizadas, al hacerse pública
“una lista de blanqueadores de todo el mundo, en la cual aparece un grupo de ex
funcionarios del gobierno venezolano”. Parece ser que son tres ex
viceministros, un ex jefe de Inteligencia y dos ejecutivos venezolanos que
habrían lavado fondos de PDVSA, producto de actos de corrupción, por una cantidad cercana de 4.200 millones de
dólares. El segundo rumor se refiere al tráfico de drogas. Parece ser, que el
gobierno norteamericano tiene la certeza de que por Venezuela pasan, con
complicidad de altos funcionarios del régimen chavista, millones de kilos de
cocaína con destino a los Estados Unidos y Europa,
La connotada periodista Marianela Salazar escribió un
interesante artículo esta semana titulado:”Un patio trasero con Uranio”, según
el cual sus fuentes de inteligencia le habían confirmado que el primer ministro
Benjamín Netanyahu entregó pruebas suficientes, con coordenadas y demás
detalles, obtenidas por el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, de la
explotación de uranio por Irán en Venezuela, a un grupo de legisladores
republicanos. Esos legisladores le presentaron dichas pruebas al presidente
Obama quien decidió dictar el decreto en
cuestión. Sin lugar a dudas, esa información tiene visos de realidad: el respaldo
al proyecto nuclear iraní, realizado por Rafael Ramírez en la reunión de la
OPEP en Viena, el 31 de enero de 2006, fue terminante. Si eso fuera cierto, ya
que nos encontramos en medio de delicadas especulaciones, Venezuela estaría desconociendo
la resolución de las Naciones Unidas que prohíbe cualquier negociación en ese
campo con Irán y nos podría involucrar en una crisis internacional de grandes
proporciones.
Además,
la absurda posición de Hugo Chávez de comprometer nuestra tradicional política de
neutralidad en el Medio Oriente al romper relaciones diplomáticas con Israel es otro indicativo importante. Nicolás
Maduro y su gobierno deberían
reflexionar, responsable y seriamente, sobre lo ocurrido, dejando a un
lado las exageraciones. No creo que esté planteada una invasión de los Estados
Unidos a Venezuela, ni tampoco que aspire controlar nuestras reservas
petroleras. Imaginarse que la respuesta a la posición norteamericana pueden ser
las filípicas patrioteras, la recolección
de firmas, la convocatoria de reuniones internacionales y los intrascendentes
ejercicios militares es no valorar con sensatez la gravedad de los hechos. Temo
que Estados Unidos aproveche la reunión de la OEA en Panamá para presentar
pruebas comprometedoras contra Venezuela. Si así ocurriera, el único camino posible es realizar una
detallada investigación de los hechos
que se señalen con la finalidad de aplicar las medidas correctivas y dar las respuestas
adecuadas. Transformarse en un Estado forajido es sumamente peligroso. La
Guerra Fría terminó hace mucho tiempo…
Caracas, 22 de
marzo de 2014
@FOchoaAntich.