El espejo del general Baduel
Muchas veces la realidad es más
espectacular que la ficción. Y en política las salvajes luchas por el poder y
los ajustes de cuentas reviven y superan lo mejor de las tragedias griegas. En
Venezuela, por ejemplo, aún es historia fresca los episodios de ascensos y
caídas de personajes de la era chavista. Es una historia que resume lo más
intenso de las oscuras pasiones como la traición, la sumisión y la venganza.
Personajes como Francisco Arias
Cárdenas, Lucas Rincón Romero, Raúl Isaías Baduel, Guaicaipuro Lameda, Jorge
Giordani, y Miguel Rodríguez Torres, entre otros, se han visto enredados en esa
inevitable relación amor-odio que provoca el chavismo. Algunos como Arias
Cárdenas y Rincón Romero rompieron temporalmente con el chavismo para luego
regresar en forma humillante pidiendo clemencia. Otros como Giordani y
Rodríguez Torres optaron por romper lazos con los herederos de Chávez, mas no
con su modelo.
Pero en la pirámide chavista hay
muchos más como Baduel, que aun probando su lealtad con el proyecto de Chávez,
se vieron envueltos en irreconciliables disputas por el poder que los
arrastraron a romper en forma definitiva con Chávez y el Chavismo.
Como toda secta el chavismo
oficialista castiga en forma brutal todo tipo de disidencia. Pero es
particularmente cruel con aquellos a quienes considera traidores. Y es que para
todos los efectos y consecuencias, un traidor no es necesariamente alguien que
esté conspirando contra el régimen. Basta que ese operador caiga en desgracia
con la facción dominante en el gobierno, o que exprese su pensamiento propio
para que sea linchado moralmente y físicamente como un traidor.
El general Raúl Isaías Baduel ha
sido un ejemplo de esa ironía. Un 13 de Abril de 2002 el general Baduel lograba
el consenso de la mayoría de las facciones de las FANB para rescatar a Hugo
Chávez y entregarle nuevamente el poder que le había sido arrebatado con el
golpe militar del 11 de Abril. La acción de Baduel lo posicionó como un líder
indiscutido en las FANB. Pero su curiosidad intelectual y opiniones propias lo
descubren como una amenaza latente al liderazgo de Hugo Chávez.
En muy corto tiempo, el general
Baduel hizo su fantástico viaje de la gloria a la desgracia, con un final
dramático que la ficción no ha podido superar. En Junio de 2006 es designado
por Hugo Chávez Ministro de la Defensa. En julio de 2007 pasa a retiro. En
noviembre de 2007 se pronuncia contra de la reforma Constitucional promovida
por Hugo Chávez, cuya consulta perdería en noviembre de ese año. Otro día de
abril del 2009 el general Baduel era arrestado por el DIM siguiendo
instrucciones del Presidente Chávez por presuntos hechos de corrupción.
Hoy, a pesar de haber purgado su
condena, el general Baduel es encarcelado nuevamente por presuntamente violar
su libertad condicional. Además, él y su familia son perseguidos y hostigados
quizás con el único propósito de disuadir a otros que consideren seguir su
comportamiento. El mensaje es claro. Si esto es lo que sufre el hombre que juró
con Chávez en el Samán de Güere y lo devolvió al poder, los demás que le sigan
ya saben a qué atenerse y a lo que podrían exponer a sus familias.
El espejo del general Baduel es
el mismo en el que se ven las caras los operadores civiles y militares del
régimen. Muchos de ellos genuinamente preocupados por el colapso de la
revolución, pero incapaces de expresar sus reservas por temor a correr la
suerte del general Baduel.
Es imposible saber cuántos
operadores del régimen sufren sentimientos encontrados y padecen estas crisis
de identidad. Lo que sí está claro es que la mayoría de ellos están convencidos
que no importa cuántas ofrendas de lealtad le hagan al régimen, caer en
desgracia es un hecho súbito que puede ocurrir en cualquier momento. El espejo
de Baduel les recuerda cada día el único motivo por el cual siguen ahí: el
miedo.
Por Humberto Gonzalez Briceño @humbertotweets
FUENTE: ATRACO AL PUEBLO