Cesar Guillen Citterio
DETENER EL HUNDIMIENTO NAVAL, ES UNA RESPONSABILIDAD.
Venezuela aun teniendo una ley de
Protección de la Marina mercante, perdió 26 Buques de transporte marítimo y
Alrededor de 12 o quince buques Mercantes Privados. Ha defenestrado 13 Dragas,
incluyendo la Draga Zulia y La Icoa. Las Dragas Guayana y la Rio Orinoco,
fueron a reparación en Cuba y vinieron sin ninguna mejora, hasta que se
terminaron de perder. No hay caso similar en ninguna otra nación marítima.
Los canales de Navegación en el rio
Orinoco están en su peor estado de los últimos 40 Años. Difícilmente profundiza
a 37 pies. Afortunadamente ninguna de las industrias básicas produce para exportar.
Las Dragas chinas trabajan en el canal con el fondo chino sin obtener ningún resultado por su poca experticia en el
Balizamiento. Son empresas Privadas chinas que vienen solo a Ganar y
descontar el dinero del fondo.
No se produce acero naval (A/13B) ni aluminio grado naval (5086).
PDVSA mandó a construir 10 lanchas de aluminio en Australia a un costo de 500
mil dólares cada una. Mientras tanto los gerentes “patriotas” se han enriquecido con las empresas básicas de
Guayana. “Soberanía revolucionaria”.
Los coreanos que si tienen experiencia y
tecnología naval, ofrecieron la cogestión en DIANCA con la finalidad de
preparar personal técnico y desarrollar la industria. Esto fue desechado por el
estado alegando “control estratégico”. Se instalaron en Brasil y ahora están
construyendo embarcaciones de hasta 300 mil toneladas. Mientras nosotros al
transporte T-61 le hacemos las reparaciones en Cuba.
Graduamos excelentes ingenieros navales
y oficiales de Cubierta y Maquinas, pero se marchan al exterior para satisfacer
sus aspiraciones profesionales. Salarios y condiciones deficientes de trabajo,
mientras los responsables del desarrollo naval realizan negocios a costa de la
destrucción de su propia industria.
El patrullero oceánico venezolano:
WARAO, (Navantia) se varó en las costas
de Brasil en operaciones militares, inundándose la sala de máquinas. Hasta
ahora se han gastado 200 millones de dólares en un astillero de Brasil y el
barco no ha sido reparado en su totalidad. Con ese costo se hubiesen adquirido
2 patrulleros totalmente nuevos.
Con los 120 millones de dólares que se
le van a pagar a los cubanos por la reparación de la F-24, se reparan aquí en
Venezuela la F-23; F-25; F-26 y la misma F-24. De dónde sacan que Cuba, cuya
única experiencia naval es construir balsas y tripas para fugarse de ese
infierno, tiene más conocimiento que los venezolanos en asuntos navales…. ¡Negocios
ocultos!.... ¿Qué dice el alto mando
naval al respecto?
ADHUC STANTES.
Cesar Guillen
cesarguillencittrerio@gmail.com