VALORES
DEMOCRATICOS.
César Guillen Citterio - Movimiento
laborista.
LA ECONOMIA
PRIVADA, COMO SOSTEN DE LA VERDADERA DEMOCRACIA.
El desabastecimiento que en la actualidad se produce en
Venezuela, y que no es producto de cambios en la naturaleza, del clima o de
problemas externos, es simplemente el
resultado de políticas monetarias erradas, fundamentadas en rígidos controles
con base a políticas económicas primitivas y llena de complejos,
donde imperan las trabas y las regulaciones, impuestas en la mayoría de los
casos de forma arbitraria e ilegal.
Mientras las empresas sean concesionarias del gobierno
habrá desabastecimiento. Sin embargo el problema a corto plazo no solo es el
desabastecimiento, sino la imposibilidad del consumidor de comprar los productos.
El clientelismo económico del estado, implica que hay empresas con conexiones y
vínculos que le permiten obtener divisas fácilmente, afectando a la producción
nacional honesta, responsable y verdaderamente productiva.
Una nueva generación de los llamados Boli-empresarios o
boli-burgueses, se benefician escandalosamente de los recursos públicos, dando
muestras de fortunas insólitas que derrochan descaradamente, viven con el lujo
y la opulencia que tanto criticaban. Algunos de ellos, no son empresarios nuevos,
vienen de la llamada 4ta república, y se han conectado con la corrupción
institucionalizada del gobierno para ampliar sus fortunas.
En el proceso inexorable de la transición, se requiere entonces,
de una reorientación profunda y severa en cuanto a que debe establecerse que el
individuo sea el eje y centro de la acción económica y no el estado. El poder
absoluto del estado es antidemocrático, ya que controla el cambio y manipula el
gasto público.
La mejor solución es tener libertad para comprar lo que
la gente necesita, producir lo que cada quien conoce y sabe hacer, y vender al
precio justo equilibrado por la competencia. No se puede controlar el precio
por debajo del precio de costo por clientelismo o chantaje político. Esto es la
base del desastre y del desabastecimiento que en la actualidad padecemos.
El inversionista privado o particular sea cual sea su
nivel financiero, es el llamado a buscar
la prosperidad mediante el reto de crear empleos y riquezas. Un no rotundo a la
tradición clientelar de la economía socialista, pues sería el inicio de otro
gran fracaso.
El estado debe facilitar y ayudar en este esfuerzo pues
es la verdadera manera de democratizar la economía dándole oportunidades a
todos y no a un grupo minoritario de privilegiados, que permaneciendo en el gobierno sea cual fuere su
orientación, se benefician de la riqueza del país y del esfuerzo de su
población. ¡Un recurrente proceder en
nuestras regiones!
IMÁGFENES: Cortesía de TARINGA / Maduro nacionalizaría empresas polar antes de julio