El
enfrentamiento con los Estados Unidos
Fernando Ochoa
Antich.
La política exterior de un Estado debe ser
diseñada y ejecutada después de una serena y objetiva valoración de sus
intereses nacionales. Diseñar dicha política de acuerdo a una particular visión
ideológica o tratando de satisfacer los intereses particulares de un líder puede
conducir a graves y delicadas consecuencias. Eso ocurrió con la política
exterior de la Revolución Cubana y puede terminar siendo la tragedia
venezolana. Fidel Castro no tuvo la suficiente sensatez para entender las circunstancias geopolíticas de Cuba
como resultado de su ubicación en el hemisferio Occidental. Su primer gran fracaso,
la crisis de los misiles en octubre de 1962. Jrushchov, ni siquiera lo tomó en
cuenta al momento de decidir retirarlos. Su segundo fracaso, la exportación de
la revolución a la América Latina. Derrotas y más derrotas. Luego, tuvo que convertirse
en un pequeño peón para las aventuras soviéticas en África. Era el costo del
subsidio económico. Después de la caída del Muro de Berlín, años de hambre y
tragedia para el pueblo cubano…
Hugo Chávez, en su afán de convertirse en un nuevo
Fidel Castro, decidió ejecutar una política exterior hacia los Estados Unidos,
caracterizada por una retórica ofensiva y de permanente confrontación. El
silencio fue siempre la respuesta. Recientemente surgió la decisión del
presidente Obama de sancionar a siete funcionarios venezolanos negándoles la
visa norteamericana y congelando sus
cuentas, en caso de tenerlas, en los Estados Unidos. La
exageración estuvo en el encabezamiento de la decisión ejecutiva al declarar a
Venezuela como “una amenaza
inusual para la Seguridad Nacional y la política exterior de los Estados
Unidos”, aunque se aclaró suficientemente bien que el
encabezamiento del decreto tenía por finalidad superar un problema de política
interna: facilitar la aplicación de las medidas sin la previa autorización del
Congreso norteamericano. De todas maneras, el hecho fue aprovechado por el
gobierno de Nicolás Maduro para generar una fuerte campaña antinorteamericana.
De manera sorprendente, el presidente Barack Obama
emitió una declaración de prensa, en la cual expresó claramente su posición con
relación a Venezuela. “Quiero hablar claro: nuestro interés principal y
duradero es que Venezuela sea un país próspero, estable, democrático y seguro.
Estados Unidos es el socio comercial más grande de Venezuela con 40.000
millones de dólares en comercio bilateral al año… Creo firmemente en el compromiso
diplomático y Estados Unidos sigue abierto al diálogo directo con el gobierno
venezolano para discutir cualquier tema
de interés mutuo…Eso no significa que nosotros, ni cualquier otro
miembro de la comunidad interamericana deba mantener silencio sobre la
situación venezolana… No creemos que Venezuela sea una amenaza para los Estados
Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el gobierno de Venezuela, pero
seguimos muy preocupados por la manera como el gobierno sigue esforzándose para
intimidar a sus adversarios políticos, incluido el arresto y acusación de
funcionarios electos”…
La decisión de agravar las tensiones con los Estados
Unidos es un gravísimo error que puede tener un inmenso costo para Venezuela.
Barack Obama ha demostrado una importante y sugerente percepción del problema
internacional: el retiro de los efectivos militares en Irak, las conversaciones
con Irán, las negociaciones con Cuba y el apoyo a Ucrania constituyen algunas
de sus trascendentes acciones. Además, es necesario entender, que son
demasiados los intereses vitales de Venezuela que se arriesgan sin obtener
ningún beneficio. Ignorar lo que significan nuestras ventas petroleras a los Estados
Unidos en medio de la caída de los precios y la
necesidad de preservar su neutralidad ante el conflicto con Guyana por
la defensa de nuestra salida al Atlántico, son suficientes motivos para revisar
tan equivocada política. Ojalá que Nicolás Maduro analice con detenimiento las
palabras de Barack Obama y comprenda que las difíciles circunstancias venezolanas
no se resuelven con filípicas patrioteras sino mediante un diálogo constructivo
con la oposición venezolana y con las democracias americanas, incluyendo a los
Estados Unidos.
Caracas, 12 de abril de 2015.
@FOchoaAntich.