EL SINDICATO DEL NARCOTRAFICO Y EL SINDROME DE ESTOCOLMO
* El camino está despejado para que el crimen organizado tome las riendas del gobierno colombiano.
* Los secuestradores siguen ganando tiempo con unos supuestos diálogos llevados a cabo a solicitud de sus cómplices, con agenda y territorio propio, mientras que los supuestos “líderes” de las víctimas corren a su encuentro como chicas en celo hechizadas por quienes no nos prometen más que escoger entre las puertas del exilio, las mazmorras del Sebin o un numero en las estadísticas de muertos o desaparecidos.
Por: Rubén Dario Bustillos Rávago
El síndrome de Estocolmo es definido como el curioso enlace afectivo que se produce entre víctima y victimario durante las acciones de secuestros o toma de rehenes. Se descubrió, en 1973, a partir de la curiosa relación entre un secuestrador y una joven rehén durante el asalto a un banco en esa ciudad sueca.
Un símil de ese síndrome está ocurriendo en Venezuela. Treinta millones de ciudadano estamos viviendo una situación de rehenes bajo un secuestro perpetrado por una banda Internacional de criminales del narcotráfico, mientras la dirigencia democrática mantiene una extraña situación sentimental con quienes nos someten con las fuerzas de las armas.
El secretario adjunto de Estado de EEUU para Seguridad y Lucha Antinarcóticos, William Brownfield, durante una audiencia sobre Colombia en una comisión del Senado Manifesto que: “Estados Unidos cree que no habrá una “solución democrática” para la crisis venezolana, mientras el narcotráfico siga penetrando por “completo” cada uno de los estamentos de poder del país caribeño, incluido el propio Gobierno de Nicolás Maduro”. EFE.
Las voces de los presidentes de los EE.UU, Donad Trump, quien convocó a los representantes de los países de la región para tratar el problema venezolano reiteraba que: “…la consolidación de Nicolás Maduro "desestabiliza" a toda la región” y la del presidente francés Emmanuel Macron, quien manifestó: “Nuestros conciudadanos no entienden cómo algunos han podido ser tan complacientes con el régimen que se está instaurando en Venezuela. Una dictadura que intenta mantenerse en pie a un precio humanitario sin precedentes. Solo una intervención podrá resolver la crisis”, mantienen abiertas las puertas de la esperanza.
Por otra parte, la banda internacional del narcotráfico, conformada por las FARC y el Cartel de los Soles, bendecidas por el tirano de Cuba, Raúl Castro, continúa fortaleciéndose en su misión de establecer en la región un gran Sindicato Internacional del Narcotráfico, que, con la fachada del socialismo, ya ocupan los gobiernos de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
El camino está despejado para que el crimen organizado tome las riendas del gobierno colombiano. En efecto, la precipitada firma en Cuba del acuerdo de paz contempló la incorporación inmediata de los narcos-terroristas de las FARC al foro político, sin que haya penalización alguna por sus crímenes y la conservación intacta de los miles de millones de dólares que conforman su tesorería, producto del narcotráfico, la extorsión, el cobro de vacuna y la explotación del Coltan, el oro, el uranio y otros minerales, que Venezuela había considerado de naturaleza estratégica y que graciosamente el régimen de Nicolás Maduro y su FAN permiten su extracción a la FARC. Esto, por supuesto, es motivo suficiente para prender las alarmas en el conglomerado regional.
Si no actuamos a tiempo, pronto veremos florecer al régimen del narcotráfico colombiano devenido por los votos comprados con el producto del crimen organizado.
Es obvio que nuestra situación de rehenes continúa deteriorándose, mientras los secuestradores siguen ganando tiempo con unos supuestos diálogos llevados a cabo a solicitud de sus cómplices, con agenda y territorio propio, para continuar cometiendo sus crímenes y salvar el pellejo, mientras que los supuestos “líderes” de las víctimas corren a su encuentro como chicas en celo hechizadas por quienes no nos prometen más que escoger entre las puertas del exilio, las mazmorras del Sebin o un numero en las estadísticas de muertos o desaparecidos.
Como toda situación de rehenes, solo se resolverá con la eliminación física de los captores o la rendición incondicional de los mismos; pero para ello requerimos de la ayuda internacional. Caracas, 18 de septiembre de 2017. rdbustillos@gmail.com, @rdbustillos.-